Javier Laguna (Madrid, 1975) es presidente de CEISNA además de gerente de Tasubinsa, uno de los centros asociados. CEISNA atiende en los centros de empleo de iniciativa social a unas 2.000 personas trabajando, el 91% con discapacidad, el 55% con discapacidad severa y especiales dificultades de inserción laboral. CEISNA supone “prácticamente el 85% del empleo protegido en Navarra”, sin ánimo de lucro, poniendo “en el centro de la intervención a la persona”. 

La asociación se constituyó en 2019, la última de las seis familias que componen CEPES, “aunque tenemos centros de empleo como Aspace, Tasubinsa, que llevan una treintena de años”. En total CEISNAagrupa a ocho centros. La unión favorece la defensa de los derechos de las personas con discapacidad. “Los centros especiales de empleo los concebimos como un medio de transición al empleo ordinario, pero es cierto que para muchas personas es finalista. Lamentablemente hay personas que por sus grandes necesidades de apoyo o bajo nivel formativo acaban accediendo a un recurso finalista”. 

“La medalla reconoce a toda la economía social, que pone en el centro a las personas”

Javier Laguna - Presidente de CEISNA

Laguna explica el valor de CEISNA: “Ofrecemos apoyos en el trabajo, para el acceso, la formación y el mantenimiento del puesto de trabajo. Un trabajo permite poder tener una autonomía personal, una independencia, relacionarte con otras personas, tener una rutina...”. Según el presidente de CEISNA, entre un 20 y un 30% de los ingreso pueden venir de políticas activas de empleo, y el resto vía facturación por servicios prestados, tanto a empresas privadas como a administraciones públicas. En conjunto, alrededor de 40 millones de euros entre los ocho centros. “Normalmente las tareas que realizamos son un medio para, no el fin en sí, no nos dedicamos a vender productos concretos, podemos hacer desde inyección de plástico o lavandería industrial, mantenimientos de jardines, limpieza o cualquier otra cosa que nos genere empleo para personas con discapacidad”. 

“La medalla es un reconocimiento para toda la economía social, para cualquier tipo de actividad que ponga en el centro a las personas y priorice siempre el mantenimiento del empleo y lo local”. A su juicio, “reconoce el trabajo de diferentes maneras de entender el empleo y su generación”. Y cuenta que aunque algunos centros trabajan para Polonia, Turquía o Francia, “generalmente la economía social es local y el desarrollo de donde estás ubicado sin deslocalizarte. También es reciclar, economía circular, reutilizar los recursos...” 

Para Javier Laguna, en suma, el galardón valora “otra manera de ver lo que puede ser un tejido productivo, sin despreciar al resto, porque trabajamos para todo lo que no es economía social, como grandes multinacionales. Lo bueno es la interrelación entre los diferentes tipos de economía”.