Muy pocos deportes de la pequeña Navarra pueden presumir de mandar seis equipos a unos Campeonatos de España de Selecciones Autonómicas y regresar con un oro, un bronce y otros tres conjuntos entre los ocho primeros, como ha hecho el balonmano en los últimos días. Y no es ni la primera ni la segunda vez, porque la racha de varias medallas dura ya bastantes años. Se podrá argumentar –sin mentir– que se está disfrutando de unas excelentes generaciones, pero nos parece mucho más importante recalcar el soberbio trabajo que se hace desde hace mucho tiempo en los clubes. Se decía antaño que el balonmano se lleva muy bien con la idiosincrasia navarra, que tenemos en los genes una querencia y unas facultades para brillar en ese deporte –quizás por su componente de juego colectivo–, y estas medallas y tener equipos en las máximas categorías masculina y femenina no es ni casualidad ni flor de un día.