esde que el ser humano talló una piedra para crear un hacha de sílex en la prehistoria, existe el diseño", dice Iosu Rada (Pamplona, 1953). Una actividad que, recalca, "desarrollamos para resolver nuestros problemas de adecuación al entorno". Así concibe su oficio, al que se ha volcado durante cuarenta años con innovación y versatilidad, aplicándolo en una gran diversidad de campos y con el foco puesto siempre en la funcionalidad a través de la belleza. En Diseñar para el mundo real.

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Exposición "Diseñar para el mundo real", de Iosu Rada

Ese es precisamente el título de la exposición que, hasta el 26 de junio, recorre en la primera planta del Pabellón de Mixtos de Ciudadela la trayectoria de este prolífico diseñador navarro y que, a través de ella, descubre el proceso de un oficio con infinitas posibilidades, del que lo mismo surge una solución para puestos de trabajo para personas con discapacidad física como un cómodo calzado, una batería de litio o una lámpara modular de alabastro que cada usuario o usuaria puede componer a su gusto.De todo ello y más ha explorado y creado Iosu Rada desde que salió formado de la Escuela de Artes y Oficios de Pamplona en el 76, en una época en que a la vez que estudiaba pintaba y tocaba en un grupo de música. Aficiones que han dejado su impronta en la pasión que le enganchó y en la que eligió volcarse: el diseño.

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Iosu Rada expone en la Ciudadela

Iosu Rada expone en la Ciudadela

Un oficio en el que se formó sobre todo en Milán, en la Scuola Politécnica di Design de la ciudad italiana, adonde viajó junto a su mujer con una beca de arte del Gobierno de Navarra. Allí se nutrió de enseñanzas de maestros clave que le transmitieron que el objetivo del diseño no es la estética, sino la función, la utilidad, la facilidad de uso en el mundo real. Con esa premisa, Iosu Rada ha ejercido -y sigue ejerciendo- su profesión en todos los campos, desde diseño gráfico hasta diseño de producto, pasando por señalética o iluminación, tal y como puede verse en la exposición a través de imágenes, textos, dibujos, maquetas o prototipos y objetos físicos. "La gente suele relacionar el diseño con unos determinados objetos más ligados al mobiliario, pero desconoce bastante que se puede aplicar en infinidad de campos", dice Iosu Rada.

Con la extensa y nutrida exposición en Ciudadela, el premiado diseñador navarro, vecino de Etxauri, quiere "dar a conocer el proceso" de un oficio y un arte que no suele salir a la luz y que muchas veces no se valora. En concreto, detecta carencias en Navarra. "No se impulsa el diseño. Así como hay otros centros de diseño cerca, como en La Rioja, Aragón, Bizkaia o Barcelona, aquí no hay nada. No se están aprovechando los recursos que hay para impulsarlo", dice, lamentando que "esta exposición no tiene una sola peseta de subvención por parte de Industria del Gobierno de Navarra. Cero ayudas".

cada diseño, una historia

Máquina de tabaco rompedora

En el recorrido de Mixtos conviven objetos industriales y artesanales realizados para pequeñas empresas y grandes industrias, desde piezas en alabastro, madera o metal, a piezas en plástico como las últimas baterías de litio desarrolladas para Cegasa; también diseños identitarios como el de la imagen del centenario de la plaza de toros de Pamplona, o los diseños corporativos de la Fundación Jorge Oteiza y el Kafe Antzokia de Bilbao. Se pueden ver, también, desde esculturas realizadas con la ayuda de alumnos de Salesianos a piezas de mobiliario, lámparas, estanterías, máquinas expendedoras, tornos, mesas de 2 patas junto a asientos de autobús, bancos y kutxas que son un canto a la artesanía desde la funcionalidad.

Diseños pioneros en los años 80 cuyas ideas plasmaba en bocetos a base de papel, rotulador y lápiz, cuando no se trabajaba todavía con el ordenador, y que Rada creó junto a Carlos Lalastra; más adelante también los dos junto a Pablo Madariaga en Diseños, Desarrollos y Tácticas, donde trabajaron de 1992 a 1998; y, de entonces en adelante, él en solitario.

"Cada proyecto es una historia", asegura Iosu Rada con un brillo en los ojos que es la certeza de que la llama que avivó su pasión por el oficio que todavía ejerce sigue encendida. Una profesión y un arte en el que siempre busca "nuevos modos de uso y la participación activa del usuario". También de los alumnos, cuando ha ejercido el diseño desde la docencia.

No podría elegir una entre todas las creaciones que ha alumbrado en su trayectoria, pero sí reconoce el cariño especial que le tiene al diseño de la máquina expendedora de tabaco que sorprendió en 1984. Un encargo de Azkoyen que resolvió con "un diseño minimalista que fue muy rompedor en aquel momento, en que las máquinas de tabaco imitaban la madera, tenían fotografías, rayitas... y proponer una máquina de diseño blanca, negra y roja, fue innovador. Gustó muchísimo", dice de esta obra casi de arte que ha estado expuesta en el Museo Reina Sofía en dos antológicas sobre diseño en España.

Y como esa historia, tantas otras... La de las playeras vulcanizadas que en su momento se copiaban y hacían mucho más baratas en China y cuya vida propusieron alargar Rada y su equipo añadiendo el cuero como material; o la de la silla de ruedas que diseñaron en 1994 para "humanizar" a la Barbie y que Mattel no quiso, pero cuya idea "fusiló tres años más tarde" cuando lanzó una silla de ruedas para Becky, "una amiguita de la Barbie".

También lucen en Mixtos proyectos que no han llegado a comercializarse como una interesante propuesta de parques infantiles desmontables para espacios públicos de Pamplona; y dos de los carteles que Iosu Rada ha diseñado para las fiestas de San Fermín, sin éxito porque nunca ha sido seleccionado en este concurso: el que ha presentado este mismo año presagiando "las mejores fiestas" y Soltar los toros, por el que apostó en los 90 y que "podría haber sido el primer cartel tridimensional de la historia". l

Presentación de libro. El 9 de junio a las 19.00 horas en la exposición Diseñar para el mundo real, Juan Manuel Ubiergo, director del CADI / Centro Aragonés de Diseño Industrial del Gobierno de Aragón, presentará el libro Érase una vez...el diseño. Reflexiones de un adepto recalcitrante, editado por el Departamento de Industria, Competitividad y Desarrollo Empresarial del Gobierno de Aragón.

l Horario. La exposición puede visitarse en la primera planta del Pabellón de Mixtos, hasta el 26 de junio, de martes a viernes de 11.30 a 13.30 y de 18.30 a 21.00 horas; y domingos y festivos de 11.30 a 13.00 horas.

"En Milán aprendí que el diseño tiene que tener una utilidad social, y es lo que siempre he buscado"

Diseñador