Fernando Sesma (Pamplona, 58 años) ha estado 4 años como concejal delegado en la difunta coalición de Navarra Suma y aspira a repetir en el Ayuntamiento pese a lo que dicen todas las encuestas, que sitúan a la formación naranja al borde la desaparición.

¿Cómo fue su elección para ser el candidato de Ciudadanos?

–En Ciudadanos se hacen primarias para las listas a los parlamentos autonómicos y en ciudades de mayor tamaño. En este caso es el partido el que te designa como candidato, con el consenso de que yo había estado 4 años y tengo la experiencia de la legislatura como concejal de Ciudadanos en la coalición de Navarra Suma.

¿Fue decisión de la dirección de Navarra?

–Sí y luego se supervisó en la dirección nacional.

No parece que las cosas pinten muy bien para su formación, al menos según recogen todas las encuestas que se han ido publicando.

–Soy optimista, porque lo único que podemos hacer con respecto a lo que dicen esas encuestas es mejorar. Todo lo que hagamos en campaña será para mejorar. Inés Arrimadas decía el otro día que las encuestas no sirven para reflejar la realidad, si no para condicionarla. Si todas estuvieran hechas con rigor científico cómo es posible que ofrezcan resultados tan dispares, como las que nos presentó el otro día Alzórriz (Ramón, PSN).

¿Qué datos manejan sobre el respaldo a Ciudadanos?

–Aunque las encuestas son como son, y no quiero decir con esto que no haya encuestas elaboradas con rigor, ya se está empezando a ver un repunte de Ciudadanos, poco a poco, pero imparable. Enseguida superaremos el 3% en intención de voto y de ahí hasta diciembre sólo podemos crecer. Creo que el electorado se va a ver muy decepcionado con los partidos del bipartidismo, PP y PSOE.

¿Podemos estar ante el final definitivo de Ciudadanos?

–Como dijo el otro día nuestra portavoz Patricia Guasp, las elecciones del 28 de mayo no son un match ball para Ciudadanos; el momento para nosotros serán las elecciones generales. Hemos conseguido presentarnos en todas las capitales de provincia, hemos elaborado 800 listas electorales y hemos de obtener representación en muchos sitios, quizás no toda lo que nos gustaría tener, pero eso nos va a permitir mantenernos vivos hasta las generales, en las que intentaremos cosechar unos buenos resultados.

¿Será entonces la desaparición de la formación naranja?

–No tenemos que obsesionarnos, será un match ball, pero conviene recordar que el partido liberal alemán bajó a cero y fueron capaces de recomponerse, hasta el punto de que ahora tienen 4 ministros en el gobierno alemán. Incluso aunque se perdiera ese match ball puede haber otro partido, pero no es ahora, en estas elecciones municipales y forales.

Hay un poco de lío en su formación. ¿Quién dirige a Ciudadanos en este momento?

–Creo que quedó claro. Hay una bicefalia. Hay un secretario general que se encarga de toda la parte organizativa del partido, que es Adrián Vázquez, y hay una persona, Patricia Guasp, que es la portavoz del partido. Creo que es un sistema organizativo bueno, que permite a un persona centrarse en el mensaje y a la otra que se encargue de la organización de un partido, que es de ámbito nacional.

La realidad es que desde que Albert Rivera rechazó la posibilidad de ser vicepresidente de Gobierno el apoyo a Ciudadanos ha caído en picado.

–Eso no se produjo exactamente así. A Ciudadanos le ha castigado el hecho de que no se conformara gobierno con el PSOE cuando teníamos 56 diputados. Quizás no fuimos capaces de explicar por qué no se pudo llegar a un acuerdo de gobierno que nos habría alejado del extremismo y populismo de Podemos.

¿Cree que fue un error rechazar la formación de un gobierno de coalición con el PSOE?

–Fue un error la manera en la que seguramente se negoció y que luego se vendió, porque fundamentalmente nos ha penado a nosotros. Pero Ciudadanos, como todos los partidos liberales de Europa, no aspira a conseguir mayorías absolutas, ni a sustituir a otras formaciones. Más importante que el poder es la capacidad de influencia, porque con un pequeño grupo en el Congreso de los Diputados, entre 5 ó 10, se puede influir mucho. Fíjate si no en el PNV, que con unos pocos diputados prácticamente condiciona la política en España. En Pamplona sacando un concejal ya sería notable porque seríamos influyentes. Ya tenemos un concejal, a ver si lo podemos revalidar con nuestras políticas moderadas.

De poder gobernar con Pedro Sánchez a formar parte de una coalición con UPN y PP en Pamplona. Menudo tránsito.

–Me he sentido muy cómodo con Navarra Suma durante toda la legislatura, con un equipo muy bien liderado por el alcalde Enrique Maya. En todo momento ha respetado el trabajo que he desarrollado, con un grupo muy cohesionado trabajando por la ciudad. He estado muy cómodo y muy bien.

El electorado más conservador lo va a tener complicado para elegir con tanta sigla en el mercado.

