Ramón y Cajal llamaba a las neuronas “las mariposas del alma”. Un símil que contiene ya en sí mismo la esencia de la importancia que cobraba en la mente del médico y científico de origen navarro la conexión entre ciencia y arte, entre observación e imaginación.
De ese potente vínculo, así como de los misterios de la mente humana. De la belleza y el conocimiento. Y, sobre todo, de la capacidad de visibilizar lo invisible y, al mismo tiempo, de ocultar lo que es visible, trata la exposición con la que el Museo Universidad de Navarra (MUN) rinde homenaje a la figura de Santiago Ramón y Cajal (Petilla de Aragón, 1852-Madrid, 1934), en el marco del 170º aniversario de su nacimiento, celebrado oficialmente a lo largo de 2022 y que en España se prolonga hasta 2024.
Reazione Nera. Cajal y el impulso nervioso de la fotografía es fruto de una feliz colaboración entre el MUN y el Museo de Ciencias Universidad de Navarra. Un laboratorio científico-artístico abierto al público. Un diálogo que genera capas de conocimiento y reflexiones sin fin, y que nos recuerda que arte y ciencia no son disciplinas estancas. Que conectan, y mucho; que se aportan mutuamente y se retroalimentan, como evidencia el legado del científico y fotógrafo navarro.
DEL MICROSCOPIO A LA PLACA DE FOTOGRAFÍA
“Santiago Ramón y Cajal iba del laboratorio del microscopio a la placa de fotografía y volvía, una y otra vez. Unió su pasión por la fotografía a la ciencia, y sin esa pasión –igual que sin su práctica artística como dibujante y pintor– no habría llegado a los descubrimientos acerca del sistema nervioso y las neuronas que le valieron el Premio Nobel de Medicina en 1906”, recuerda Ignacio López Goñi, director del Museo de Ciencias Universidad de Navarra y quien ha presentado este jueves 9 de febrero la exposición del MUN en compañía del director artístico de dicho centro, Valentín Vallohnrat, y de los comisarios y artistas de la muestra, Martí Llorens y Rebecca Mutell.
Y es que la propuesta que puede disfrutarse hasta el 16 de abril en el Espacio José Ortiz Echagüe del MUN es “una exposición única”, porque, tal y como destaca Ignacio López Goñi, “se han hecho, y se están haciendo, muchas exposiciones de Cajal en España, pero ninguna como ésta. Todas son sobre Cajal, con obras suyas. Y la originalidad de esta muestra reside en que unos artistas, frente a la obra de Cajal, han desarrollado su propia creatividad. Aquí, el Cajal fotógrafo inspira al arte actual”.
“Esperamos que esta exposición suscite en el público conexiones y preguntas”
IMAGINACIÓN, INTUICIÓN, OBSERVACIÓN
El objetivo de Reazione Nera. Cajal y el impulso nervioso de la fotografía es llevar al visitante más allá del aspecto material de la fotografía y mostrarla como un organismo vivo, susceptible de ser estudiado a través de su vida orgánica. La exposición se estructura a partir de dibujos y microfotografías originales realizadas por el científico Santiago Ramón y Cajal y una serie de piezas creadas para la ocasión por Llorens y Mutell a partir de sus propios archivos y fondos fotográficos. Los artistas y comisarios proponen, de esta manera, adentrarse en ellas a través de la visión microscópica y descubrir así sus “estructuras neuronales”.
“Normalmente se separan arte y ciencia, cuando tienen muchos nexos en común, sobre todo en sus procedimientos esenciales de trabajo, en los que la imaginación, la intuición, la observación y la capacidad de abstracción son muy necesarias para hacer visible lo que a simple vista no es visible. Este proyecto trata de indagar y sugerir esas conexiones”, cuenta Martí Llorens.
Partiendo de la observación y la exploración de la microestructura física de las fotografías –invisible a nuestros ojos sin un microscopio–, él y Rebecca Mutell exploran las infinitas conexiones y subsiguientes lecturas que suscitan “las propias fotografías cuando son entendidas y mostradas como genuinos artefactos físicos ideados para proporcionar, de manera explícita y accesible, información visual”.
OBRAS ORIGINALES DE RAMÓN Y CAJAL
La exposición toma su título de un descubrimiento realizado a principios del siglo XX por el científico Camilo Golgi, que pudo distinguir una tintura negra que permitía identificar las neuronas y su interacción: la Reazione Nera. Es un proceso científico crucial para la neurociencia y para el trabajo de Ramón y Cajal, el mejor usuario de la reacción negra, ya que con ella fundamentó sus descubrimientos.
La exposición se divide en dos partes: la primera exhibe una pequeña muestra de dibujos y microfotografías originales realizados por Ramón y Cajal procedentes del Instituto Cajal - CSIC de Madrid, obras de gran delicadeza, finura y perfección recuperadas aquí para “sugerir al espectador su método de trabajo a través de estas dos disciplinas, el arte de la fotografía y la ciencia”; y la segunda recoge la propuesta de investigación de los artistas y comisarios sobre el impulso nervioso de la fotografía. “Aquí entendemos y mostramos la fotografía como un genuino artefacto de conocimiento que asimilamos a una verdadera muestra histológica cerebral y, es por ello que hemos incluido una colección original de muestras histológicas del Cima”, dicen Martí Llorens y Rebecca Mutell.
En este segundo espacio expositivo se pueden ver microfotografías de distintos soportes fotográficos –papel, metal, vidrio, plástico e incluso pantalla de móvil, el soporte estrella del momento actual– realizadas por los comisarios y artistas expresamente para esta muestra.
El misterio de la mente humana, de su capacidad para generar pensamiento y memoria, para hacer de nosotros lo que somos, late fuerte en esta exposición que sus comisarios y artistas esperan que “suscite conexiones en el público”.
“Es una muestra que nos genera a nosotros mismos cada vez más preguntas sin respuesta. ¿Qué nos está pasando hoy con la fotografía?, por ejemplo. Y que nos inspira para abrir nuevas vías de experimentación”, aseguran Martí y Mutell.
Partiendo del sabio legado de Ramón y Cajal, la fotografía “son mariposas y son luciérnagas”. Pulsiones de pensamiento y de luz.
