Hay mucha gente que disfruta de la compra en el supermercado, comparar precios y revisar etiquetados. Pero a veces hay circunstancias en las que no es posible acudir a la compra con asiduidad por problemas de movilidad, trabajo, enfermedad, agenda, climatología, etc. En estos casos es importante tener un fondo de despensa que facilite una dieta completa y saludable.

Todo tiene su fecha de caducidad o consumo preferente, pero hay algunos alimentos que no van a estropearse si no los usamos al poco tiempo de comprarlos, que pueden permanecer en la despensa más de un año y con los que podemos hacer una comida saludable en un momento. Según TK Home Solutions estos son los productos que no deben de faltar en una despensa y con los que podremos apañar en poco tiempo una comida saludable.

Arroz

Siempre hay que tener arroz, una fuente importante de proteínas y carbohidratos que puede estar en perfectas condiciones durante dos años si no lo abrimos o si, una vez abierto, tenemos cuidado de mantenerlo bien cerrado. El integral es mejor, porque además aporta vitaminas, minerales y fibra, pero durará menos que el otro, unos seis meses aproximadamente.

Pasta

Los macarrones, espirales, fideos, el cuscús... se pueden cocinar de mil maneras y son cereales básicos para una dieta equilibrada y variada.

Legumbres

Es mejor comprarlas secas y tener siempre aprovisionamiento de lentejas, garbanzos y judías, que duran y duran. Existen también las lentejas peladas y secas que van muy bien para hacer purés y sopas. Las legumbres se pueden comprar ya cocidas, si se prefiere; también tienen una larga vida, pero suelen aportar más sal. Cualquier legumbre, una vez cocida, puede ser un buen plato de cuchara que no necesita añadirle carne, aunque sí un sofrito con ajos y pimentón.

Botellas de aceite de oliva. Freepik

Aceite de oliva

Es imprescindible para todo, para cocinar y para las ensaladas, rico en grasas insaturadas y antioxidantes. Puede durar más de un año en perfectas condiciones de sabor, olor y color si lo mantenemos protegido de la luz y el calor.

Conservas de pescado

Las latas de pescado tienen un alto valor nutritivo y ácidos grasos omega 3. Son perfectas para una despensa saludable y tienen una larguísima vida: entre dos y cinco años, incluso más si se mantienen en buenas condiciones. Las latas de atún, bonito, mejillones, sardinas... son muy socorridas.

Conservas de verduras

Si están bien cerrados y protegidos de la luz duran varios años, igual que las latas. Es bueno tener algunos tarros de verduras para emergencias, por ejemplo, alcachofas, espárragos, judías verdes, guisantes, habas, setas, menestras, etc. Todas las conservas de verduras permiten elaborar una comida rápida, saludable y sin esfuerzo, simplemente con un aderezo sencillo de aceite, vinagre y cominos, en un revuelto o mezcladas con arroz o pasta.

Bolsa de almendras. Freepik

Frutos secos

Anacardos, nueces, almendras, pasas, ciruelas e higos son muy nutritivos y saludables, además de duraderos. Si los tenemos en la despensa, se pueden añadir a los arroces y las pastas para darles un toque diferente. Otra buena idea es tener frutas deshidratadas, pero hay que elegir las que no llevan azúcar añadido.

Especias y salsas

Ajo en polvo, curry, pimentón, comino, cayena, albahaca y orégano son los imprescindibles para realzar el sabor. También la salsa de soja resulta duradera y, si gusta, va bien con muchos platos. Las especias tienen una larguísima vida y solo después de varios años empiezan a perder sus propiedades. Los botes de tomate frito pueden durar hasta cuatro años en la despensa y son imprescindibles para combinar con el arroz y la pasta.

Encurtidos

Los pepinillos, las alcaparras y las cebollitas en vinagre son muy duraderos. Conviene mirar el etiquetado y elegir los que no lleven azúcar y siempre cuidar sacarlos con un tenedor del tarro para no contaminar el resto con las manos. Se pueden añadir a cualquier ensalada con caballa o sardinas y a la pasta.

Productos no perecederos en una despensa. Freepik

Caldos, sopas y puré de patata

Algunos caldos envasados tienen una larga vida, pero no todos son saludables. Conviene revisar el etiquetado a la hora de elegirlos. El puré de patata en polvo o en escamas resulta muy socorrido. Puede servir de guarnición o de primer plato, pero necesita que tengamos leche a mano. Si le añadimos un sofrito de ajo y pimentón, mejorará muchísimo.

Productos para el desayuno

No todo son comidas y cenas. Hay que contar con soluciones duraderas según lo que tome cada uno por la mañana: café instantáneo, bolsitas de té, galletas, tostaditas, miel... son productos de larga vida. Los cereales también suelen durar un año.

Los frescos más duraderos

Las patatas y cebollas duran mucho tiempo si las compramos bien firmes y sin golpes ni magulladuras. Hay que conservarlas en un lugar fresco y oscuro. Los huevos se mantienen durante cinco semanas, pero es preferible dejarlos en su envase en un estante y no en la puerta de la nevera. La leche con tratamiento UHT dura muchos meses.