Las supuestas dieciséis obras creadas por Jorge Oteiza durante su exilio en Argentina que se exponen en el Museo Diocesano de Donostia, D’Museoa, puede que no sean del artista oriotarra. Eso es, al menos, lo que afirman la Fundación Museo Jorge Oteiza y fuentes cercanas a Pilar Oteiza, sobrina del escultor, que ha tomado las “medidas legales oportunas” para denunciar los hechos tras visitar la muestra y comprobar in situ la falsedad de la colección. El museo donostiarra, por su parte, asegura que, al ser obras desconocidas, nunca antes expuestas, “es lógico que no estén en ningún catálogo”.

El legado de Oteiza no escapa de la polémica y parte de su etapa más desconocida, la que vivió en Buenos Aires, entra de lleno en ella. La Fundación que gestiona su obra denunció ayer, a través de un comunicado, que las obras expuestas en la muestra Oteiza Argentinan son falsas. “Existen datos suficientes para afirmar que la autoría de las piezas presentadas en la exposición del D’Museoa de Donostia no corresponden a Jorge Oteiza”, señaló el espacio situado en Altzuza. 

Fuentes cercanas al entorno de Pilar Oteiza corroboraron a este periódico la denuncia, asegurando haberse enterado de la exposición a través de la prensa. Tras visitarla y adquirir el catálogo de la misma por su cuenta, la familia apreció la falsedad de las piezas, algo que la Fundación del artista también denunció en su escrito indicando que “no figuran en el Catálogo Razonado de la obra escultórica” ni tampoco “consta la existencia de referencias documentales (imágenes o textos) relacionadas con esas obras en el archivo de la Fundación Oteiza”. 

“Todo es muy esotérico. Que haya obras de Oteiza en algún sitio, no justifica que estas lo sean”

Entorno familiar de Pilar Oteiza

Para el director del Museo Diocesano y comisario de la exposición, Edorta Kortadi, esto “no significa nada”, ya que “es normal” que las piezas, que se corresponden con uno de los episodios más desconocidos en la vida del escultor, no figuren en ningún registro al tratarse de “nuevas” para el público vasco.

“No es que no estén en ningún catálogo sobre Oteiza, es que no están en el único catálogo de la Fundación Oteiza”, afirmaron desde la familia del artista, que habría requerido al museo donostiarra más información sobre las obras a través de su Fundación y, al no haber obtenido respuesta, habrían tomado las “medidas legales oportunas”. El propio Kortadi confirmó a este periódico que el caso ha pasado a la policía judicial, donde defenderá “en tribunales o donde haga falta” la autenticidad de las esculturas.

Lo que el crítico de arte no corroboró es la supuesta petición de la familia de Oteiza de recibir más información, asegurando estar muy extrañado por el comunicado cuando “no han mostrado ningún interés previo en querer verlas”. 

“Nos parece mucho atrevimiento afirmar que son falsas”, añadió el director del museo, que aludió a la jornada de hoy, después de hablar con la policía judicial, para hacer algún tipo de declaración oficial de mayor profundidad.

Un supuesto marchante navarro 

La muestra Oteiza Argentinan se compone de dieciséis obras que habrían sido creadas por Jorge Oteiza en Buenos Aires, donde el artista desembarcó en 1935 huyendo de la Guerra Civil. En el continente sudamericano acabaría viviendo durante trece años, con estancias no solo en Argentina, también en Bolivia, Colombia y Chile, donde desarrolló diferentes obras claramente influenciadas por las culturas precolombinas.

El propio Oteiza viajó en 1994 a Argentina y Chile con el objetivo de recuperar buena parte de ese trabajo perdido. Sin embargo, muchas de las piezas se habrían perdido, siendo vendidas a industriales y comerciantes argentinos de orígenes vascos. Sería el caso del lote expuesto en el Museo Diocesano, recuperado, supuestamente, por un marchante navarro que también habría conseguido obras de Ignacio Zuloaga, José Benito Bikandi y Ángel Cabanas, entre otros artistas vascos.

Esa es, al menos, la explicación que dio Kortadi durante la presentación de la exposición. Sin embargo, ni desde la Fundación Oteiza ni desde su entorno familiar “hay sospecha alguna de quién podría ser ese marchante navarro”. “Todo es muy esotérico. Que haya obras de Oteiza en algún sitio, no justifica que estas lo sean”, apuntaron. Tendrá que ser la Brigada de Patrimonio Histórico la que determine, finalmente, si las dieciséis obras expuestas son o no del escultor guipuzcoano. l