Entre carlistas. Así se titula el libro publicado por Pamiela que contiene el texto homónimo –Among the Carlists– en el que el abogado británico John Furley narró su experiencia como voluntario de Cruz Roja durante los meses de mayo y junio de 1874, en plena Tercera Guerra Carlista.

Guillermo Sánchez Martínez y Jon Arrizabalaga son los responsables de la edición, el estudio introductorio y las notas de este volumen, en un proceso de trabajo similar al que ya realizaron hace siete años cuando publicaron –también con Pamiela– Muertos y Heridos, antología de textos literarios y científicos del médico pamplonés Nicasio Landa, cofundador de Cruz Roja Internacional y de sus sociedades española y navarra. Ambos autores llevan más de 15 años investigando en torno a la acción sanitaria y humanitaria de Cruz Roja en general y la de Nicasio Landa en particular. Y durante este tiempo se encontraron con el texto de Furley, gran admirador del doctor navarro y, como él, integrante del primer movimiento internacional de la entidad. En 1874 viajó de Versalles a Baiona y de ahí se movió durante dos meses por Navarra, los territorios de la actual CAV, así como de Cantabria, “en un momento muy crítico de la guerra carlista” para observar “si se cumplía la Convención de Ginebra, y aprender temas logísticos de organización de hospitales y de ambulancias durante una contienda”, apunta Jon Arrizabalaga. Y es que, si bien entonces las guerras civiles quedaban fuera de la convención, en este caso ambos bandos se comprometieron a respetarla”, de ahí la intervención de Cruz Roja, en cuya sede de Pamplona ha tenido lugar la presentación del libro en presencia de la nueva presidenta de la delegación navarra, Isabel Cadena Riera.

Sin querer desvelar mucho del contenido del texto original, Guillermo Sánchez comenta que “puede ser leído de muchas maneras”. Por ejemplo, como el relato de los orígenes y la actuación de Cruz Roja en la guerra carlista vista a través de los ojos de un observador externo. También como “un relato de viajes” en el que el autor describe paisajes -tanto rurales como urbanos-, gentes, gastronomía, lugares, edificios... Y para quienes quieran profundizar un poco más, se incluyen varios apéndices con textos de distinta autoría, uno de ellos del propio Furley, entre los que destaca uno que debate sobre la conveniencia o no de que Cruz Roja tomara parte en ciertos conflictos armados. Y es que, como se indica en la publicación, el propio bando carlista creó su sociedad sanitaria humanitaria, de ahí que, inevitablemente, la pregunta es “si puede haber más de una sociedad neutral de auxilio” en una situación de estas características. 

Por último, Entre Carlistas contiene un completo apartado de notas con datos de toda clase sobre distintos episodios, lugares y personajes.