Si la Extreme Bardenas se vive cada año como una fiesta en Arguedas, tras dos años sin poder celebrarse por la pandemia y el peligro del fuego de hace una semana que llegó a la localidad y a la vecina Valtierra será una auténtica celebración este domingo. Un síntoma de recuperar la normalidad absoluta y de que, por fin, el sector del turismo en la Ribera se pone de nuevo al 100%. Para los 900 participantes que tomarán la salida en la 23ª edición, unos 300 menos que los que lo hicieron en 2019, serán 98 kilómetros de polvo y calor, pero con temperaturas que rondarán los 25-30 grados, más que asumibles después de los 40 grados que se han vivido durante la semana pasada en la Ribera. 

En esta edición el recorrido es muy similar al de 2019, con algo menos de 100 kilómetros de recorrido, desde las 8.30 que se tome la salida. Desde ese momento, los participantes partirán del polideportivo de Arguedas hacia Valtierra para subir por parte de la zona que arrasó el incendio el sábado, luego hacia la Sierra del Yugo y salir a Los Trillos, posteriormente los Aguilares, Castildetierra, puerta del cuartel y recorrido por la perimetral, Zapata, Caldero, monumento del Pastor, El Plano, Ferial y para rematar ya la subida al Yugo. 

Este último tramo será también más triste que otros años porque se volverá a ver el monte quemado. “Esperemos que se llene de público y cubran lo quemado, dando más ánimo y ambiente que nunca”, señaló Fernando Floristán, el presidente del club Ciclista Arguedano, organizador del evento que cuenta con numerosos patrocinadores, entre otros, con DIARIO DE NOTICIAS.

"Esperemos que se llene de público y cubran lo quemado, dando más ánimo y ambiente que nunca"

Fernando Floristán - Presidente del Club Ciclista Arguedano

Los puntos de mayores subidas se encuentran en los kilómetros 5, al poco de salir y tras atravesar Valtierra, el 45 y a partir del kilómetro 50 comenzará una subida constante aunque más asumible, para llegar a los dos últimos puntos fuertes, el kilómetro 75 y el muro final de la subida al Yugo, la más dura pero que con el apoyo de la gente se solventa mejor. La pendiente máxima durante los 98 kilómetros es de entre un 9% y un 10%. Los primeros tramos y los últimos se adentrarán en la zona quemada por lo que la imagen de los bikers atravesando el mar de cenizas y silencio será también muy llamativo.

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Dentro de las cifras que rodean a la Extreme Bardenas y que siempre llaman la atención se podría hablar de más de 11.000 botellines de agua de medio litro (5.760 litros de agua), 18 barriles de cerveza, 12 de radler, 70 cajas de pack de 24 coca cola, 80 de acuarios de limón, 75 de fanta, 150 kilos de naranjas, 150 kilos de plátanos, 80 sandías, 75 cajas de pastas y también un número similar de pastas sin gluten. Además quienes lleguen a meta tienen también una comida preparada a base de macarrones con tomate, tradicionales todos los años.

Pese a que la prueba se declara no competitiva, lo cierto es que a partir del kilómetro 50 se retira el coche que va frenando a los bikers en cabeza de carrera y se suelta al pelotón para quienes tienen más hambre de competición también disfruten. La organización entrega trofeos al club más numeroso (tendrán que finalizar la prueba al menos 10 componentes), al participante masculino y femenina más veterana, al masculino y femenina más joven y se sortearán diversos lotes de regalos por número de dorsal.