María Chivite, candidata del PSN, encara con optimismo la cita electoral de este domingo. Tras cuatro años en la presidencia del Gobierno de Navarra, María Chivite Navascués (Cintruénigo, 1978) apuesta por repetir la alianza con Geroa Bai y Contigo-Navarra ampliándola también a los municipios, donde descarta facilitar alcaldías a EH Bildu. “El que más apoyo ciudadano tenga de los tres partidos que formamos el Gobierno debe recibir el apoyo del resto en los ayuntamientos”, plantea Chivite, que también limita la negociación del programa de Gobierno a sus socios de coalición.

¿Cómo ha ido la campaña?

–Bien. Ha sido intensa porque hay que compatibilizar la agenda del Gobierno con la campaña en los 70 municipios en los que tenemos lista. Estamos haciendo más actos que nunca por todos los pueblos y estoy muy agradecida por el apoyo que estamos recibiendo.

¿Condiciona mucho hacer la campaña siendo la presidenta?

–Siempre he procurado separar papeles, pero la presidencia exige un perfil institucional que hay que mantener siempre, también en campaña. Lo que sí noto que es el puesto a batir. Se reciben más críticas. Es, por decirlo de alguna manera, un todos contra María con mayor o menor intensidad. Todo el mundo aspira a la presidencia y es lógico que sea así.

“El balance es muy positivo. El acuerdo de Gobierno se ha cumplido en un porcentaje muy alto a pesar de una legislatura muy complicada”

¿Qué balance hace de su mandato?

–El balance es muy positivo. El acuerdo de Gobierno se ha cumplido en un porcentaje muy alto y eso que hemos tenido una legislatura muy complicada, con cuestiones que no estaban previstas y que hemos sabido afrontar de manera solvente. Más allá de algunas fricciones, que no voy a negar porque somos tres partidos políticos distintos, la coalición ha funcionado bien. Desde luego bastante mejor y con menos ruido que en otros gobiernos de coalición.

¿Lo dice por las disputas en el Gobierno de España?

–Por ningún Gobierno en concreto. Ha habido otros en España y el de Navarra ha funcionado bien. Cuando los partidos han tenido que elevar el tono lo han hecho en el Parlamento. Así que mi valoración es muy muy positiva.

Eso habla bien de sus socios.

–Pues sí, yo creo que ha habido un buen trabajo en el Gobierno.

¿Qué opinión cree que tienen los ciudadanos de la gestión del Gobierno de Navarra?

–Según las encuestas el Gobierno aprueba en su gestión, y un altísimo porcentaje piensa que Navarra está bien o muy bien. Pero bueno, eso se verá mejor el 28 de mayo.

¿Cree que la gestión sanitaria también está bien valorada?

–Siempre hay cuestiones que mejorar, pero la gestión sanitaria durante la pandemia sin duda ha sido buena. Es cierto que ahora se le han visto las costuras a nuestro sistema sanitario. Pero hemos tenido dos años de pandemia y no hemos podido abordar esa reforma necesaria. Es un reto que queda para la próxima legislatura. Confío en que lo podamos hacer desde el consenso y con recursos presupuestarios, humanos, tecnológicos y económicos. 

“Debemos afrontar la reforma de nuestro sistema sanitario desde un consenso amplio. Llevamos 15 años poniendo parches”

Prácticamente todos los partidos han repetido esta campaña que hacen falta reformas estructurales. ¿La sanidad navarra está peor que hace unos años?

–La sanidad navarra ha sufrido una pandemia durante dos años y se ha visto resentida de las deficiencias que venía arrastrando desde hace mucho. Nos lo dicen los propios profesionales, llevamos 15 años poniéndole parches a la Atención Primaria. Por cierto, otros gobiernos también se comprometieron a hacer una reforma profunda y tampoco la hicieron. Y eso que no tuvieron dos años de pandemia.

¿Es el principal reto que tiene Navarra para el futuro?

–Desde luego debemos fortalecer nuestro sistema sanitario, pero hay que hacerlo con un amplio consenso para que se mantenga en el tiempo. Con los profesionales, las formaciones políticas, las entidades locales y la propia ciudadanía. Todos tenemos algo que decir.

¿Qué otras urgencias tiene Navarra a corto plazo?

–Vivimos un contexto de grandes transformaciones. Si queremos que nuestra industria siga siendo competitiva y genere empleo de calidad, tenemos que apoyarla en esa transición digital y sostenible. Por eso proponemos un plan de reindustrialización. Desde el diálogo y el consenso con las empresas para ver cómo podemos ayudar, ya sea mediante ayudas a la inversión o formando nuevos perfiles profesionales vinculados a la inteligencia artificial o con la robotización.

“Debemos afrontar la reforma de nuestro sistema sanitario desde un consenso amplio. Llevamos 15 años poniendo parches”

¿Repetiría la misma fórmula de Gobierno?