–Creo que la principal virtud de Navarra Suma fue la de aglutinar el voto. La unión hace la fuerza, de eso no me cabe ninguna duda, y era una buena marca, tenía que haber seguido adelante.

"Espero que voten a Ciudadanos los que piensen que deben votarnos, que no piensen en el voto útil porque el voto útil es útil cuando una persona vota a quien quiere, no a quien le dicen que tiene que votar"

¿Por qué los votantes de Navarra Suma tienen que votar al candidato de Ciudadanos en Pamplona y no a la de UPN o al del PP?

–Espero que voten a Ciudadanos los que piensen que deben votarnos, que no piensen en el voto útil porque el voto útil es útil cuando una persona vota a quien quiere, no a quien le dicen que tiene que votar.

¿Qué mensaje diferenciador ofrece Ciudadanos al electorado?

–Es sencillo, Ciudadanos somos la voz de las familias, de las clases medias, de los jóvenes. Somos sobre todo la voz de los comerciantes, de la gente que paga mucho en impuestos que dan mucho a la sociedad, lo que está bien, pero que no reciben apenas nada a cambio. Como las familias que tienen hijos y no tienen plaza en las escuelas infantiles municipales. Además de pagar sus impuestos, tienen que recurrir a escuelas privadas.

¿Que hayan coincidido con Vox en varios actos contradice esa imagen de centralidad que proyecta?

–Somos un partido liberal, centrado y moderado, que en determinados planteamientos podemos coincidir con otros partidos. Lo que no compartimos son las políticas extremistas de izquierda, que aquí lo representan Podemos y EH Bildu, ni con Vox, que están en el otro lado del espectro. En Ciudadanos tenemos la vocación de negociar desde el centro.

Hay que reconocerle el mérito formar parte de una formación que reiteradamente se ha manifestado en contra del régimen foral de Navarra.

–En absoluto somos antiforales.

Pues algunas de las manifestaciones de Inés Arrimadas, que sigue siendo la imagen más conocida de Ciudadanos, y de varios otros dirigentes han sido bien claras al respecto.

–Ha podido haber alguna manifestación, pero nosotros somos foralistas y hemos trabajado con UPN sin ningún problema. En Ciudadanos respetamos el ordenamiento vigente y defendemos un foralismo bien entendido, con solidaridad con el resto de los pueblos de España, que no se convierta en prebendas ni ventajas. Los que son verdaderamente antiforales son los partidos nacionalistas, Geroa Bai y Bildu, porque quieren que nos diluyamos en una realidad como Euskalherria que no existe.

Con las competencias de tráfico recientemente transferidas se ha armado la marimorena.

–El problema con la transferencia de tráfico es que detrás está la idea de expulsar a la Guardia Civil de Navarra y Ciudadanos desde luego no pasa por ahí. Votamos en contra porque no aceptamos que la política Navarra esté condicionada por EH Bildu.

Las competencias de tráfico han sido reclamadas también por UPN, PSN y Geroa Bai, no solo por la izquierda abertzale, y no creo que tuvieran esa segunda intención que usted alude.

–Bueno, sería discutible, pero tal y como se ha hecho no lo aceptamos.

¿Su futuro político dependerá de lo que suceda el 28 de mayo o seguirá en Ciudadanos hasta el match ball de las generales?

–Soy militante de Ciudadanos y lo seré el 29 de mayo, al día siguiente de las elecciones, cuando nos pongamos a trabajar pensando en las generales, que eso sí será un momento verdaderamente importante para Ciudadanos. Tengo mi trabajo, no me sirvo de la política, sirvo a la política. Para mí ha sido un honor servir al Ayuntamiento en esta legislatura porque considero la política como un servicio a los demás. Si no sigo de concejal me volverá con toda la paz al Conservatorio y seguiré como militante.

¿Qué pensó cuando el presidente de UPN anunció la ruptura de la coalición de Navarra Suma?

–Que era un error, porque romper una cosa que funcionaba y que funcionaba bien me pareció un ejercicio mezquino, de pensar solo en tus siglas, no en el votante de centro-derecha que se encontraba muy cómodo con Navarra Suma. Otra cosa es quién rompió la coalición, si UPN o PP, pero lo que está claro es que no fue Ciudadanos.

Si juntos no consiguieron los 14 concejales que otorgan la mayoría absoluta en Pamplona no parece muy razonable pensar que lo harán por separado.

–Alguno ha dicho que sumarán más, pero no hace falta más que ver lo que han hecho los partidos de extrema izquierda, que van juntos. En cualquier caso respeto su decisión, porque son libres de hacer lo que quieran.

¿Se atreve con un pronóstico de cara a los resultados?

–Solo uno, que Ciudadanos obtendrá representación. Somos los ‘rompe encuestas’ y lo vamos a ver.

¿Cree que las formaciones progresistas podrían hacerse con la Alcaldía?

–Dependerá del PSN y todo el mundo sabe que el Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento pasan por esa decisión. No sé lo que quiere el PSN, pero en el caso de Pamplona dicen que quieren hacer latir, lo que espero es que no lo hagan con el corazón de EH Bildu.

