Edurne Arzelus, (Pamplona, 1975), una de las caras visibles de REAS Navarra-Nafarroa, entiende que la medalla es una validación a la economía social. Tesorera de esta asociación y representante en CEPES, explica la dimensión de la Red de Economía Alternativa y Solidaria, compuesta por 61 entidades socias. 

REAS cumple este mes de diciembre 19 años. Nacida en 2003, agrupa a 531 personas trabajando y 1.241 personas voluntarias y 3.905 asociadas. El volumen de ingresos se sitúa en torno a los 20 millones de euros, en números redondos tres cuartas partes facturación de bienes y servicios y una cuarta parte subvenciones. “Recibir la medalla es un reconocimiento de que el modelo de economía que defendemos es valorado y tiene vigencia”, afirma. “Para nosotras la economía va más allá que el modelo de solo números, beneficios y cuentas. Poner a las personas en el centro, asegurar la equidad y la cooperación, y tener en cuenta el medioambiente, forma parte de nuestro modelo y nuestra forma de ver la economía. Hay que mirar más allá de los números”.

Arzelus asume que “hay economía solidaria más allá de las propias entidades de REAS”. “Somos conscientes”, indica, “de que hay mucha gente que por su forma de ser o de ver la vida o las relaciones de trabajo funciona bajo los parámetros de una economía solidaria”.

“Asegurar la equidad y la cooperación y pensar en el medioambiente son parte de nuestro modelo”

Edurne Arzelus - Representante de REAS en CEPES

REAS está abierta a reunir a más entidades asociadas, y superar la cifra de las 61 actuales. “Muchas personas a veces ni nos conocen”, lamenta Arzelus, “ni saben que hay una red de gente que se preocupa por una economía diferente”. “Somos una organización pequeña que no tenemos ni mucha capacidad de fidelización ni de difusión como pueden tener otras, pero creemos que se puede aumentar. Cada vez hay más organizaciones e iniciativas dentro de la economía solidaria”. 

En esa línea, que Geltoki, una de estas entidades socias, se haya convertido en punto de venta de economía social en el centro de Pamplona tiene un gran valor para Arzelus. “Un proyecto como este es muy interesante, trabajado y perseguido durante muchos años, porque nos hace visibilizar y sacar a la calle la economía solidaria. Uno de los problemas a veces es que la gente cree que los principios de esta economía son muy utópicos o irreales”. Para Arzelus, “Geltoki es un escaparate de la economía solidaria, que visibiliza a todas las organizaciones que están trabajando y demuestran que se puede hacer economía teniendo esos valores. Y para nosotras es muy importante, porque plasma nuestros principios y los convierte en realidad, ya que si no, muchas organizaciones o entidades se quedarían ocultas en el maremágnum de empresas”.