En la adolescencia, una etapa que recuerda como difícil y "problemática", encontró Laura Chivite (Pamplona, 1995) "alivio" en la escritura. Fue entonces más que nunca para ella -que desde niña escribía- medio de expresión y vía para "soltar todo lo que tenía dentro". Para, en definitiva, entenderse un poco mejor a sí misma.

Años después, hoy esta escritora navarra se abre paso en el mundo de la literatura con un debut que está cosechando muy buena crítica: Gente que ríe. Así se titula el libro de relatos, o novela, porque está a caballo entre lo uno y lo otro, que publica con Caballo de Troya y con el que Laura Chivite aspira a interpelarnos y a hacernos disfrutar como lo ha hecho ella creando esta obra.

Nueve cuentos -en un guiño al libro de J. D. Salinger que le "marcó" en la adolescencia- se reúnen aquí y, combinando realismo y distopía, trazan una panorámica en sentido inverso al curso de la vida: desde 2060 hasta 1995. Pueden leerse de manera independiente, y a la vez, pueden funcionar como novela porque tienen un nexo común: un personaje llamado Berta cuya vida estos relatos van siguiendo en diferentes años, desde el distópico 2060, inspirado por el "extrañamiento" provocado por la vivencia de la cuarentena en esta pandemia, hasta 1995, año en que nació la autora.

Extrovertida y solitaria

Ninguno de los cuentos está narrado por Berta, pero ella está presente en todos. Un personaje "extrovertido pero solitario, con muchas inquietudes y ambiciones" -dice Chivite-, que está "constantemente buscándose a sí misma, buscando su lugar en el mundo y anhelando vínculos humanos estrechos y fuertes".

Cuenta la autora que podría ser su alter ego pero en realidad no lo es: "Ya se sabe, una se inspira en sí misma y luego inventa la mayoría", lanza Laura Chivite, apuntando que en estos relatos "quedan muchos huecos por llenar".

RALA, Cómo olvidar a Berta, La cuarta mujer, Reproches al microondas, La experiencia de tener un tucán en la cabeza, Por qué seguir con la búsqueda agotadora, Vacaciones, Te regalo mi nombre y Gente que ríe son los títulos de los nueve cuentos que componen el libro, o la novela, según se mire; una obra ante la que nos sitúa la autora como ante un espejo vital que nos hace reír y nos interroga.

Un empuje clave

El libro se fue "fraguando en un proceso no lineal" en el que fue clave el empuje que supuso el reconocimiento al talento de Laura Chivite por parte del Instituto Navarro de la Juventud: "El año pasado seleccionaron para unas ayudas uno de los cuentos que está en el libro, con el que arranca esta obra; y me animaron mucho a escribir algo más largo. Así fue surgiendo Gente que ríe", cuenta la autora. Un libro en el que, reconoce, "se nota la búsqueda constante de una voz, del estilo en el que me siento más cómoda, en el que considero que soy yo de verdad, y que se corresponde con el último cuento, que da título al libro y es el más autobiográfico", dice la escritora.

Esa voz, apunta, tiene que ver "sobre todo con una honestidad conmigo misma". "Tiene que ver con no intentar parecerte a otros escritores sino escribir lo que te salga del corazón. Lo que te late de verdad", añade. Algo que, reconoce, "no es tan fácil". "Como dijo Truman Capote, primero tienes una pasión por la escritura y luego hay un momento en la vida en que dios te entrega un látigo; yo ahora también soy muchísimo más consciente y más estricta conmigo misma a la hora de escribir. Intento dar rienda suelta a lo que verdaderamente me nace pero atendiendo a la forma", explica.

Leer, escribir: búsqueda y disfrute

En la literatura, Laura Chivite encuentra "alivio". "He escrito desde pequeña, toda mi familia es amante de la literatura: mi padre escribe, mi hermana también, mi madre de joven también; y aunque empecé a leer relativamente tarde, de adolescente, ahí vi claro que la literatura me servía. Me aportaba algo que no lo hacían mis amigas ni el deporte. Luego estudié Literaturas Comparadas, ahí leí muchísimo y cogí una pasión enorme por la literatura, ya no solo como medio de expresión sino ya para crear historias y pasármelo bien, porque la verdad es que me lo paso genial. Y en este libro se nota, me he entretenido mucho", asegura.

Anima "a todo el mundo" a escribir. "Aunque para publicar hay muchísimas menos ayudas de las que debería y está difícil, por otro lado hay muchas redes sociales, muchos espacios para crear y llegar a los lectores. Espacios donde hacer tu propio fanzine... Vivo en Madrid y allí se mueve mucho, pero en Pamplona también se están haciendo cosas muy interesantes. Yo animo a la gente a que no tenga miedo y lo haga. Porque esta generación es muy insegura y muy desesperanzada. Lo vemos todo tan difícil que a veces eso mismo nos bloquea. Y merece la pena hacerlo", dice, consciente de que "vivir de escribir es prácticamente imposible". "Pero llegar a la gente, encontrar tu espacio y disfrutar de ello es muy posible y merece la pena".

Con este debut que promete, Laura Chivite aspira a "interrogar y divertir". "Todo escritor persigue revelar una verdad a alguien, o simplemente hacer que se cuestione cosas. Eso me gustaría. Y entretener; esa palabra que tiene una connotación negativa, no está reñida con la reflexión o la profundidad. En esta novela está implícita la intención lúdica de hacer reír, de divertir a quien la lea", afirma.

'GENTE QUE RÍE'

Editorial: Caballo de Troya.

Páginas: 176.

Precio: 15,90 euros (4,99 euros en formato eBook).

Sinopsis: Un libro cargado de personajes que rejuvenecen y se miran desde ángulos diferentes, que van y vienen y se cruzan por azar; personajes tristes y alegres, paradójicos e imprevisibles. Los relatos trazan una panorámica en sentido inverso al curso de la vida: desde 2060 hasta 1995, año en que nació la autora. Un libro desacomplejado, con situaciones distópicas cargadas de reminiscencias, hallazgos y melancolías.

La autora: Laura Chivite nació en Pamplona en 1995. Estudió Literaturas Comparadas en Granada, especializándose en literatura y cine. Desde hace 4 años reside en Madrid, donde ha seguido formándose y trabaja como profesora. Gente que ríe es su debut literario.