La Revolución Industrial tuvo un impacto significativo en la industria de la construcción, ya que introdujo nuevas tecnologías y métodos de construcción que transformaron la forma en que se diseñaban y levantaban los edificios. Con el avance de esta etapa, se introdujeron máquinas y procesos industriales, se desarrollaron métodos de fabricación de materiales de construcción, como ladrillos, vidrio y acero, en grandes cantidades y a menor costo, lo que permitió una construcción más rápida y eficiente. 

Marcó el comienzo del uso generalizado del hierro y, posteriormente, del acero en la construcción. Estos materiales ofrecían una mayor resistencia y flexibilidad estructural en comparación con la madera y la piedra, lo que permitió la construcción de estructuras más altas y de mayor envergadura. 

A finales del siglo XIX, se desarrolló el hormigón armado, una combinación de hormigón y barras de acero que proporcionaba una mayor resistencia y durabilidad. Esta innovación permitió la construcción de estructuras más grandes y complejas, como puentes y rascacielos. Paralelamente, se introdujeron grúas, excavadoras, compresores de aire y otros equipos que facilitaron el movimiento de materiales y la realización de tareas de construcción.

A finales del siglo XIX se desarrolló el hormigón armado, una combinación de homigón y acero que proporcionaba más resistencia

 Desde un punto de vista de gestión, con el paso de los años también impulsaron avances en la planificación y en el diseño arquitectónico. Se utilizaron métodos más precisos de dibujo y diseño, como los planos arquitectónicos y las representaciones en 3D, lo que permitió una mejor comunicación entre los diseñadores y los constructores.

La introducción de la tecnología digital

A medida que avanzaba el siglo XX, se produjeron importantes logros tecnológicos en la construcción. La introducción de computadoras y software de diseño asistido por ordenador (CAD) revolucionó la forma en que se diseñan y planifican los proyectos. Además, la adopción de técnicas de construcción prefabricada, la implementación de sistemas de gestión de proyectos y la aplicación de tecnologías de construcción sostenible han sido tendencias importantes en la evolución moderna que ha experimentado el sector. 

A finales del siglo XX, el software de diseño asistido por ordenador revolucionó la forma en que se planifican y realizan los proyectos

En resumen, a lo largo de los años, la construcción ha seguido evolucionando con la incorporación de nuevas tecnologías y enfoques para mejorar la eficiencia, la sostenibilidad y la calidad de los proyectos. Pero con el cambio climático y el desarrollo de políticas nacionales que empiezan a apremiar la sostenibilidad en los procesos, es imperativo apostar por una nueva innovación en el ámbito de la construcción, que vaya alineada con los ejes de sostenibilidad en torno a los que gira el futuro de Europa para 2050. La innovación en el sector de la construcción está en constante evolución y se impulsa por la necesidad de abordar los desafíos actuales.