Las caras largas que predominaban al inicio de la noche en la sede de Ciudadanos sólo eran un mal augurio de lo que estaba por venir. El partido ha desaparecido por completo del mapa electoral navarro, habiendo cosechado apenas 1.193 votos en el conjunto de la Comunidad Foral, lo que representa el 0,37% de los sufragios emitidos.

“Dolorosa, complicada y díficil”. Así describió el candidato del partido, Carlos Pérez-Nievas, la noche del domingo, en la que los pocos afiliados que seguían los resultados en la sede de Pamplona fueron recibiendo malas noticias hasta presenciar, poco a poco, cómo desaparecían de todas las instituciones, no sólo en Navarra, sino también en el conjunto del Estado.

A decir verdad, Ciudadanos nunca había conseguido entrar en la Cámara foral concurriendo a las elecciones en solitario. Se quedó muy cerca en 2015, pero los pocos votos que le faltaron posibilitaron el cambio político que llevó a Uxue Barkos a la presidencia. Esta legislatura sí ha estado presente, con tres parlamentarios dentro de Navarra Suma. Sin embargo, la ruptura de la coalición entre las fuerzas de la derecha ha llevado al partido a una contundente derrota que lo deja en la irrelevancia política.

“Al menos superamos a Eguzkilore”, comentaba una afiliada en tono jocoso durante el recuento, pero ni siquiera eso se ha cumplido. “No podemos ocultar que el resultado nos sorprende negativamente, es malo sin paliativos y nos deja en una posición anecdótica”, declaró ante los medios Pérez-Nievas, sin esperar al recuento definitivo. 

El también coordinador nacional de Ciudadanos apuntó que “está claro que no hemos sido capaces de llamar la atención de la ciudadanía para entrar en las instituciones”. “Tenemos que asumirlo y desearle suerte a los que están dentro”, añadió.