Cinco proyectos que surgen de las ideas y experiencias que se generaron el pasado octubre en el marco de los Encuentros de Pamplona 72-22 / Iruñeko 72-22 Topaketak desarrollarán la memoria artística de este evento que aspira a hacer de Navarra un referente del pensamiento, la cultura y la creación contemporáneas con periodicidad bienal. Son Al Sol / Eguzkitan de Aizpea de Atxa Cancel, Encuentros de paja y esferas de Iñaki Otsoa Etxeberria, Irrintzi de Juan José Eslava Cabanellas y Pablo Ramos Requetibate, Estudio Sonoro de Tiempo, Espacio y Materia de Joseba Torre Alonso; y Ciudad deriva de Rocío Wittib.

Las propuestas, seleccionadas de entre 51 presentadas a la convocatoria y que podrán disfrutarse a partir de junio, se han presentado este jueves 12 de enero en el Museo de Navarra en un acto que contó con la consejera de Cultura y Deporte, Rebeca Esnaola; Ramón Andrés, comisario del programa de los Encuentros, y Susana Irigaray, directora del Servicio de Museos del Gobierno de Navarra, junto con las y los artistas autores de los proyectos elegidos. Como ha explicado Esnaola, el programa Memoria Artística de los Encuentros surgió con “el objetivo de ofrecer la posibilidad de realizar obras artísticas de nueva creación basadas en las ideas y temáticas desarrolladas en los diálogos, conferencias y actividades del programa de los Encuentros”, que, de esta forma, “perdurará”.

La convocatoria está dotada con 90.750 euros para distribuir entre los 5 proyectos, individuales o colectivos. Así, 10.000 euros + IVA se destinarán a honorarios por dedicación a la creación y producción, y hasta 5.000 euros + IVA para cubrir los gastos de producción del proyecto.

UN ECOSISTEMA DE MULTIPLICA IDEAS

En palabras de Ramón Andrés, se trata de “unas becas únicas en el conjunto del Estado”, ideadas para “crear un ecosistema que multiplique las posibilidades de intercambio y generación de ideas, arte y cultura en la ciudad”. El comisario de los Encuentros ha hecho hincapié en la calidad y la diversidad de lenguajes artísticos que se dan cita en los cinco proyectos seleccionados, fruto de “una evaluación objetiva y muy rigurosa”. En un principio fueron unos 90 artistas los que se interesaron en la convocatoria, que finalmente recibió 51 propuestas, “muchas de ellas de carácter híbrido y multidisciplinar”.

Los cinco proyectos elegidos, que deberán concluirse antes del 1 de junio, han sido seleccionados, dentro de un proceso público y abierto, por una comisión evaluadora presidida por Ramón Andrés y de la que forman parte como vocales Berta Ares, Roberto Valencia, Mercedes Álvarez y Fabià Santcovsky del equipo de programación, Susana Irigaray, directora del Servicio de Museos, Celia Martín, jefa de la Sección de Museos, Mercedes Jover, directora del Museo de Navarra; Ana Moreno, directora de Danza y miembro del Consejo Navarro de la Cultura y las Artes, y Maitena Muruzabal, coordinadora del programa Encuentros, que actuó como secretaria sin voto.

Imagen que simula el proyecto ‘Encuentros de paja y esferas’ de Iñaki Otsoa Etxeberria. cedida

LOS PROYECTOS, UNO A UNO

Dibujo, performance-video danza, audiovisual y arte sonoro caracterizan el proyecto Al Sol / Eguzkitan de Aizpea de Atxa, que reivindica lo físico y experiencial, con la creación como un acto de pensamiento crítico, en una propuesta que busca “proponer una nueva subjetividad”, en un “mundo-universo-espacio habitado por personajes silenciosos que interactúan mediante la comunicación táctil”, ha explicado la propia artista en la presentación.

Por su parte, Encuentros de paja y esferas ofrece la cristalización escultórica como sofá macla de las pacas de paja que habitaron en la plaza de Baluarte durante los Encuentros y que en esta propuesta se unen a seis esferas de los colores que identificaron los bloques temáticos propuestos para el debate y la reflexión. “Desde mi punto de vista de espectador-creador de los Encuentros, propongo, a través de estas seis parejas de sillones que deforman esferas, un diálogo formal que intenta ser a la vez un diálogo simbólico”, cuenta el escultor Iñaki Otsoa.

Irrintzi de Juan José Eslava y Pablo Ramos parte de la aproximación a los cantos tradicionales que pone como protagonistas las irrintxilari, la investigación médica, las cuevas del entorno de Pamplona como espacio geoacústico central de la creación, y su combinación con el trabajo creativo instrumental y de electrónica. “Es un proyecto muy poliédrico en torno al irrintzi, un grito, un sonido que tiene mucho que ver con el agradecimiento; una energía primigenia que atraviesa el espacio y conecta los cuerpos entre sí, haciéndoles entrar en resonancia y volviéndolos cuerpos sociales y sensoriales”, destacan los autores de esta propuesta que, dicen, “aborda la vida desde los ámbitos médico y místico”.

Imagen de la calle Estafeta perteneciente al proyecto de Rocío Wittib 'Ciudad deriva'. cedida

Ciudad deriva de Rocío Wittib propone una nueva mirada sobre la ciudad, sostenible, poética y con perspectiva de género, en el que se pone en valor el acto de caminar. “La idea de este proyecto, en el que convergen la ciudad, lo observado y el caminar, se remonta a hace siete años, cuando llegué a Pamplona y empecé a plantearme cuestiones identitarias”, dice Wittib, artista nacida en Buenos Aires y que propone investigar y documentar la ciudad y a la gente que la habita a través del caminar.

Por último, el proyecto Estudio Sonoro de Tiempo, Espacio y Materia de Joseba Torre plantea la creación de una obra centrada en el acordeón solista –interpretado y encarnado aquí por Iñaki Alberdi, referente a nivel mundial– junto a un dispositivo electroacústico desarrollado en colaboración con ingenieros de la UPNA y con el profesorado instrumental del Conservatorio Superior de Música de Navarra. “El proyecto gira en torno al tiempo, la memoria, el espacio, la materia y su transmutación, o el humanismo, idea transversal en los Encuentros 72-22, y propone “un tipo de escucha nueva a partir de la inmersión sonora; totalmente diferente a lo que conocemos hasta ahora”, avanza el compositor Joseba Torre.