Una delegación navarra ha visitado el ecosistema de bioemprendimiento SynbiCITE de la universidad pública Imperial College en Londres para estudiar su implantación en el Polo de Innovación Digital.

La delegación está liderada por la directora general de Industria, Energía y Proyectos estratégicos S3, Uxue Itoiz, y en ella han participado responsables de centros de tecnológicos de Navarra, y el director de la Unidad de Innovación Social, Juanjo Rubio.

El objetivo de la visita es conocer experiencias de éxito en el campo de la biotecnología para estudiar su implantación dentro de IRIS, el Polo de Innovación Digital, informa el Gobierno de Navarra en un comunicado.

Durante la visita, la delegación ha conocido la London Biofoundry, un laboratorio biotecnológico automatizado y digitalizado que cuenta con capacidades avanzadas para leer, modelizar y escribir genomas. Además, esta tecnología permite diseñar sistemas biológicos en proyectos de bioinnovación y prototipar soluciones biológicas en procesos de incubación de bioStartUps.

La jornada ha terminado con un intercambio de ideas en un encuentro con bioemprendedores del bioecosistema londinense. Estas empresas trabajan en sectores estratégicos para Navarra como son la agroalimentación, el medioambiente y los materiales industriales de precisión.

La delegación ha conocido el trabajo de Better Dairey, una empresa que utiliza biología para conseguir componentes nutricionales idénticos a los de la leche sin utilizar animales.

Además, han estado presentes representantes de Puraffinity, una startup que diseña y fabrica membranas vivas especializadas en filtrar los residuos específicos de una organización. Por último, han conocido la experiencia de Solena Materials, una nanofabrica con sistemas biológicos que crea materiales industriales con propiedades avanzadas.

En el encuentro ha estado presente Paul Freemont, impulsor de la bioestrategia en Reino Unido y presidente de la Alianza Global de Biofoundries. Freemont ha compartido con la delegación navarra su visión sobre el enorme potencial de la biología sintética para el desarrollo económico sostenible en el siglo XXI.