Navarra es una de las 20 circunscripciones electorales que nunca han variado el número de diputados que obtienen en el Congreso, en el caso de la Comunidad foral cinco desde la primera cita con las urnas para unas generales, en 1977.

Sin embargo, madrileños, valencianos, andaluces, baleares, canarios, murcianos y catalanes elegirán el próximo 23 de julio 18 diputados más en conjunto de los que votaron en las generales de 1977, una representación que han perdido en estos 46 años gallegos, castellanoleoneses, vascos, extremeños, asturianos y aragoneses.

Aunque el Congreso de los Diputados siempre ha tenido 350 escaños en el actual período democrático, su distribución territorial ha cambiado en 12 de las 15 elecciones generales celebradas desde el final de la dictadura -todas menos las tres primeras y los comicios de noviembre de 2019- en función de los cambios demográficos.

En esta ocasión solo se ha modificado un escaño: el sexto por Badajoz que ahora será el décimo sexto de Valencia, como recoge el Real Decreto de disolución del Congreso y el Senado y de convocatoria de elecciones publicado este martes en el BOE.

Con esta serán 55 las modificaciones que se han producido en la distribución de escaños de la cámara baja, que han afectado a 31 provincias, como recogen los sucesivos decretos de convocatoria y normal electorales consultados por EFE.

Las que más veces han cambiado han sido Madrid, que ha crecido en representación en cinco ocasiones a medida que aumentaba su población -de hecho superó a Barcelona en escaños en las generales de 1989-, y Valencia, que también ha registrado cinco cambios, cuatro de ellos desde 2015 para variar alternativamente entre 16 y 15 diputados.

Las únicas circunscripciones que en todas las convocatorias electorales han elegido el mismo número de diputados son Ávila, Guadalajara, Huesca, Palencia, Segovia, Teruel (3 cada una), Albacete, Áraba/Álava, Burgos, Lleida, La Rioja, Salamanca (4), Cantabria, Castellón/Castelló, Ciudad Real, Huelva, Navarra, Valladolid (5), Granada (7) y Ceuta y Melilla (1).

Mientras el Congreso ha experimentado todos estos cambios, el Senado solo ha registrado una modificación en el número de representantes elegidos en las urnas, al dividirse en dos en los años 80 la circunscripción de La Gomera-Hierro creada en 1977, aunque sí han aumentado en función del crecimiento de la población los senadores por designación autonómica.

El Congreso de los Diputados tiene 350 escaños desde que así lo estableció la Ley para la Reforma Política de 1977, aunque la Constitución de 1978 permite "un mínimo de 300 y un máximo de 400", como indica su artículo 68.

La distribución territorial de los escaños quedó fijada por primera vez en el Real Decreto-ley sobre Normas Electorales de 1977, que consideró "conveniente", como dice en su preámbulo, "asegurar un número inicial de dos Diputados por provincia y dividir el resto de los Diputados en función de la población, atribuyendo un escaño por cada ciento cuarenta y cuatro mil quinientos habitantes o restos de población superiores a setenta mil".

"De esta forma -explicaron los legisladores de aquellos momentos incipientes de la Transición- se suavizan en alguna medida los efectos de nuestra irregular demografía y se atiende a un mayor equilibrio territorial en la representación".