No va a ser sencillo sustituir al alcalde Enrique Maya. Había demostrado ser un buen candidato entre el electorado más conservador.

–Enrique ha hecho una labor fantástica, es un hombre conocedor de Pamplona, experto en urbanismo y como persona es empático, amable, agradable y siempre dispuesto. Como ha alcalde ha sido fantástico y para mí supone un reto que asumo con mucha ilusión y energía.

¿Cuál es su mejor cualidad como candidata?

–Siempre me ha gustado el trato con las personas, la cercanía. Soy médico por vocación, tengo vocación de servicio público y disfruto estando con la gente. Me gusta mucho la gestión, disfruto y creo que gestionar un proyecto con un equipo tan fantástico como el que tengo es un reto apasionante que afronto con responsabilidad.

¿Le ha resultado extraño ver su rostro en la cartelería electoral de su partido?

–Me resultó muy extraño verme en la pasada legislatura cuando fui al Parlamento, fue un shock impactante, quizás ahora lo he vivido con más normalidad después de los 4 meses de trabajo intenso que llevamos.

¿Cuándo supo que Maya no repetiría como candidato y que habría que buscarle un recambio? Se lo pregunto porque a finales del año pasado salió publicado que se iba, lo que él se encargó de desmentir el mismo día.

–Con el tiempo suficiente para pensarlo.

¿Cree que hubo una maniobra interna para enseñar a Maya la puerta de salida antes de tiempo?

–Sé con rotunda seguridad que no.

No me diga que no fue un movimiento extraño que se anunciara que no iba a repetir como candidato cuando la decisión, según el propio alcalde, estaba sin tomar.

–Para nosotros no fue un movimiento extraño. Con total rotundidad digo que no hubo nada extraño. Fue una decisión de Enrique Maya, la elección fue suya y a mí me la comunicaron Enrique y Javier Esparza. Los dos tienen una relación fantástica, nada raro.

¿Fue en ese momento cuando le propusieron la opción de liderar la lista de Pamplona?

–Me lo propusieron con el tiempo suficiente como para pensarlo.

¿Entonces se lo propusieron los dos a la vez?

–Sí.

¿Le costó mucho decidirse?

–No, unas semanas.

¿De verdad está convencida de que por separado sumarán más de lo que consiguieron formando la coalición de Navarra Suma?

–Tenemos encuestas que lo dicen. La evolución y lo que ha pasado en estos 4 años en Navarra, después de reflexionar la decisión y de tener encuestas que lo avalan, hace que en UPN estemos seguros de que podemos tener más votos del centro-izquierda, de personas que no están de acuerdo para nada con la gestión que ha llevado el Partido Socialista ni con los acuerdos y pactos que tiene con EH Bildu. Estamos seguros de que el PP probablemente atraerá más voto de Vox, que si no se iría a la basura.

No pongo en duda sus encuestas, pero en el resto de pronósticos les dan un descenso de votos muy considerable.

–Tenemos encuestas juntos y separados y por separado sumamos más.

¿No le dice nada lo que sucedió hace 4 años con las formaciones de izquierda, que por separado se quedaron sin representación y ahora han vuelto a concurrir juntas?

–Siempre hemos ido por separado. Lo natural en un partido es ir por separado, lo excepcional fue lo que ocurrió la pasada legislatura, con una estrategia para juntar a todos los partidos de centro-derecha. Ahora cada uno vuelve a su esencia.

¿Piensa que los resultados que obtenga el 28-M en Pamplona pueden resultar decisivos para el futuro de su formación?

–Pamplona es un tercio del voto de toda la comunidad, su influencia es brutal, y estoy convencida de que el resultado que obtengamos será muy importante no solo para seguir gobernando Pamplona, que será lo mejor para la gente, sino también para recuperar el Gobierno de Navarra, que dada la trayectoria de lo que ha ocurrido estos últimos años en todos los ámbitos, me da igual en materia de fiscalidad, derechos sociales o salud, necesita un cambio urgente.

¿Seguirá como concejal pase lo que pase el 28-M?

–Sí.

Suponga que UPN se hace con el gobierno y le ofrecen la consejería de Salud. ¿Tampoco se iría?