–El PSN se presenta a estas elecciones con el objetivo de ganar y liderar el próximo Gobierno. Con más apoyo ciudadano y con más fuerza delPartido Socialista.

¿Y eso en qué se traduce, en un Gobierno en solitario?

–El Partido Socialista no está pensando en un Gobierno en solitario, está pensando en un Gobierno con más peso del Partido Socialista porque ha tenido más apoyo ciudadano. No es lo mismo tener 11 parlamentarios que tener 13.

Geroa Bai se ha quejado de que el PSN ha resuelto las discrepancias imponiendo el rodillo en el Consejo de Gobierno.

–Bueno, ésta es la fórmula de Gobierno que fue acordada. Ellos valorarán si fue un buen acuerdo o no. Yo creo que sí, pero fue lo que se acordó. 

¿Va a ser más difícil negociar el Gobierno esta vez?

–No tiene por qué. Si todos hacemos una buena valoración de lo que ha sido la gestión del Gobierno y tenemos claro qué es lo que queremos, no tiene por qué haber dificultades. 

¿Cómo piensa encarar esa negociación?

–Mi idea es revisar qué cuestiones se nos han quedado pendientes en el acuerdo programático, ver en qué tenemos que avanzar. Y a partir de ahí cerrar un buen acuerdo de Gobierno cuanto antes.

¿Son compatibles un buen acuerdo de Gobierno y un acuerdo rápido?

–Claro que sí. Nos conocemos y hemos gobernado juntos cuatro años sobre un extenso acuerdo programático. Tenemos una base sobre la que trabajar. Ahora se trata de repasar qué queda por hacer y cuáles son los retos de futuro. No hay por qué retrasarlo en el tiempo si todos tenemos la intención de que sea así. 

¿Por qué ha adelantado la constitución el Parlamento a la de los ayuntamientos?

–Porque el Gobierno se tiene que formar cuanto antes, no tenemos tiempo que perder.

Se adelanta solo cinco días. Parece más una cuestión táctica.

–¿Y en qué va a influir eso en la formación del Gobierno?

Quizá para alterar el orden de la negociación. Por eso lo pregunto.

–No tiene que ver con eso, porque además la elección de la presidencia del Gobierno será después. Lo que creo es que no tenemos tiempo que perder.

¿Se marca plazos?

–No, y no soy inflexible. Pero si es antes de Sanfermines mejor. Si las formaciones que formamos el Gobierno somos las mismas, no tiene por qué haber mayores problemas. En cualquier caso, dependerá de las negociaciones.

¿Para el PSN este modelo de Gobierno es coyuntural o estructural?

–Esta es la apuesta del PSN desde que soy secretaria general. Quiero recordar que ya nos abstuvimos cuando Uxue Barkos alcanzó la presidencia del Gobierno. Así que sí, en ese sentido, este modelo de Gobierno es estructural para el PSN.

¿Apoyaría una investidura de Uxue Barkos si queda por delante?

–Es un escenario que no se va a dar. 

Yo sólo le planteo una hipótesis.

–Es un escenario que no se va a dar.

¿Aceptaría los votos de UPN si se los ofrece para la investidura?

–El Partido Socialista quiere formar un Gobierno de progreso y UPN se está dedicando toda la campaña a decirnos poco menos que tenemos las manos manchadas de sangre. Así que tampoco veo ese escenario. 

Hace dos años les ofreció su apoyo si rompían con sus socios.

–Pero no era una propuesta real, solo un intento de enredar un poco todo.

¿Cómo ve a UPN?

–Desangrándose semana tras semana. Y su planteamiento me parece de una incoherencia absoluta. Plantear un Gobierno en solitario sin el apoyo de nadie tiene una falta de credibilidad total.

¿Qué futuro le augura a UPN?

–Cuando las fuerzas regionalistas de otras comunidades han salido del Gobierno hemos visto que han ido reducido su presencia institucional. ¿Le puede pasar a UPN? Puede ser, pero esta vez al menos va a tener más presencia que el PP.

¿A medio plazo eso puede cambiar las relaciones entre el PSN y UPN?

–El PSN tiene muy clara la línea de trabajo que quiere seguir y cómo quiere que Navarra avance: con las fuerzas de izquierdas y progresistas.

¿El PSN tiene las manos libres para hacer los pactos que quiera tras las elecciones?

–El PSOE es el PSOE, pero las decisiones sobre los pactos las tomamos aquí. Así fue nuestra posición en 2015, así fue nuestra posición en el año 2019 y así va a ser en el año 2023.

¿Qué le parece que algunos líderes regionales del PSOE pidan a Sánchez que rompa con EH Bildu?

–El contexto de cada comunidad autónoma es diferente y, más allá de que pueda compartir o no las reflexiones de mis compañeros, entiendo que cada uno en su contexto tiene que manejarse con las peculiaridades políticas de su territorio. 

