Tesla ha despedido a docenas de empleados este miércoles en su planta de Buffalo, en el Estado de Nueva York, después de que los trabajadores de la factoría anunciasen su intención de crear un sindicato, según han denunciado en una queja ante la Dirección Nacional de Relaciones Laborales de Estados Unidos.

En el documento, al que tuvo acceso 'Bloomberg', el sindicato Obreros Unidos ha acusado a Tesla de despedir ilegalmente a sus empleados "en represalia por su activismo sindical y para obstaculizar tal activismo". El sindicato ha apelado a la agencia para que intervenga e "impida una lesión irreparable de los derechos de los trabajadores derivados de la conducta ilícita de Tesla".

Según Obreros Unidos, algunos de los empleados despedidos han estado involucrados en el movimiento sindical, incluido uno que ha sido miembro activo del comité organizador. "Esto es una represalia colectiva contra el grupo de trabajadores que impulsó el esfuerzo movilizador", ha censurado Jaz Brisack, una de las organizadoras.

Sin embargo, Sara Costantino, trabajadora en la planta y miembro del comité promotor, ha afirmado que los despidos están animando a los trabajadores a apoyar al sindicato. "Están intentado asustarnos, y eso creo que les está resultando contraproducente", ha explicado.

La ley federal prohíbe tomar medidas contra empleados que se organicen sindicalmente. Así, en caso de certificar la ilegalidad de las acciones de Tesla, la Dirección Nacional de Relaciones Laborales tiene la potestad de ordenar la reincorporación de los trabajadores despedidos, los cuales tendrían derecho a indemnización. Sin embargo, la agencia no podría imponer daños punitivos contra la compañía.  

ANTECEDENTES

Los trabajadores de Tesla en Buffalo, encargados de la tecnología de piloto automático de sus vehículos, reclamaron hace escasos días mejoras salariales así como menos presiones durante el horario laboral que, alegaban, resultan perjudiciales para su salud.

Los operarios relataron a 'Bloomberg News' que Tesla vigila el tiempo empleado en cada tarea y llega a monitorizar el número de teclas pulsado para medir la productividad, lo que ha llevado a que algunos de estos eviten, incluso, ir al baño. "La gente está cansada de ser tratados como robots", denunció Al Celli, miembro del comité organizador.

De tener éxito, sería el primer sindicato dentro de las factorías de Tesla. Esta iniciativa se sumaría, así, a otras similares vividas en grandes compañías como Amazon, Apple o Starbucks.