–Podía haber elegido quedarme en el Parlamento y ser consejera de Salud, podría ser, quién sabe lo que habría decidido mi partido, probablemente sería eso, pero entre eso y la posibilidad de presentarme como candidata al Ayuntamiento lo pensé y decidí. Es una decisión que tengo clara y firme.

Ha destacado en la legislatura por el ser el azote del Gobierno de María Chivite en materia de sanidad. ¿Cree que este perfil ha tenido algo que ver para su elección como candidata?

–Ser azote... (esboza una sonrisa). No. A ver. Soy una mujer de mucho consenso. Estuve trabajando en Salud 8 años y no tuve ningún problema para consensuar o debatir con cualquier grupo político, estoy ayudando a comunidades de otras ideologías en gestión sanitaria, lo que ocurre es que el Gobierno de Navarra en materia de salud lo ha hecho muy, muy mal. Y con datos objetivos, como siempre he hecho en mi labor parlamentaria. He defendido lo que creía que tenía que defender y es que la gestión era muy mejorable. De hecho, todos los grupos políticos la han criticado y han visto que ha sido el mayor fracaso de este gobierno. No hay ningún dato que me pueda decir que no he tenido razón y no creo que mi elección como candidata haya sido por ese perfil.

¿Cree seguro que no influido?

–Bueno, soy muy trabajadora y creo que ha influido mi trabajo durante todo este tiempo. A Enrique Maya le conocí más durante la pandemia, por una labor de asesoramiento sobre lo que hicieron los ayuntamientos de Navarra Suma en la gestión de la pandemia. Tuvimos una relación más estrecha, nos hemos entendido bien. A mí me han aportado muchísimo los alcaldes y alcaldesas de Navarra Suma que se han dejado la piel por sus vecinos. Ha sido un gusanillo que me ha picado sobre lo que se puede hacer desde los ayuntamientos.

¿Cree que García-Barberena y Alonso se marcharon al PP porque no iba a contar con ellos?

–Creo que lo tenían decidido ya desde hace tiempo.

¿Iba a incluirles en su lista?

–No lo sé.

Les enfadó mucho el anuncio, sobre todo al alcalde que los cesó de forma inmediata. ¿Considera que ha sido una traición a UPN?

–Ellos sabrán en que postura están. Cada uno decide lo que tiene que hacer. Formaban parte de un equipo y luego decidieron lo contrario. Yo estoy centrada en mi proyecto, en Pamplona.

Aunque para cabreo el que se cogieron con Carlos García Adanero por aquella célebre votación en el Congreso y ahora lo tiene de contrincante como candidato del PP. ¿Le incomoda la situación?

–No.

Ya han coincidido en varios debates, ¿qué tal han sido sus relaciones?

–Hemos coincidido en un par de debates y la relación ha sido cordial y correcta con todos.

Maya ha dado por hecho que los populares la apoyarán para ser la alcaldesa si necesita de sus votos. ¿Usted también lo cree?

–Supongo que si el PP tiene que elegir entre hacer alcaldesa a Ibarrola o hacer alcalde a Asiron lo tendrá muy claro.

Deberá afinar mucho con sus mensajes dada la pelea que va a existir para hacerse con el electorado más conservador con tanta oferta de siglas.

–Desde el primer día que me lo comunicaron estoy trabajando en el proyecto para Pamplona. Estoy plenamente convencida de que es el mejor proyecto para tener una ciudad abierta al mundo, que progrese, que avance y atraiga talento e inversiones, que proporcione los mejores servicios a sus ciudadanos.

"Si depende de María Chivite o Elma Saiz no tengo ninguna duda de que Asiron será alcalde, pero seguramente, como siempre le sucede al Partido Socialista de Navarra, no va a depender de ellos, dependerá del interés de Pedro Sánchez"

La pelea por hacerse por la Alcaldía va estar reñida.

