- Lysa Tchaptchet y Nerea Pena acaban de escribir sus nombres, con letras mayúsculas, en la historia del balonmano navarro. Por primera vez, dos jugadoras de esta tierra se han proclamado campeonas de la Champions League, el mayor título europeo a nivel de clubes. Su equipo, el Vipers Kristiansand noruego, se alzó este pasado fin de semana con el preciado trofeo tras vencer en la final al Györ de Ambros Martín, en un marco además colosal: el nuevo MVM Dome de Budapest, en Hungría, que reunió en sus gradas a 15.400 espectadores. Un registro histórico.

Este título continental viene a redondear una temporada de ensueño para Tchaptchet, de 20 años, que con la competición ya en curso se incorporó en octubre al Vipers tras abandonar el Elche de la Liga Guerreras Iberdrola. Para Pena, de 31, ganar la Champions ha supuesto cumplir su gran sueño y es además todo un revulsivo tras una campaña complicada en la que ha sufrido una grave lesión de la que aún se recupera y que le ha impedido estar sobre la pista con sus compañeras.

Ambas disfrutan ya de las vacaciones estivales tras una temporada exigente, pero que seguramente no olvidarán jamás. En especial Lysa Tchaptchet, que en sólo unos meses su carrera deportiva ha despuntado exponencialmente. “Aún no soy consciente de que he ganado una Champions. Sólo cuando me pellizco veo que es real. Estoy súper contenta, feliz. No había mejor manera de terminar la temporada”, decía a este periódico horas después de colgarse la medalla de campeona.

Con sólo 5 años, Lysa Tchaptchet salió de su Camerún natal rumbo a Villava-Atarrabia. Poco después empezó a jugar al balonmano en el Beti Onak, equipo que acaba de ascender a la máxima categoría. Con 17 dejó su pueblo, fichó por el Elche y a finales del pasado año se le abrió una puerta imposible de no cruzar: jugar en el Vipers Kristiansand, que ya era campeón europeo, junto a su paisana Nerea Pena.

En sólo unos meses en Noruega, la internacional navarra ha ganado la Liga, la Copa y la Champions. Y, además, ha renovado su contrato con las noruegas dos años más. “Todo está siendo muy intenso y muy rápido para mí. Estoy feliz en este equipo, que se ha convertido en mi familia. Se me ha hecho muy fácil adaptarme, porque con estas jugadoras es muy sencillo”, explica la pivote, cuya actuación en la final fue destacada: marcó tres de cuatro goles en los más de 40 minutos que jugó. “Ganar en una cancha como la de Budapest fue una alegría inmensa. Esa noche dormí con la medalla y no me la quito. Pienso dormir con ella toda la semana”, decía una Tchaptchet exultante que tuvo a su madre, a dos tíos -uno de ellos viajó desde Camerún- y a su hermana Lyndie, del Gurpea Beti Onak, en la grada alentándola.

A sus 31 años, Nerea Pena tiene un palmarés envidiable que incluye medallas en Europeos y Mundiales con la selección. Incluso, llegó a ser subcampeona de Champions con el Itxako. Pero aún se le resistía el trofeo de los trofeos. “Es una pasada. Era mi objetivo. Ya Por fin tengo este título tan especial y encima conseguido en Budapest, mi casa también”, destacaba la primera línea pamplonesa, que durante siete años jugó en el Ferencvárosi Rail Cargo húngaro.

La primera campaña de Pena en el Vipers ha terminado con un gran broche de oro, aunque no ha sido fácil. “Elegí el proyecto porque sabía que había opciones reales de ganar la Champions. Terminar así ha sido la hostia. Estoy muy orgullosa de estar en este equipo”, indicaba la internacional, que aún se recupera de una lesión. En febrero fue intervenida de una tendinopatía crónica en su rodilla izquierda, tras estar inactiva desde septiembre, y aún prosigue con su recuperación. “Me queda un tiempo todavía, sigo teniendo dolor. La temporada ha sido jodida por el tema de la rodilla, pero es parte del deporte”.

Nerea Pena presenció el triunfo de su equipo desde la grada, algo que no se lo desea “a nadie”. “Prefiero estar en el banquillo viendo el partido, aunque no juegue”, aseguraba. Con todo, reconoce que la experiencia continental “ha sido increíble, genial” y más aún con la felicidad de compartirla con otra navarra. “Es una alegría para nuestro balonmano. Desde que hablé con Lysa para que viniese le transmití la oportunidad que era para ella. Es algo único lo que está viviendo y estoy feliz”. l

“Todo está siendo muy intenso y rápido para mí. Estoy feliz en este equipo, que ya es mi familia”

Pivote del Vipers Kristiansand

“Es una pasada. Por fin tengo este título tan especial. Era mi objetivo. Acabar así la temporada es la hostia”

Primera línea del Vipers Kristiansand