Con el objetivo de que en el nuevo marco político que se abrirá al final de la próxima semana se prosiga con la deriva anticaza que el Gobierno de Navarra ha exhibido estos últimos cuatro años, la Federación Navarra de Caza (FNC) ha emplazado a los ocho principales partidos que se presentan a las elecciones autonómicas a que firmen un documento en el que se comprometan al impulso y la defensa de la actividad cinegética en la legislatura que viene. UPN, PSN, Geroa Bai, EH Bildu, Ciudadanos, PPN, Contigo Navarra y VOX han sido consultados por la entidad que aglutina a los cazadores en la Comunidad foral, enviándoles el Pacto Navarro por la Caza. Asimismo, se ha pulsado su parecer sobre la caza, así como sobre las medidas que anuncian en sus programas electorales para paliar el malestar del sector.

Durante esta legislatura, ha quedado patente que hay diversos frentes que amenazan la relevante función que los cazadores realizan en la naturaleza, por lo que el futuro de la actividad hace necesario que desde el Parlamento y el Gobierno de Navarra se asimilen como propios unos problemas que, a pesar de que tendrán que ser resueltos por el propio colectivo, merecen el interés de las instituciones públicas por combatirlos, contribuyendo con su esfuerzo al progreso de la actividad cinegética y, por ende, del mundo rural.

En el pacto promovido por la FNC, un organismo que reúne en Navarra a 400 sociedades de caza y que es el principal representante e interlocutor de los cazadores con la Administración foral, se establecen cinco grandes objetivos que la federación considera trascendentales para lograr que la caza adquiera la importancia que merece como garante, entre otras cosas, de la correcta evolución del medioambiente.

Por un lado, se reclama la promoción y difusión de los valores sociales, culturales, deportivos y económicos de la caza en Navarra. Para la FNC, la actividad cinegética precisa de un mayor y más sólido apoyo institucional, por lo que exige la aprobación de un plan público de promoción de estos valores. Además, se estima imperativo que la ley reconozca que la caza es una actividad esencial, para evitar las problemáticas a las que tuvo que hacer frente en esta legislatura, a consecuencia de la pandemia de la Covid-19 y el confinamiento de la población. “Necesitamos conservar las tradiciones conforme a los usos y costumbres de nuestros pueblos”, remarcan desde la entidad.

Huronero.

Este documento forma parte de la campaña por la que las federaciones de caza de toda España avisan al estamento político de que la caza también vota, un movimiento surgido hace años y con el que se pretende remarcar que la caza aglutina en nuestro país a cientos de miles de personas y que su impacto va mucho más allá del control de las poblaciones animales, al constituir un sostén imprescindible del mundo rural. En Navarra, por ejemplo, el sector aglutina a más de 20.000 ciudadanos que conservan, custodian y protegen más del 90% del territorio foral.

A las formaciones se les ha recordado que no existe ni un solo municipio navarro de las regiones rurales de la comunidad que no cuente con, al menos, una sociedad de cazadores. Más aun, un estudio elaborado por GAD3 para la FNC y la Fundación Artemisan concluye que la mayoría de los navarros considera la caza como una actividad necesaria tanto para el cuidado del medioambiente como para la supervivencia de la sociedad rural.

“La caza se configura como una herramienta vital para la conservación del patrimonio navarro y el desarrollo rural”, subraya la federación, que incide en que la fuerte repercusión social y económica de esta labor la sitúa como “un instrumento formidable para combatir la despoblación y favorecer el desarrollo de la región, poniendo en primer plano la sostenibilidad y la conservación de la biodiversidad”.

Se reclama la promoción y difusión de los valores sociales, culturales, deportivos y económicos de la caza en Navarra.

Como segunda meta, se señala la apuesta decidida por la socialización de la caza. En este sentido, se solicita que se agilicen y simplifiquen los trámites, dotando de autogestión a las sociedades de cazadores e incentivando su participación en adjudicaciones y aprovechamientos. Asimismo, se indica que resulta fundamental reconocer a la FNC como una entidad colaboradora de la Administración foral en materia de caza, para lograr una cooperación conjunta en las competencias cinegéticas y un papel principal en la elaboración de las normativas. De este modo, el cazador federado se convertiría en una herramienta estratégica obligatoria y quedarían garantizadas su seguridad jurídica y sus coberturas en cuanto a la responsabilidad civil.

Obviamente, el respaldo a la caza debe también demostrarse en las inversiones, ya que el sector público habría de involucrarse en un plan de investigación científica aplicada a la caza (en el que participen los cazadores, a través de la FNC), que estudie y aporte soluciones a los retos medioambientales. Además de que se fijen líneas concretas de asignación presupuestaria para actuaciones de mejora de los hábitat, prevención y peritaje de daños a la agricultura, guardas de caza y Planes de Ordenación Cinegética (POC), se demanda que se incrementen los recursos materiales, personales y económicos para la Escuela Navarra de Caza. “Tenemos que promocionar una formación en gestión y sanidad cinegética, para garantizar un fácil acceso de los jóvenes a la actividad cinegética”, exponen.

Hurones en su jaula.

Entrando en detalle, se reivindica la recuperación de la caza menor y, muy singularmente, de la perdiz roja navarra. A juicio de la FNC, la caza menor sufre en la Comunidad foral los rigores del deterioro de su hábitat natural, por lo que es necesario que, de la mano del organismo, se lance un plan para recuperarla. Igualmente, se debería adquirir por parte de la Administración un compromiso ambiental ante la nueva Política Agraria Común, con medidas concretas para incentivar económicamente las buenas prácticas ambientales en el sector agrario.

Por último, los cazadores reclaman que se proteja la identidad de la caza navarra, exhibiendo el máximo compromiso con el bienestar animal, ya que cualquier futura regulación en esta materia debiera respetar el papel esencial y sostenible desempeñado por los animales auxiliares (perros, hurones, aves de cetrería, reclamos…) en la caza, ofreciendo seguridad jurídica y evitando prohibiciones o limitaciones que dificulten la actividad. De hecho, el colectivo considera muy urgente modificar el Decreto Foral 94/2022, del 26 de octubre, por el que se aprobó el reglamento de desarrollo de la Ley Foral 19/2019, del 4 de abril, de Protección de los Animales de Compañía de Navarra. Y no menos importante, se reclama la modificación sustancial del Reglamento de la Ley de Caza 17/2005 y de la Orden Foral de Vedas. “Necesitamos una Administración cinegética estable, eficaz y cualificada”, sentencian desde la FNC.