Las empresas del conocimiento –aquellas que aportan bienes y servicios con valor añadido después de los resultados de I+D– y las tecnológicas son susceptibles de implantar la semana laboral de cuatro días, debido a su organización del trabajo. En cambio, su instauración por sectores genera un debate entre los agentes económicos y sociales. El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo ha asentado una base al convocar una subvención para impulsar un programa piloto consistente en probar la semana laboral de cuatro días en pymes industriales de menos de 250 trabajadores y trabajadoras en España.

“La propuesta de la semana de cuatro días es un tema novedoso. Pero, desde la pandemia ha habido una mayor flexibilización de la jornada en espacio y tiempo”

Álex Uriarte - Presidente de Aedipe Navarra-La Rioja

Tres empresas navarras han solicitado su participación en este proyecto, pero sin que el Ministerio revele por el momento su identidad. El debate sobre la disminución de la jornada, sin una reducción de salario, ha llegado a la calle pero “se trata de un planteamiento novedoso”, explica Álex Uriarte, presidente de la Asociación de Dirección y Desarrollo de Personas (Aedipe) en Navarra y La Rioja. 

“En pruebas piloto, se ha observado que baja el absentismo laboral por motivos de trabajo y desciende la solicitud de permisos personales”

Marisol Vicente - Secretaria de Política Sindical de UGT

Apenas hace un año este colectivo en España encuestó a más de 500 personas directivas para conocer las tendencias de las nuevas formas de trabajar, y no se mencionaba la semana laboral de cuatro días. “El informe detallaba la demanda de una mayor flexibilidad organizativa, de espacios de trabajo y horarios, pero en ningún momento se contemplaba específicamente esta alternativa”, cuenta Álex Uriarte.

Tres organizaciones

El presidente de Aedipe Navarra clasifica las organizaciones en tres grupos: públicas y privadas que prestan servicios; empresas que producen bienes materiales; y las compañías del conocimiento y tecnológicas. “Estas últimas pueden ser pioneras en instaurar la semana laboral de cuatro días”, detalla. Sin embargo, muestra prudencia ante esta propuesta, ya que conviene analizar la realidad de cada sector para comprobar su posible aplicación o descartarla. Además, incide en la importancia de que esta medida no perjudique la productividad.

“Vamos a proponer al Parlamento que constituya una comisión específica sobre la semana laboral de 4 días”

Joseba Eceolaza - Secretario de Políticas Sociales y Públicas de CCOO

La Confederación Empresarial de Navarra (CEN) reitera que resulta “importante conocer sus repercusiones y el efecto en la productividad”, y cree que ahora “no se dan las circunstancias para su aplicación en la actual coyuntura económica y de incertidumbre”. Sin embargo, ha accedido a participar en un grupo de trabajo para la innovación en las relaciones laborales, en el marco del Consejo del Diálogo Social, con UGT, CCOO y el Gobierno foral. Esta mesa analizará la implantación de la jornada de 32 horas semanales, la productividad, el absentismo, la flexibilidad, el teletrabajo o la desconexión digital. ELA y LAB no reconocen este foro para abordar dichas cuestiones al rechazar el modelo del diálogo social. Los cuatro sindicatos, por separado, exponen sus posturas, aunque todos coinciden en calificar como positivo su planteamiento.

“Consideramos que lo realmente importante es abordar fórmulas para reducir la jornada”

Imanol Pascual - Coordinador de ELA

El presidente de Aedipe Navarra, Álex Uriarte, insiste en que “a veces más que un recorte de jornada se trata de redistribuir de manera adecuada los horarios” para favorecer la conciliación personal y profesional. Uriarte reitera que hay una realidad instaurada en el mercado laboral: la flexibilización de la jornada en cuanto al horario de entrada y de salida, y la combinación de la jornada de manera presencial con remota, sobre todo tras la pandemia de la covid, que actuó como punto de inflexión. La legislación marca como teletrabajo desarrollar un 30% de la jornada fuera de la empresa. Actualmente, Navarra contabiliza 14.900 personas ocupadas que teletrabajan entre enero y marzo de este año, cifra que ha aumentado de manera consecutiva desde el tercer trimestre de 2022, según la EPA. 

