El artista gaditano se subió al escenario con su proyecto El Oripando, lo más similar a la biografía cantada de José Mercé y plagada de recuerdos de la niñez, pérdidas irreparables, confesiones, amigos, y con un tema dedicado con especial cariño a su hijo fallecido.

Entre cantes, boleros, baladas y sonidos electrónicos el cantaor encandiló al público acompañado de un piano, batería, bajo, guitarra eléctrica, guitarra flamenca y tres coristas.

Por seguro, el de Jerez es uno de los artistas más internacionales de la música en castellano. Aire, La vida sale, Lío y Mummy blue son cuatro de sus éxitos mayúsculos. También su versión de Al alba, con la que su autor, Luis Eduardo Aute, bromeó al decir que la escribió pensando en que la debía de cantar él.

“El flamenco tiene que ser abierto, como todas las músicas. Siempre digo que lo que valga se quedará y lo que no, nos olvidaremos de ello”, contaba Mercé, sin quedar atisbo de duda de que su obra permanecerá y no se olvidará.