Laura Chivite Ezkieta ha recibido este martes el premio Promoción del Talento Artístico en un acto en el que ha estado acompañada por su madre, Isabel Ezkieta, y su padre, el escritor Fernando L. Chivite, columnista de DIARIO DE NOTICIAS. También han acudido su abuela, sus tíos y algunos de sus primos, entre otros familiares. La escritora galardonada, que actualmente se encuentra en situación de desempleo, reside en Madrid, donde escribe su primera novela. Gente que ríe (Caballo de Troya), su primer libro, salió el año pasado, obteniendo excelentes críticas. En este caso, la autora reunió nueve cuentos hilvanados por un personaje, Berta, que transitaba de uno a otro.

Desde que empezó a publicar ha recibido varios premios y reconocimientos. ¿Son un acicate, qué significan?

–Significan que a gente a la que no conocía de nada le ha gustado mi trabajo, y eso es lo más bonito de la literatura.

¿Pueden ser los premios una presión porque generan expectativas? ¿Cómo lo lleva en ese sentido? 

–No necesariamente. Nunca he sido muy ambiciosa ni he tenido muchas expectativas sobre mí, siempre he sido bastante pesimista en ese sentido, así que los premios para mí son una alegría, pero no me generan presión.

¿Qué supone el apoyo institucional para las/os creadores emergentes?

–Ser creador emergente o creador en general es mucho más precario de lo que se piensa. Tengo muchos amigos artistas, de muchas disciplinas diferentes, y todos dependemos del apoyo institucional como casi única fuente de ingresos. Y a veces ni eso. 

¿Tiene algún proyecto en mente para invertir los 10.000 euros del Premio de Promoción del Talento Artístico del Gobierno de Navarra?

–Al parecer, el dinero me lo darán el año que viene, así que para conseguirlo tengo que pensar bien el proyecto. Es complicado. 

¿Cuáles son los temas o las inquietudes que la empujan a escribir?

–Toda la vida en general.

Ha publicado varios textos breves, ¿Es el cuento tu género predilecto? 

–No. De hecho, llevo un año escribiendo una novela.

¿Qué lugar ocupa en su vida la lectura y de qué cree que podría servir este ejercicio en estos tiempos de prisa e impaciencia?

–Leo y escribo a diario, así que podría decirse que es mi oficio y mi pasión. Pero no creo que haya una fórmula para luchar contra estos tiempos de prisa e impaciencia. Ojalá la literatura pudiera con todo, pero no es así. l