–Posibilidades reales de acceder a la Alcaldía solo hay dos, digan lo que digan y aunque alguien se quiera engañar a sí mismo: o será Joseba Asiron o seré yo. Tenemos unos modelos de sociedad tan diferentes que la gente tendrá que elegir. Para mí es progreso o retroceso, para mí es libertad o imposición, para mi es gobernar para todos o sectarismo. También hay un componente de convivencia, de ética y de moral que ya lo estamos viendo estos días. Bildu va con 44 personas en las listas que pertenecen o han pertenecido a ETA, con asesinos, lo que me parece una verdadera inmoralidad. Nadie podría entender que un partido político presentara a pederastas o a asesinos de violencia de género que hubieran cumplido condena. No lo entiendo.

¿Por qué el electorado de la derecha tiene que votarle a usted y no a a los candidatos del PP, Ciudadanos o Vox?

–Porque Ciudadanos, Vox y el PP no tienen ninguna opción de hacerse con la Alcaldía y es muy importante concentrar el voto en la opción que sí tiene posibilidades de gobernar Pamplona con un programa moderado. Ya vimos lo que supuso el gobierno de EH Bildu.

La candidata regionalista, en los jardines de la Ciudadela. Iñaki Porto

Si entre UPN y PP no llegan a los 14 representantes que otorgan la mayoría absoluta, ¿cree que Asiron será alcalde?

–(Se lo piensa). Pues tengo dudas. Si depende de María Chivite o Elma Saiz no tengo ninguna duda de que sí, pero seguramente, como siempre le sucede al Partido Socialista de Navarra, no va a depender de ellos, dependerá del interés de Pedro Sánchez.

¿No le da ninguna opción a Koldo Martínez, candidato de Geroa Bai, o a la candidata del PSN?

–Elma Saiz no va ser alcaldesa de Pamplona. Lo sabemos todos y creo que ella también.

Podría ser alcaldesa si ocurre como hace 4 años, cuando la entonces candidata del PSN, Maite Esporrín, se presentó a la votación definitiva y Maya se hizo con la Alcaldía al ser el candidato de la lista más votada.

–Si Elma Saiz cumple con lo que ha dicho seguramente yo seré alcaldesa, pero Elma Saiz no tiene credibilidad. María Chivite ya dijo que no iba a contar con Bildu y solamente hace falta ver lo que ha ocurrido en el Parlamento: pactó todo con Bildu, 4 presupuestos. No tiene credibilidad alguna.

Si necesitara los votos de Vox para ser alcaldesa, ¿contaría con ellos?

–No me lo he planteado nunca.

¿Contempla la posibilidad de un acuerdo con el PSN para gobernar Pamplona como los que alcanzaron antes?

–No. Con este Partido Socialista rotundamente no. Creo que vamos a tener mayoría para gobernar Pamplona y si no es mayoría absoluta buscaremos apoyos puntuales con unos y con otros, no con EH Bildu.

El alcalde Maya no lo pudo hacer con 13 ediles. ¿Se ve con más capacidad para lograr esos consensos tan necesarios para garantizar la gobernabilidad de la ciudad?

–No ha sido una cuestión de Enrique Maya. No ha habido consensos porque PSN, Bildu, y Geroa Bai han formado un bloque para decir no a todo, a proyectos que eran buenos para los ciudadanos de Pamplona. No entiendo la política para bloquear inversiones procedentes de los fondos europeos, para atraer talento en el sector tecnológico como los videojuegos o en proyectos como Sarasate, el civivox del Ensanche o el polideportivo de Buztintxuri. Ellos sabrán por qué lo han hecho, pero no ha sido por una predisposición de Maya porque solo hace falta conocerle y saber que tiene un perfil conciliador. Por mi parte no va a quedar, estoy dispuesta, y sé que en toda negociación se dejan pelos en la gatera, pero los demás no se si estarán dispuestos.

Le recuerdo que la ruptura del acuerdo entre Maya y Esporrín fue porque el alcalde incumplió lo pactado sobre la pasarela y se puso a arreglarla por su cuenta.

–No se produjo por eso. Todos sabemos que se produjo por un cambio en el Partido Socialista, que ha decidido aliarse con Bildu y Geroa Bai en todo. Están defendiendo cosas que no habían defendido nunca y eso solo lo puede explicar el Partido Socialista.

Seguridad ciudadana y participación ciudadana

Si fuera alcaldesa, ¿por qué proyecto empezaría?

