PAMPLONA. Perú ofrece oportunidades de negocio en infraestructuras, bienes de equipo, turismo, agroindustria, gestión del agua y ciudades inteligentes, atractivos que se acompañan de la "estabilidad y prosperidad" de este país dentro de la región latinoamericana.

Así lo ha manifestado el embajador de España en Perú, Ernesto Zulueta Hasburgo-Lorena, en una jornada que ha tenido lugar en la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Navarra, ha informado hoy en una nota.

Según ha explicado el embajador, "tras superar una de sus etapas más complejas de su democracia, respetando en todo momento los cauces constitucionales y la voluntad popular, el Perú se encamina hacia el bicentenario de su independencia en 2021 con retos importantes de reformas políticas y estructurales, de fortalecimiento institucional y descentralización, de lucha contra la corrupción, de desarrollo económico y disminución de brechas sociales".

Zulueta ha señalado que Perú es actualmente uno de los países más estables de la región y con un crecimiento económico sostenido que le lleva a presentar indicadores macro-económicos de un país de renta media, al punto de estar solicitando su ingreso en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Sin embargo, estos logros macro-económicos conviven con situaciones de pobreza y con un reparto de la renta nacional poco equitativo, con elevados índices de economía sumergida.

Durante su intervención, el ponente ha señalado que el comercio exterior peruano se mantiene en auge en otros sectores, como es en la industria textil, con ropa de algodón y de alpaca; también en el sector madera y papel; y sobre todo, en el sector alimentario, con grandes exportaciones de frutas y hortalizas frescas.

Después del dinamismo económico que mantuvo el Perú entre 2002 y 2013, con un crecimiento promedio anual del 6,1 % y baja inflación, el país ha seguido una expansión económica más prudente de 2014 a 2018, en un promedio de 3,2 % PIB anual, tasa inferior a la del crecimiento potencial de la economía a largo plazo.

En este sentido, el embajador de España en Perú ha explicado que la recuperación de un ritmo de crecimiento sostenido en los próximos años dependerá principalmente del fortalecimiento de la demanda de los socios comerciales del país, la consecución de un mayor grado de ejecución del presupuesto de inversión pública y, sobre todo, el logro de avances significativos en la inversión y el consumo privados.

En el Marco Macroeconómico Multianual publicado por el Ministerio de Economía y Finanzas a finales de 2019 se contempla como previsión central que el país crezca a una tasa promedio del 4,4 % entre 2020 y 2023 gracias a la mayor fortaleza de la demanda interna y la adopción de medidas de política económica dirigidas a la mejora de la productividad y competitividad del país.

Dadas las condiciones con las que cuenta la economía peruana, este objetivo es alcanzable si se logran implementar las reformas estructurales clave que el actual Gobierno ha marcado claramente en el Plan Nacional de Competitividad aprobado en julio del año pasado.

Para Zulueta, es en este contexto en donde cabe considerar que se abren grandes oportunidades para las empresas españolas, ya muy presentes en la realidad peruana.

Actualmente, hay más de 400 empresas españolas implantadas en Perú. La actividad empresarial española destaca en las áreas de las TIC, el sector financiero, construcción de grandes infraestructuras energéticas y del transporte.

No obstante, para el embajador, "la diversidad y competitividad de nuestro tejido empresarial nos permite acometer proyectos de cualquier tipo y en diferentes ámbitos, lo que se refleja en inversiones en prácticamente cualquier sector de actividad en Perú".

A lo largo del periodo comprendido entre 2015 y 2018, el saldo comercial bilateral entre España y el Perú ha sido deficitario para España (600 millones de euros) y favorable para Perú (1.155 millones).

En este sentido, el presidente de la Cámara de Comercio de Navarra, Javier Taberna, ha explicado que la Comunidad foral también tiene una balanza negativa, ya que "las empresas navarras exportaron en 2019 a Perú bienes por valor de 9 millones de euros e importaron 30 millones de euros", ha explicado.

os principales productos exportados son productos industriales y tecnología; entre los que destacan los de fundición y hierro. Por otro lado, la Comunidad foral compra a Perú conservas vegetales y hortalizas.

Durante su intervención, Taberna ha destacado los lazos culturales que unen Perú y España que facilitan las relaciones comerciales entre ambos países. Además ha señalado que es un país muy abierto que defiende el libre comercio y que cuenta con acuerdos internacionales muy importantes en un contexto estable con las necesarias garantías jurídicas para la inversión privada y el desarrollo económico.