¿Cómo ha sido la grabación de vuestro último disco, ‘Al infierno en goitibera’?

Lo grabamos con Iñaki Mateo en los estudios IMAN de Oteiza. Lo conocemos desde hace tiempo, ha grabado todo lo que ha hecho Dinamita, y trabajamos muy bien con él, estamos muy cómodos.

El disco salió en 2021, todavía en plena pandemia. Creo que apenas quisisteis tocar mientras había medidas sanitarias.

Tocamos en Burlada y en Larraga, que tuvimos que hacer dos pases, con la gente sentada. No nos gustaba nada, nuestro estilo no es para estar sentado. Para eso, preferíamos no tocar. En la plaza de toros de Peralta ya hicimos el primer concierto con el público de pie y fue una locura.

En la canción ‘Urna de cristal’ mostráis vuestro desencanto social y clamáis por la violencia y la autodestrucción.

Sí (risas). Bueno, yo no soy el más indicado para hablar de las letras porque no las escribo, suele encargarse Julen; David hace también alguna. Yo creo que las canciones son bastante claras. Hay otros grupos que igual juegan más con dobles significados, pero nosotros somos bastante claros. Se entiende lo que queremos decir.

Una frase del disco: “En la vida he conocido una sensación mejor / que la que siento con el rock’n’roll”. ¿Qué es para vosotros el rock’n’roll?

David siempre dice que sin el rock’n’roll no somos nada. Estás en un grupo, ensayas, tocas, sales de liada… Todo esto que estamos viviendo, si no fuese por el rock’n’roll, no habría sido posible. También es una manera de desahogarte y de mostrar a la gente tu visión de las cosas.

No está en el disco, pero hay una canción importante, ‘Hazlo por él’, en la que recordáis a un amigo músico que falleció, también de Larraga.

La grabamos aparte del disco, hicimos un videoclip en plena pandemia y la idea era homenajear a nuestro amigo, habíamos compartido mucho con él. Ha funcionado muy bien, tiene más de medio millón de reproducciones en Spotify, una burrada. Pasó una cosa curiosa, y es que en febrero de 2019 iban a tocar Brigade loco, Rotten XIII y Hell Beer Boys. Javi tocaba en Rotten XIII y, como falleció, nos llamaron a nosotros. Fue una pasada, allí nos dimos a conocer, así que sentimos que nuestro amigo ha sacado adelante el grupo. Lo pasamos muy mal cuando murió.

“El trap puede ser el nuevo punk entre la juventud de ahora; desde luego, punk tradicional no es, pero igual sí que es una evolución”

Tenéis una especie de lema: “boxeando con la vida”.

Sí, esa frase se la decía a Pimientos (cantante del grupo) su abuelo: “con la fuerza de un tractor, boxeando con la vida”. La frase ha calado, dio pie a una canción y de hecho pegó bastante.

Estáis en un circuito que se sale de lo comercial, pero no paráis de tocar y tenéis mucho tirón.

Nos salimos de lo comercial, pero no es fácil. Al final, si no te comercializas, si no tocas en salas privadas, no puedes actuar en ningún lado, no hay mucha escena. Así que no te queda otra que hacer cosas que igual no son las que más te gustarían.

¿Tenéis en la filosofía del grupo no tocar en salas privadas y hacerlo solo en locales autogestionados?

No, tampoco es eso. Cuando montas el grupo, intentas subsistir solo, pero hay tan poca escena que es muy difícil llegar a tocar en sitios guays o llegar a hacer algo si no haces alguna concesión. No es que si no te vendes no llegas a nada, pero, por ejemplo, si no tocas en ningún recinto privado, prácticamente no tocarías nunca. Esa es la cosa. Igual no estás totalmente a favor de algunas cosas, pero a veces no te queda más remedio que hacerlas si quieres salir adelante.

Y se pueden hacer ciertas concesiones sin traicionar tus principios fundamentales.

Eso es. Igual intentamos ir a festivales que no sean tan comerciales como otros, que sean más desconocidos y que no tengan grupos que cobren tantísimo dinero por tocar… Casi todos se mueven en la misma burbuja y es casi imposible no acercarte a ella.

Hablando de festivales, cerrasteis el Iruña Rock del año pasado. Imagino que sería especial para vosotros.

Era la primera vez que tocábamos en un festival con tanta gente y en un escenario tan grande. Íbamos muy cagados por el respeto que nos daba, pero fue una pasada, había mogollón de gente, se sabían las canciones… Fue brutal, salimos felices. También nos abrió puertas, nos han llamado de otros sitios a raíz de aquello.

“Nos salimos de lo comercial, pero no es fácil. Si no tocas en salas privadas, no puedes actuar en ningún lado, no hay mucha escena”

De hecho, tocáis mucho fuera de Navarra.

Sí, la idea con esta gira era salir fuera de Navarra, que ya la tenemos muy pisada. Queríamos salir al Estado.

¿Qué supone tocar con alguien como Evaristo? Imagino que será todo un referente para vosotros.

No te voy a decir que es un ídolo, pero es un tío al que llevamos escuchando toda la vida. La Polla Records, Gatillazo, que por edad me tocó escucharlos más y verlos en directo muchas veces… Tocar con él es tocar con un referente de la música. Es un placer.

Hay ya una generación de músicos de rock y de punk que, como Evaristo, se están haciendo mayores encima de un escenario. ¿Lo tomáis como un ejemplo?

Sí. Antes había grupos como Kortatu, Negu Gorriak, RIP, Zikatriz, La Polla, Piperrak… Fíjate que bandas. Se echa mucho de menos a esos grupos, pero fíjate en Evaristo, por ejemplo, que sigue al pie del cañón y no se le nota la edad para lo que hace, el trote que lleva y todos los conciertos que da. Cuando lo ves piensas que ojalá te queden todos esos años por delante para tocar.

Dicen que el trap es el nuevo punk. ¿Ves conexiones entre ambos estilos?

Es muy personal. Algo sí, puede ser. Igual es una forma de evolucionar el punk antiguo entre la juventud de ahora. Desde luego, punk tradicional no es, pero igual sí que es una evolución. Si tocásemos todos lo mismo, sería muy aburrido.