–Probablemente empezaría por pequeñas cosas que beneficien a más gente de una forma más rápida. Por ejemplo, en lo que tiene que ver con embellecer la ciudad y cuidar los detalles. Con poco presupuesto se pueden mejorar calzadas, jardines, limpieza o pequeñas obras. Una de las primeras medidas será crear una aplicación para facilitar los trámites con el Ayuntamiento, crear oficinas en los barrios para agilizar las gestiones vecinales e identificar los ámbitos en los que Pamplona puede ser competitiva para generar inversiones.

¿Y de los proyectos urbanísticos?

–Autobuses (la vieja estación) me parece que es una auténtica oportunidad en la legislatura para hacer un proyecto innovador, que disfrute toda la ciudad y atraiga a personas de fuera. Desde luego, también está Sarasate, para hacer un gran bulevard peatonal, y el aparcamiento de la plaza de la Cruz, que es necesario para los vecinos, y reurbanizar esa zona que está en el corazón de Pamplona. Además, exigiremos al Gobierno de España que invierta en la alta velocidad y en la nueva estación.

¿Qué hacemos con los Caídos?

–De momento reurbanizar toda la zona, quitar las escalinatas para que no se convierta en una barrera y llegar hasta Lezkairu. Hay que darle más vida a la zona y no vamos a tirar el edificio.

¿No le parecería bien una votación entre la ciudadanía para decidir?

–No.

¿Le parece descabellado que los pamploneses den su opinión en algo así?

–Los ciudadanos van a decidir el 28 de mayo, van a elegir quién les representa con un programa y en el nuestro está que no vamos a tirar el edificio. Como en todo, la gestión no puede ser asamblearia. Ya hay un concurso de ideas y cada formación creo que debe exponer lo que quiere hacer. Soy firme defensora de la participación ciudadana, pero una cosa es la participación y otra que todo se deba decidir por referéndum. 

Hablando de participación, ¿cree que la elección para el Chupinazo debe seguir en manos de Alcaldía o tendría que recuperarse la elección popular?

–Será una decisión de Alcaldía con participación e intentando el consenso, que es diferente a hacer asambleas. Así lo ha intentado Enrique Maya y se demostró el año pasado con la elección de Juan Carlos Unzué.

¿Le gustaron las barras en la Plaza del Castillo durante los pasados Sanfermines?

–Fue un éxito que hubiera tanta gente en conciertos pensados y orientados a jóvenes que quizás no tengan tanta oferta, pero el tema de las barras creo que era mejorable y así se ha decidido después de hablar con vecinos y hosteleros.

¿Comparte la opinión del alcalde de que la seguridad es el principal problema de la ciudad?

–Pamplona sigue siendo una de las ciudades más seguras, pero no es ajena al incremento de la criminalidad que se ha producido en España después de la pandemia, entorno a un 9,8%. La seguridad es vital; sin seguridad ni libertad lo demás no tiene mucho sentido. Desde el primer día pondremos más cámaras, más iluminación, más presencia policial y un observatorio de la seguridad con inteligencia artificial para ver dónde se cometen los delitos. También considero muy importante el botón del pánico, que permitirá desde el móvil la presencia del agente más cercano, lo que en el caso de los adolescentes da mucha tranquilidad a sus padres.

¿Cómo está resultando su inmersión en la política municipal?

–Bueno, pensaba que quizás me iba a costar más. No aspiro a conocer todos los detalles de Pamplona y del Ayuntamiento de forma inminente, pero llevo 4 meses de inmersión absoluta, en los que me reunido con muchísima gente. Y estoy muy agradecida a las personas que me han dado apoyos y recomendaciones.

Para encontrar en su lista a alguien del actual grupo municipal hay que descender mucho, hasta el puesto número 3.

–En el resto de formaciones política han apostado por perfiles continuistas en sus listas, por personas que llevan mucho tiempo en la política. Nosotros apostamos por otra forma de hacer política con el objetivo de gestionar bien los intereses de la ciudad y de su gente, contando con personas con experiencia en política municipal y otras de la sociedad civil, que no tienen que ver con el partido, lo que me parece que tiene un valor tremendo.