La sociedad pública INTIA ha cifrado en un 15 % el descenso de la producción en la campaña de cereales de este año en Navarra en comparación con la cosecha pasada. En un año marcado por la ausencia de lluvias y temperaturas de máximos históricos, la campaña se salda con un total de 678.000 toneladas de grano recolectado, estimación obtenida tras los datos proporcionados por las cooperativas asociadas que suponen el 80 % del total de la superficie navarra.

El dato se refiere al cómputo total de trigo, cebada, avena, colza y leguminosas, indica INTIA en una nota, en la que advierte que si se tienen en cuenta la media de rendimientos de los últimos 6 años, la bajada es aún mayor y llegaría al 22 %.

Analiza que esta campaña se ha caracterizado por la gran disparidad de rendimientos registrada tanto por zonas como por parcelas e incluso con diferencias notables dentro de una misma parcela. Sin embargo, en términos generales, concluye que en la zona sur de Navarra se han conseguido rendimientos normales, próximos a la media de campañas precedentes, mientras que los cultivos situados más al norte de Navarra han acusado en mayor medida la merma en la cosecha.

Así, en la zona intermedia de la Comunidad Foral, el cereal se ha resentido en menor medida frente a las zonas de Baja Montaña donde el rendimiento global ha sido claramente inferior. Se da la circunstancia de que, en esta heterogeneidad de comportamientos entre zonas y parcelas, ha habido situaciones en las que los rendimientos no han sido tan malos, dice el informe.

En cuanto a tipo de cultivo, el comportamiento de la cebada ha sido "más que aceptable" en todas las zonas, mientras que el trigo ha sufrido más en las zonas situadas más al norte.

Este perjuicio ha supuesto el peor balance de este cultivo de los últimos 12 años, con un descenso productivo en esta zona de Baja Montaña donde el trigo tiene una presencia importante con un buen comportamiento. En la Zona Media de Navarra, el rendimiento de trigo ha sido el segundo peor de los últimos 12 años.

En cuanto a otros cultivos extensivos de invierno, se concluye que ha sido una campaña "muy negativa" en general para la avena, tanto productivamente como a nivel de peso específico. Por su parte, la colza ha podido salvar el tipo, con rendimientos normales en un año que se ha caracterizado por un incremento importante de superficie en Navarra para este cultivo.

Desde 1984 ha sido la segunda campaña con mayor superficie de colza con más de 9.000 hectáreas y un rendimiento que ha rondado los 2.000 kilos de media por hectárea.

El incremento de la superficie de girasol, sin embargo, ha sido menor del inicialmente previsto con un 20 % de aumento, pasando de 4.400 hectáreas aproximadamente a 5.200 en total.