“Nuestra propuesta inicial es disminuir la jornada en cada uno de los cinco días para conciliar y que el hombre se implique más en los cuidados”

Imanol Karrera - Responsable de LAB

Álex Uriarte recuerda que por debajo de ese porcentaje hay organizaciones que establecen medidas encaminadas a confeccionar horarios atractivos para empleados y empleadas, como trabajar una vez por semana desde casa, entre otras fórmulas. La Comunidad Foral suma 15.800 personas que de manera puntual usan el modelo remoto, dato récord desde 2020.

Uriarte detalla que aquellas empresas que pueden modificar la jornada para favorecer esa conciliación adoptan distintas iniciativas, porque el modelo de jornada se ha convertido en un factor para retener y atraer talento. Además, los perfiles profesionales también lo reclaman.

Pero el presidente de Aedipe reitera un reto a afrontar: evitar aumentar la desigualdad en una empresa entre quienes por sus tareas flexibilizan la jornada y aquellos que no pueden por la actividad encomendada. “Nos preocupa, porque nosotros gestionamos personas”, resalta, aunque insiste en que determinados sectores se presenta más complicado aplicar este tipo de medidas y la semana laboral de cuatro días: fábricas, hostelería, servicios sanitarios...

Los sindicatos

Joseba Eceolaza, secretario de Políticas Sociales y Públicas de CCOO, recuerda que 23.050 personas ocupadas en Navarra están dispuestas a reducirse la jornada, incluso con un recorte de salario. El dato muestra que estarían en disposición de aceptar una semana laboral de cuatro días, que conlleve mantenimiento de sueldo. 

“Conviene implantar este cambio en la jornada en pymes con pocos empleados para facilitar la reorganización del tiempo de trabajo y adoptar medidas experimentales que mejoren la productividad”, dice Eceolaza, quien considera que la Comunidad Foral reúne ese requisito, ya que dos de cada tres empresas industriales contabilizan menos de diez asalariados. Eceolaza anuncia que su sindicato va a “proponer al Parlamento que constituya una comisión específica sobre la semana laboral de cuatro días”, y que pedirá “al nuevo Gobierno que estudie estímulos y ayudas en este sentido”. 

"No se dan las circunstancias para la aplicación de la semana de cuatro días en la actual coyuntura económica y de incertidumbre"

CEN - Patronal navarra

PSN, Geroa Bai, EH Bildu y Contigo/Zurekin han incluido en sus programas electorales esta cuestión.

Imanol Pascual, coordinador de ELA, manifiesta que, como ejemplo, el Gobierno de Navarra debe “impulsar la reducción de jornada en sus ámbitos de responsabilidad directa como el sector público y servicios subcontratados”. 

Tanto ELA como LAB coinciden en que hay que tener en cuenta la reducción de jornada laboral en cada uno de los días. Imanol Karrera, responsable de LAB, señala que su central parte como base con este posicionamiento del Movimiento Feminista “para favorecer la conciliación e implicar más a los hombres en los cuidados”. Sin embargo, ambos sindicatos no se oponen a la semana laboral de cuatro días, y denuncian el veto de la patronal para afrontar este debate.

Marisol Vicente, secretaria de Política Sindical de UGT, cita las mejoras de esta medida en algunas pruebas piloto: “Baja el absentismo laboral por motivos de trabajo y desciende la solicitud de permisos”. Subraya que esta propuesta debe tratarse ante la transformación digital, las carencias de la actual conciliación y ante la mayor demanda de tiempo libre tras el coronavirus. En definitiva, una semana laboral de cuatro días para favorecer “el reparto del empleo”, como remarcan UGT, CCOO, ELAy LAB. Y para “ser más felices en esta vida”, concluye Imanol Karrera.