Toda buena historia cuenta con un gran final, y aunque el año del Enerparking no ha terminado, el cierre de la temporada regular dejó un gran sabor de boca en el conjunto navarro. Jordi Juste (10/09/1978, Tarrasa), entrenador de Basket Navarra, fue el director de una narrativa de película. En diciembre eran colistas de la LEB Plata y solo pensaban en arreglar una temporada que no empezó de la mejor manera. Cuatro meses después, tras ganar los tres últimos partidos de liga, afrontan el primer partido del play off de ascenso ante el Cartagena (12.00, domingo), consiguiendo igualar el logro que alcanzaron la temporada anterior. Un premio a la perseverancia.

Por segundo año consecutivo están en el play off

-Es la segunda temporada que iniciamos con un objetivo menos ambicioso como era la permanencia. En ambas temporadas, el cambio y la reestructuración fue necesario. En el caso de este año, por un cambio de ciclo al dejarlo Iñaki Narros. Estamos muy contentos. Esta segunda temporada la empezamos mal a nivel de resultados, viéndonos colistas en diciembre. La segunda vuelta que hemos hecho ha sido increíble. El equipo ha crecido mucho y hemos ofrecido un buen baloncesto, rápido y alegre. Con este estilo, el equipo ha ido ganando en confianza y los jugadores han tenido tiempo para crecer juntos y establecer esos automatismos y dinámicas del juego que te llevan a ganar los partidos.

El comienzo de temporada no fue bueno, ni el juego, ni los resultados eran los esperados. ¿Qué problemas hubo en ese inicio?

-Los cuatro primeros partido fueron complicados. Recuerdo el primero, en Marbella, que se nos escapó al final. Lo achacamos a la falta de experiencia, lo mismo nos sucedió contra el Melilla. Ese fue más grave, llegamos a ganar de 24 puntos en el segundo cuarto fueron capaces de remontarnos. A partir de ahí, viene una victoria en Morón y un par de victorias contra Algeciras y Gijón. Había partidos que dominábamos y que se nos escapaban al final por falta de experiencia, conocimiento los unos con los otros y adaptación al estilo que queríamos; un estilo que, a veces, nos lleva a perder muchos balones por arriesgar y correr mucho.

¿Cuál fue el punto de inflexión para revertir esta dinámica negativa?

-Hay dos puntos. Contra Burgos, en diciembre, tocamos fondo en un partido que teníamos controlado y que se nos escapó, forzando Burgos la prórroga, y por un par de pérdidas tontas. Luego vinieron días de entrenamientos porque se suspendieron los partidos de Zornotza y Ponferrada, y en el partido de Zornotza vino el punto de inflexión. Eran líderes, se jugaban su clasificación para la Copa y nosotros éramos colistas. Fuimos de menos a más, competimos muy bien y nos pusimos por delante en el tercer cuarto. Nos vimos capaces de sacarlo. Ese partido fue la clave de la segunda vuelta.

En Navidad tuvieron la incorporación de Lucas N'Guessan que le dio mucho al equipo.

-Lucas ha estado cuatro partidos desde que se lesionó. Nos ayudó en las victorias contra Algeciras y Gijón. Era una referencia interior que no teníamos. Estamos muy ilusionados y creemos que nos va a dar otro recurso más en el juego interior. Aparte de que Stephen (Ugochukwu) pueda descansar y tener más rotación, lo estamos exprimiendo mucho. Con Lucas deberíamos ser más competitivos, siempre y cuando se recupere de la lesión a tiempo.

El final de la temporada regular ha sido inmejorable, tres victorias seguidas para asegurar el play off

-El equipo ha madurado y ha sido muy consistente y sólido contra rivales de peso. Burgos y Zornotza, terceros en cada jornada respectivamente, y Ponferrada jugándose el mismo objetivo del play off. Fuimos muy serios, en ataque nos pasamos el balón muy bien, siendo muy generosos y buscando las mejores opciones. Si te fijas, prácticamente todos los jugadores acaban anotando, eso indica el trabajo colectivo que hay en ataque. Pero el paso clave fue a nivel defensivo. La concentración es más alta y se cometen muchos menos errores.

¿Le costó encajar a los nuevos jugadores que llegaron en verano?

-Tuvo algo que ver. Es verdad que en LEB Plata y en baloncesto en general, el cambio de plantilla es una constante. El perfil de jugadores que fichamos, aparte de ser jóvenes, llegaban para un rol distinto al que habían tenido en otros equipos. Siempre hay cambios y el proceso puede acelerar en función de quién traigas, pero en el caso de estos chicos, el cambio de rol y el paso a tener una responsabilidad mayor influyó para que nos costara sacar esos resultados de inicio.

¿Intentar igualar la temporada anterior fue peso para el equipo?

-De entrada, sí. Cuando uno lo consigue, quiere repetir, obviamente, pero en navidades el objetivo cambió. Vernos últimos nos hizo pensar las cosas, ir un poquito más despacio. Lo primero que quieres es salvar la temporada y evitar el descenso directo. Después intentar evitar las fases de play out y estar en una posición tranquila. Esta gran segunda vuelta nos ha permitido conseguir objetivos mayores, la plaza de play off y una sexta posición que en diciembre, ni los más optimistas, los hubiésemos pensado.

Este domingo tienen el primer partido de la fase de ascenso contra el Cartagena. ¿Qué espera encontrarse?

-Es un equipo con mucho talento físico, muy buenos en el uno contra uno, muy hábiles y con tiro exterior de la mano de Kimbrough o Samu Rodríguez. A nivel de talento físico tienen mucha intimidación, en jugadores interiores grandes, con larga envergadura y móviles. Si hay algún punto débil en este equipo, puede ser que a nivel defensivo tienen problemas en algunas situaciones que intentaremos explotar.

¿Piensa que en el play off

-El equipo está bien. Ha luchado para conseguir salir de una situación muy difícil y se ha visto recompensado con premio. Estos tres partidos han sido claves para adquirir una madurez y una solidez que no teníamos antes. A nivel mental, el equipo está contento y con muchas ganas. Deseamos y creemos que vamos a ser competitivos.

Su tercera temporada regular en Pamplona. ¿Qué balance le da a estos tres años?

-El primer año no sé si contarlo o no porque duró un mes por la pandemia. Aun así fue un mes muy intenso que recuerdo con mucho cariño. Me sentí muy querido desde el principio y con mucha confianza. Esa confianza se demostró en la renovación pese a que jugamos solo tres partidos. La temporada pasada conseguimos los play off; esta también. Estoy contento en Pamplona, se trabaja muy bien y muy tranquilos y en los momentos críticos que hemos tenido esta temporada puedo decir que tuve la tranquilidad necesaria y el apoyo del club parta revertir la situación. He sido un privilegiado de haber superado ese momento difícil.

Su mente está puesta en la eliminatoria contra el Cartagena pero, ¿sueñan con el ascenso?

-Queda muy lejos. Estamos a seis partidos de la LEB Oro, pero estamos muy lejos. Las eliminatorias suelen ser largas y difíciles. De entrada está Cartagena, un equipo con muchos recursos que va a costar muchísimo ganarles. Vamos poco a poco.