El economista jefe del Banco Central Europeo (BCE), Philip Lane, dejó entrever este martes que van a subir más los tipos de interés una vez que se calmen las tensiones en los mercados financieros.

Lane señaló en una conferencia con los observadores del BCE en Fráncfort que seguirán aumentando el precio del dinero si sus previsiones de inflación se confirman.

Las nuevas proyecciones macroeconómicas de los expertos del BCE se finalizaron a principios de marzo, antes de la reciente aparición de tensiones en los mercados financieros.

Estas tensiones añaden incertidumbre a las evaluaciones del escenario de referencia para la inflación y el crecimiento.

Antes de las tensiones, el BCE ya había revisado a la baja la inflación general por la caída de los precios de la energía, pero la inflación excluidos la energía y los alimentos continuó aumentando en febrero y los expertos de la entidad monetaria esperan que se sitúe en una media del 4,6 % en 2023, por encima de lo estimado en diciembre. 

Discurso más ambiguo de Lagarde

Por su parte, la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, se mostró más cautelosa que Lane y dijo este martes por ahora no se manifiesta sobre la evolución futura de los tipos de interés, por lo que ni están comprometidos con aumentarlos más, ni han terminado los incrementos.

Lagarde destacó en una conferencia con los observadores del BCE en Fráncfort que "con la elevada incertidumbre, es aún más importante que el ritmo de los movimientos de los tipos de interés dependa de los datos".

"Esto significa, ex ante, que ni estamos comprometidos a subir más, ni hemos terminado con los incrementos de los tipos de interés", según la presidenta del BCE.

"De hecho, como expliqué la semana pasada, si el escenario base en nuestras proyecciones más recientes se confirma, todavía tenemos terreno que recorrer para asegurar que las presiones inflacionistas se reducen", apostilló Lagarde en su discurso. El BCE ha aumentado el precio del dinero desde julio del año pasado en 350 puntos básicos, hasta el 3,50%.

La presidenta del BCE hizo hincapié en que "aunque es probable que la inflación general baje abruptamente este año por la bajada de los precios de la energía y la reducción de los cuellos de botella en los suministros", la inflación subyacente, que descuenta la energía y los alimentos, es fuerte.

"En tal entorno, nuestro objetivo último está claro: debemos -y lo haremos- bajar la inflación a nuestro objetivo a medio plazo a tiempo", afirmó Lagarde.

Pero dadas las condiciones actuales, la estrategia del BCE con los tipos de interés dependerá de la situación económica.

Por ello el ritmo de los movimientos de los tipos de interés en el futuro dependerá de cómo considere el BCE que va a evolucionar la inflación, de qué ocurra con la inflación  subyacente y de cómo se transmitan a los mercados y a la economía real las subidas del precio del dinero que ha acometido hasta ahora.

Para que la inflación baje, es importante que la política monetaria funcione en la dirección restrictiva y este proceso comienza a tener efecto ahora, según Lagarde.

Dejó claro que, además, tienen suficientes herramientas para suministrar liquidez al sistema financiero si es necesario en vista de la volatilidad en los mercados financieros las últimas semanas.

La presidenta del BCE reiteró que "el sector bancario europeo es resiliente, con posiciones de capital y liquidez fuertes".