Hace cuatro años David Moreno Álvarez era un desempleado de larga duración, desesperado por encontrar un trabajo como reponedor o dependiente. A pesar de su experiencia, ninguna compañía de distribución le llamaba. En ese momento crítico, se fijó en un rider de Glovo que todos los días pasaba con una bicicleta por su calle. Un día se acercó a él para preguntar en qué consistía su actividad y las condiciones económicas. “Como nadie me contrataba, al final me contraté yo mismo a través de esta plataforma”, cuenta David, sentado en la terraza de una cafetería en Pamplona, con una Coca Cola, mientras relata su historia.

David se dio de alta como autónomo y comenzó una relación laboral con Glovo que ahora continúa como asalariado y representante sindical por CCOO en Navarra. El viernes 24 de junio la plantilla de Glovo Express, en su sede de Paulino Caballero, celebró las primeras elecciones sindicales, en las que este pamplonés, con estudios de Bachiller, salió elegido como delegado. “Mi compañero Pablo iba a ser el candidato, pero cambió de empleo y el siguiente en la lista era yo”, rememora este joven de 36 años.

Bicicleta y aire libre

Confiesa que su trabajo le gusta porque disfruta con la bicicleta, del aire libre y de tratar con las personas (algunos clientes ya son habituales), pero tampoco quiere que la empresa “se ría a la cara de la plantilla y de él al aplicar unas condiciones laborales claramente mejorables”, subraya. Por ese motivo, asumió el papel de primer delegado sindical de Glovo en la Comunidad Foral y el decimocuarto en el Estado, ya que solo Catalunya ha organizado comicios para constituir un comité con diez representantes de CCOO y otro tres de UGT.

Faltan escasas semanas para cumplirse un año de la aprobación de la ley rider por la que las plataformas como Glovo debían iniciar un proceso para transformar a sus falsos autónomos en trabajadores por cuenta ajena. “La empresa envió un correo electrónico en el que preguntaba si queríamos cambiar nuestra condición laboral; y yo respondí de manera afirmativa”, recuerda David, con pareja, y una hija de nueve años fruto de una relación anterior.

Todavía más de cien autónomos

CCOO había contabilizado unas 150 personas que desarrollaban su actividad como falsos autónomos para Glovo en Navarra. De todos ellos, solo tres pasaron a formar parte de la plantilla de Glovo Express, empresa con CIF diferente a la que todavía opera con personal por cuenta propia.

Ahora representa a una plantilla de nueve personas contratadas y otras seis por ETT, con centro de operaciones en Paulino Caballero, número 37. Pero de toda la plantilla, solo él procede del colectivo de falsos autónomos de Glovo en Navarra, ya que el resto de compañeros y compañeras se han incorporado como trabajadores por cuenta ajena desde un principio. “Es como un supermercado, con todo tipo de productos, aunque los clientes demandan principalmente bebida y snacks. Podemos considerarnos el nuevo Teletranca”, cuenta este repartidor.

Sin fines de semana

Descansa los miércoles y jueves, y medita para pensar cuándo libró un fin de semana. “En los últimos cuatro años apenas he disfrutado de un sábado y de un domingo, la conciliación familiar resulta complicada. Hace poco tuve una boda y pedí días de vacaciones para asistir”, ejemplifica.

"Cubro unos 900 kilómetros en bici cada mes; y desde hace cuatro años no he librado un fin de semana"

David Moreno Álvarez - 'Rider'

Todos los meses cubre una media de 900 kilómetros con la bicicleta entre los diferentes repartos en la Comarca de Pamplona. “En mayo alcancé el récord de mil kilómetros, y la empresa me abona dos céntimos por cada uno”, añade.

Todos los jueves, como el resto de compañeros, recibe el calendario laboral de la siguiente semana para cubrir sus 30 horas, aunque algunos tienen 40. La compañía aplica el convenio estatal de tiendas de conveniencia. “Cobro 1.200 euros netos, pero a partir de julio pueden descender a mil porque expira la vigencia de un complemento de 200 euros”, explica.

La lista de reivindicaciones

Su propio testimonio se transforma en una lista de reivindicaciones laborales. En la fachada del supermercado de Glovo en Pamplona, con tonos amarillo y verde, un cartel de CCOO anima a la plantilla a que se organice para luchar contra la precariedad y para exigir la aplicación del convenio provincial; disfrutar de un fin de semana de descanso; aumentar la retribución por kilometraje en bicicleta; disponer de vehículo, móvil y línea de datos de la empresa; y pedir cinco minutos de descanso por hora, retribuidos como tiempo efectivo de trabajo.

El delegado de CCOO reivindica el convenio del comercio de alimentación y descansar un fin de semana al mes, entre otras reivindicaciones

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Este delegado desconoce por el momento a su interlocutor en la empresa para negociar estos avances para la plantilla. Afronta cuatro años de trabajo con el objetivo de lograr estas conquistas laborales; y para ello, confía en el asesoramiento de Carlos de la Torre-Verdejo, secretario de Juventud en CCOO. “Entre las prioridades, intentaremos que la empresa acepte el convenio del comercio de alimentación de Navarra, que reconoce a los riders”, reitera.

Ha iniciado su aventura sindical aunque también añade otra asignatura pendiente: “Desde hace tres años quiero estudiar el Grado de Lengua y Literatura en la UPNA, pero me es imposible, porque necesito trabajar el máximo de tiempo”.