La ejecutiva de UPN ha salido al paso de las críticas que Sergio Sayas y Carlos García Adanero han vertido sobre la dirección en general y sobre Javier Esparza en particular tras su expulsión del partido. La cúpula regionalista muestra así su apoyo al presidente de la formación y reclama que se acate la resolución del comité de garantías, que es "democrática".

"Se trata de un órgano independiente, que actúa con imparcialidad y cuya labor en este proceso ha sido acorde con lo que establecen los estatutos. El procedimiento se ha llevado a cabo de un forma rigurosa e intachable", ha replicado la ejecutiva de UPN, que muestra "su desacuerdo con las acusaciones vertidas contra el presidente del partido, Javier Esparza, a quien han mostrado su apoyo y respaldo en estos momentos en los que está en juego la credibilidad y la imagen pública de UPN".

"Lamentamos profundamente que se insulte, se pretenda deslegitimar y se falte al respeto al presidente, a la dirección, al comité ejecutivo, al consejo político y al comité de garantías y disciplina; en definitiva, a los órganos que emanan de la voluntad del conjunto de la militancia", han añadido.

Defensa de la sanción

Según recoge la nota difundida por el partido, los integrantes del comité ejecutivo han considerado que "se podrá o no compartir su decisión fundamentada y adoptada con base en los propios estatutos, en el Derecho, en la legalidad vigente y en la jurisprudencia y doctrina del Tribunal Supremo, pero debemos exigir respeto al conjunto de los órganos del partido, y en concreto, al citado comité de garantías y disciplina, porque es lo exigible desde un punto de vista ético, legal y democrático en ésta y en cualquier organización".

Asimismo, han defendido que "UPN es un partido democrático que se rige según las normas, los procedimientos y el ideario aprobado por el conjunto de la militancia, desde el más escrupuloso cumplimiento de la legalidad. No vamos a permitir que eso se pongan en cuestión por actuaciones individuales y personalistas que contravienen la voluntad de la militancia democráticamente expresada y las decisiones de los órganos del partido sustentadas en esa voluntad".

A este respecto, han rechazado "entrar en ningún tipo de provocación o confrontación interna; vamos a seguir defendiendo la unidad y el respeto dentro de nuestro partido". También han querido manifestar que "cualquiera que pertenece a UPN puede opinar libremente sobre la cuestión o materia que quiera. Los afiliados lo saben. Hay cauces estatutariamente establecidos para manifestarse en libertad y sin imposiciones. Las opiniones diferentes dentro de una organización son enriquecedoras e incluso necesarias, pero también esos mismos afiliados comparten y saben que un principio básico es respetar las normas que entre todos nos hemos dado y que se debe actuar en la actividad política y en el desempeño de los cargos públicos conforme a fundamentos legales, éticos y morales".

En este sentido, han resaltado que "la mentira y el engaño tanto al conjunto de la sociedad navarra y española como a los propios órganos del partido no son comportamientos aceptables en un partido como UPN".

Así, han concluido que "UPN cumple siempre la palabra dada, porque es un partido leal y responsable. Reivindicar el valor de la palabra dada y de la verdad en la actividad política es y va a ser nuestra guía".