Navarra mantiene su apuesta pública por el coche eléctrico, que supone apenas el 7% de las matriculaciones y que deberá incrementar su presencia en las carreteras en los próximos años. El Gobierno de Navarra quiere que se alcancen los 250 puntos de recarga públicos durante esta década, con el objetivo de vencer uno de los cuellos de botella que, según cree, limitan hasta el momento el despliegue de una movilidad más respetuosa con el entorno.

Mikel Irujo, consejero de Desarrollo Económico, explicó en el Parlamento de Navarra que para 2035 la UE ha marcado el final de la producción de vehículos de combustión, lo que obliga a la transformación del sector industrial. “Y lo ha hecho para luchar contra el cambio climático y porque de no hacerlo en diez años el sector del automóvil podría estar en manos de otro continente”, advirtió Irujo en referencia a Asia, que lleva la delantera tanto por el desarrollo de los fabricantes chinos, como de los japoneses y los coreanos.

"La transición ha de ser más flexible"

Carlos Pérez Nievas - Portavoz de Navarra Suma

Irujo ha identificado los “cuellos de botella” de eléctrico y los ha situado en la usabilidad de la red de recarga, la decisión de compra y las barreras administrativas, por lo que el plan pasa por impulsar el vehículo eléctrico, las infraestructuras de recarga (250 de uso público, lo que significa al menos una cada 50 kilómetros) el turismo con mínima de huella de carbono y una red navarra de infraestructura y recarga emblemática.

Por eso el Plan MOVES III quiere fomentar su instalación así como la compra de vehículos con unas ayudas que se prolongarán aún durante todo el año 2023 y que ha supuesto para Navarra en una primera fase 5,5 millones de euros, incrementados después en otros 18 a la vista del alto grado de ejecución, un 73,2% que convertía a la comunidad en la primera “en buena ejecución” y “con creces”. De hecho ya se han concedido 13 millones de euros, 8,2 en puntos de recarga y 4,8 para vehículos.

El Gobierno de Navarra cuenta asimismo con sus propias ayudas fiscales, que ponen en el bolsillo de un contribuyente que achatarre su viejo coche de combustión hasta 14.500 euros. Y que permiten desgravarse hasta en un 70% el coste de instalar un punto de recarga en el garaje de casa, que ronda como mínimo los 1.000 euros.

Apunte

Puntos de recarga turísticos. El Gobierno quiere que haya cargadores eléctricos en el Palacio real de Olite, en el Castillo de Javier, el Parque natural de Bértiz, las cuevas de Zugarramurdi, en Salazar-Navascués, el nacedero del Urederra, el yacimiento arqueológico de Andelos, el Circuito de Los Arcos, el parque natural de Bardenas Reales, el Monasterio de Leyre, la colegiata de Roncesvalles, la selva de Irati, el yacimiento arqueológico de Arellano y el yacimiento arqueológico de Rada.