¿Habrá alcalde o alcaldesa?

–Ni idea.

Si obtuviera representación, ¿a quien no daría nunca su voto para Alcaldía?

–Me podrían votar a mí, pero nunca apoyaría ni a la extrema izquierda ni a la extrema derecha.

¿Qué puntuación da a la legislatura que está a punto de concluir?

–Un notable alto.

Y eso que solo han podido aprobar un presupuesto en 4 años. Es complicado gobernar sin votos suficientes.

–Tener el presupuesto prorrogado condiciona mucho la acción de gobierno y también la pérdida de la carta de capitalidad. Eso nos ha condicionado.

Ya tuvieron un acuerdo presupuestario con el PSN, pero no les duró mucho.

–Ha sido una legislatura extraña, porque se ha conformado un tripartito de izquierdas, pero lo que no entiendo es que si había un tripartito porque no hubo una propuesta para la Alcaldía.

El pacto con los socialistas fue en el segundo año de legislatura. Podían haber acabado el mandato sin tantos sobresaltos de haberlo mantenido.

–Desde el comienzo se vio que había un bloque de izquierdas, pero es cierto que el PSN, en la pandemia, apoyó el presupuesto. Y la inmensa mayoría de los acuerdos que propiciaron ese pacto se cumplieron, por mucho que luego buscaran excusas para romperlo.

El motivo fue la pasarela, que el alcalde Maya aceptó no arreglarla para tener el acuerdo y que luego no respetó.

–Bien reformada que está.

Un poco cara sí que ha resultado su reparación, 1,4 millones de euros.

"Fue un éxito innegable de público, otra cosa es que eso sea lo más deseable para la Plaza del Castillo. Creo que es mejor propuesta la de este año, con conciertos y con un horario razonable, que no genere tantas molestias"

–Depende, porque ahora resultará mucho más fácil reclamar en los juzgados las deficiencias que aparecieron, lo que habría resultado imposible si se hubiera derribado como planteó Bildu. Dicen que habría resultado más barato construir otra pasarela, pero no es verdad, habría costado mucho más.

Temas de actualidad municipal

¿Le pareció una buena idea colocar 10 barras en la Plaza del Castillo durante los pasados Sanfermines?

–Tengo sentimientos encontrados con esa decisión. Fue un éxito innegable de público, otra cosa es que eso sea lo más deseable para la Plaza del Castillo. Creo que es mejor propuesta la de este año, con conciertos y con un horario razonable, que no genere tantas molestias. La Plaza del Castillo estuvo masificada el año pasado y eso no es bueno. Sobre las barras también pienso que eran prescindibles.

¿Qué tal le ha ido su experiencia al frente del área de Educación, Participación Ciudadana y Juventud como concejal delegado?

–Ha sido una experiencia magnífica poder servir a la ciudadanía. De toda mi biografía personal, que es extensa en puestos y responsabilidades, esta etapa ha sido la mejor, muy especialmente en lo que ha tenido que ver con las escuelas infantiles municipales. Nos encontramos una situación judicializada con el cumplimiento de una sentencia, hay que recordar que Asiron (Joseba) y EH Bildu habían echado a las familias de las escuelas infantiles. Nos tocó cumplir la sentencia y tuvimos que hacer un estudio, que acreditaba que parte de la ciudad de Pamplona pide una educación en euskera y eso hay que respetarlo.

Pero si han reducido las plazas en euskera durante la legislatura.

–Tampoco hay plazas para toda la demanda en castellano. Sabemos que la demanda de educación en euskera ronda el 24 ó 25%, que es lo que estamos ofreciendo. No hay suficientes plazas y por eso desde Ciudadanos vamos a trabajar por la universalización y gratuidad de las escuelas infantiles municipales, mediante un bono que se dará a las familias.

Como profesor de clarinete, ¿qué música le pondría a la legislatura?, ¿tal vez algo de terror?

–No, de terror no, tal vez algo belicosa. Estoy pensando en ‘Marte, de los planetas de Holst’ (de Gustavus Theodore von Holst). Tiene una alternancia de música más dulce, pero sobre todo tiene un ardor guerrero. Hemos trabajado mucho con ardor guerrero en esta legislatura.

La verdad es que el clima en el Ayuntamiento no ha sido nada bueno, especialmente desde la segunda mitad del mandato. Los debates han sido muy agrios.

–No creo que haya sido especialmente agria la legislatura, personalmente pienso que tiene que haber confrontación en la política, pero siempre desde un tono cordial y amable, que he procurado mantener y que igual no siempre he sido capaz de lograr.

¿Qué le pareció la expulsión de María García-Barberena y Fermín Alonso de su grupo municipal tras hacer público que iban a formar parte de la candidatura del PP?

–Tengo un gran aprecio personal por los dos, han sido magníficos concejales, influyentes, con tareas complicadas, pero me da pena que hayan terminado así por el cómo. Cada uno tiene que militar donde quiere, pero hay que hacerlo antes, porque parece que se trata de mantenerse en un sillón.