El empleo resiste al impacto de la guerra. El empleo creció y el paro bajó en abril. Pero los datos muestran una cierta ralentización de un mercado de trabajo que sigue mejorando, pero que lo hace a un menor ritmo que hace unos meses, cuando ni los precios ni un conflicto armado preocupaban como ahora.

Abril deja un descenso de 972 desempleados. No es ninguna novedad. Entre marzo y junio, las cifras de parados bajan casi siempre en Navarra, de la mano tanto de la hostelería como de la industria agroalimentaria. La llegada de la primavera, que impulsa el turismo y pone en marcha las primeras campañas del campo, abre la mejor etapa para el mercado de trabajo en la Comunidad Foral.

El número total de desempleados, sin embargo, sigue en cifras muy altas. De hecho, y a diferencia de lo que sucede en el resto de España, en Navarra el número de parados (33.426) sigue estando por encima del que se registraba antes de la pandemia y, desde luego, es muy superior al que había antes de la crisis de 2008, cuando en la Comunidad Foral se hablaba de pleno empleo. En el conjunto de España, el dato de abril es el más bajo desde el año 2008.

En abril, asimismo, tanto el descenso del paro como la creación de empleo se han enfriado respecto a los mejores años. Los problemas de aprovisionamiento mantienen al ralentí a la planta de Volkswagen, que en estos momentos dispone de pedidos para hacer más coches, pero que se encuentra limitada por la falta de piezas. Esto se traduce en cientos de empleos que dejan de crearse tanto en la planta como en sus proveedoras.

La buena noticia es que el empleo sigue creciendo. Y que el impacto de la inflación y de la guerra solo ha conseguido ralentizar el avance de un mercado de trabajo que se encuentra en máximos en cuanto a afiliación de la Seguridad Social y que se encamina hacia los 300.000 afiliados. Lo mismo sucede en el conjunto del Estado, donde por primera vez se han superado los 20 millones de cotizantes.

Y además de ello, la reforma ha introducido, por fin, una apariencia creciente de estabilidad en el mercado de trabajo. El número de contratos indefinidos batió todos los registros en abril, un mes en el que se registraron 24.511 contratos. Así, por tipo de contrato, se han formalizado 6.936 contratos indefinidos y 17.575 contratos temporales. De esta forma, del total de los contratos registrados en abril, el 28,3% han sido indefinidos. Se trata de la mayor cifra de contratación indefinida de la serie histórica, tanto en términos absolutos como porcentuales.

En términos anuales se ha registrado un 228,4% más de contratos indefinidos (+4.824) mientras que el número de contratos temporales se ha reducido un 29% (-7.175). Cabe reseñar, por todo lo que ello supone, que en el caso de la contratación indefinida de la población joven (hasta 30 años), que es la que ha sufrido una mayor temporalidad, el número de contratos indefinidos se ha incrementado en un año un 343,2% (pasando de los 581 contratos en abril de 2021 a los 2.575 en abril del presente año).

Cabe añadir que, del total de los contratos indefinidos registrados, el 37,1% se han registrado para menores de 29 años, el 49% han sido contratos indefinidos de mujeres y el 25,2% de los contratos indefinidos totales han sido para personas con nacionalidad extranjera.