La falta de papeles de relumbrón está llevando a las grandes estrellas de los 80 y 90 a desembarcar en la televisión. Con unas salas de capa caída y una edad que les resigna en muchos casos a papeles secundarios, actores como Jeff Bridges, Harrison Ford, Sylvester Stallone o Kevin Costner han optado por las series. Además de embolsarse un buen cheque, les permite mantenerse en el candelero. El último en sumarse ha sido Arnold Schwarzenegger.

El actor austriaco, que calza ya 75 años, es el protagonista de la comedia de acción Fubar (Netflix). Con guiños a Mentiras arriesgadas, la ficción nos presenta a un espía de la CIA que asume una última misión antes de retirarse.

La idea surgió del productor David Ellison. “Vino a mí con la idea de una serie. Dije: ‘Tiene que ser algo en lo que pueda usar todos mis aspectos y talentos. Tiene que ser divertido. Tiene que estar lleno de acción. Tiene que ser dulce. Y no deberíamos tratar de eludir mi edad, juguemos a mi edad’. Se le ocurrió hacer algo tipo True Lies”, contaba Schwarzenegger a The Hollywood Reporter.

El éxito de Hatfields y McCoys (2012) supuso un enorme espaldarazo a la errática carrera de Kevin Costner en el nuevo siglo. Sus días de gloria habían pasado y decidió apostar por la tele. La jugada le salió bien. La miniserie le reportó un Emmy y demostró que la vieja guardia podía también triunfar en la pequeña pantalla. Costner también ha saboreado el éxito con Yellowstone (SkyShowtime) y cuya quinta temporada está en el aire por las exigencias del actor.

En el caso de Harrison Ford, mientras esperaba a que se pusiera en marcha la última aventura de Indiana Jones tuvo tiempo de enredarse en dos series: Terapia sin filtro (Apple TV+) y 1932 (SkyShowtime), precuela de Yellowstone. Su debut en televisión se ha saldado con gran éxito de crítica pero no tanto de público.

El cáncer que le diagnosticaron en 2020 a El gran Lebowski no fue obstáculo para que regresara con más fuerza que nunca. El rodaje de The old man (Disney+), ya perjudicado por la pandemia, tuvo que detenerse para que Jeff Bridges fuera tratado de un linfoma. Lo más sorprendente es ver a uno de los intérpretes más talentosos de su generación protagonizar escenas de acción a sus 73 años.

Sly, por su parte, puede presumir de haber logrado más espectadores que La casa del dragón en el estreno de Tulsa King. Aunque la trama no es muy original –un mafioso que tras 25 años encerrado le envían a Tulsa a extender el poder de la mafia italoamericana de Nueva York–, ha batido récords de audiencia en EEUU.