¿Pero el resultado del PSOE en estas municipales puede condicionar el escenario posterior?

–Es que vamos a tener un buen escenario electoral. Feijóo, que planteaba estas elecciones como un punto de inflexión, se está deshinchando. No tengo ninguna duda de que el PSOE va a ganar las municipales. 

¿Qué le ha parecido que EH Bildu incluya en sus listas a personas condenadas por su vinculación con ETA?

–No me ha gustado porque supone una revictimización. Cuando hicieron aquella declaración se comprometieron a avanzar en el reconocimiento de las víctimas y del daño causado. Pero esto no contribuye a seguir avanzando en convivencia.

¿Qué le ha parecido la respuesta que ha dado EH Bildu?

–Yo hubiera preferido que no hubiera tenido que dar este paso atrás. La rectificación es positiva, pero esto no tendría que haber ocurrido.

¿Sigue descartando la entrada de EH Bildu en el Gobierno?

–Lo dijimos claramente en 2019 y nos mantenemos en esa línea.

Pero estos cuatro años han negociado y han pactado casi todo.

–No tengo ningún problema en defender esos acuerdos puntuales con EH Bildu, porque los hemos hecho públicos. Nadie ha podido nunca criticar el contenido de esos acuerdos, con un claro perfil social. Y ahora haremos lo mismo. Pondremos encima de la mesa aquello que nos une, que no es la formación de Gobierno.

¿Tampoco negociarán su voto para la investidura?

–El acuerdo programático lo negociaremos con los socios del Gobierno, y ahí no está EH Bildu. No lo hicimos en 2019 y esta vez tampoco. Yo solo negociaré con los que vayan a ser mis socios de Gobierno.

¿Qué hará el PSN si EH Bildu les pide su apoyo en Pamplona?

–Nosotros nos presentamos para tener la Alcaldía de Pamplona. No para dársela a nadie. Ni a Cristina Ibarrola ni a Joseba Asiron. Hicimos posible una tercera vía en el Gobierno de Navarra, que no fue ni un Gobierno de derechas ni uno nacionalista. Y esa es la vía que queremos abrir en Pamplona. 

¿Votarán a su candidata, aunque ello implique una Alcaldía de UPN?

–Creo que lo que es bueno para Navarra puede ser bueno para el resto de ayuntamientos. Así que me parece bien que de las tres formaciones políticas que formamos el Gobierno, la que más respaldo ciudadano tenga reciba el apoyo del resto para formar gobiernos de progreso. Tenemos que trabajar en esa línea. 

Pero eso deja fuera a EH Bildu.

–Lo que yo creo que es bueno es que lleguemos a un acuerdo con nuestros socios de Gobierno también en Pamplona. Geroa Bai tendrá que decidir si le da sus apoyos a Bildu o a la candidata del PSN. 

¿El PSN apoyará alcaldías de Geroa Bai donde quede por delante?

–Es lo que planteo, apoyar al primero que quede entre los tres socios del Gobierno. Apostamos por esa reciprocidad. Pero para eso hace falta que Geroa Bai deje de hacer de agente electoral de EH Bildu. Cada vez que ha tenido que elegir ha apoyado a Bildu y no la propuesta del PSN.

Porque tenía más votos que el PSN.

–El problema de Geroa Bai es que sigue anclado a los acuerdos a los que llegó en 2015. Pero nosotros nos comprometemos a trabajar entre las tres formaciones políticas que formamos el Gobierno en todos los ayuntamientos.Porque sumamos.

¿La política lingüística es el escollo que le queda por resolver a la mayoría de Gobierno?

–Las diferencias esta legislatura han sido más cuestión de trámites que otra cosa. Nadie tiene que dudar de que se ha avanzado en materia de política lingüística. Se ha dotado de más presupuesto al euskera y ha habido bastante tranquilidad política. Excepto al final, curiosamente.

¿Por qué lo dice?

–Bueno, creo que fue deliberado traer el paso de Mañeru a la zona mixta justo al final de la legislatura. Flaco favor le hacemos al euskera si lo utilizamos políticamente.

¿El PSN tendrá más margen para cerrar acuerdos en materia lingüística una vez superada la presión electoral?

–El PSN en política lingüística tiene una línea de trabajo muy clara que no es ni el arrinconamiento de una lengua que es propia de la Comunidad, pero tampoco su imposición. Esa es la línea de trabajo del PSN, sea o no periodo electoral. 

¿Si sale reelegida hará muchos cambios en el Gobierno?

–Siempre hay cambios, pero va a depender de las negociaciones con los socios del Gobierno. Al final la composición del Ejecutivo tiene que estar alineada con el acuerdo y con el peso que le podamos dar a determinadas áreas. En cualquier caso, hago una valoración muy positiva de cómo ha trabajado el conjunto del Gobierno. Hemos pasado momentos muy duros y hemos estado a la altura.