Pablo Muñoz, director general de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, hizo una reflexión en el Foro Hiria acerca del sistema actual económico y la transformación que necesita para poder pasar a ser una economía circular y por tanto, sostenible.

Al comienzo de su intervención, explicó cómo desde la revolución industrial, nuestro modelo económico es principalmente lineal, de modo que los recursos naturales se extraen de manera continua y en cantidad creciente para producir bienes y servicios para consumirlos y desecharlos tras usarlos.

Para explicar en profundidad esta realidad, contó que son necesarios dos procesos que conllevan daños colaterales y que resultan perjudiciales para nuestro entorno. Por un lado, la extracción que acaba con el agotamiento de los recursos naturales y por otro, la fabricación y distribución, que produce la polución y emisión de gases de efecto invernadero. A su vez, el consumo supone el uso cada vez más rápido de los productos y acumulación de bienes y por tanto, demasiados residuos a tratar.

“La economía circular es una nueva manera de producir y consumir que concierne a todos los actores de la sociedad”

Muñoz lanzó el siguiente mensaje con el fin de concienciar a los presentes: “Algunos recursos naturales ya comienzan a escasear. Es el caso de numerosos metales como el cobre, la plata, el zinc o el níquel. Esta escasez va a provocar una volatilidad y un alza de precios de materias primas, pero también riesgos de  inestabilidad, de tensiones, incluso de conflictos geopolíticos”.

Tras esta introducción, expuso las razones por las cuales hay que cambiar de modelo. “Debemos limitar nuestro consumo, utilizando la menor cantidad de recursos naturales posible, reutilizando y reciclando si es posible hacerlo, no produciendo más para desecharlo rápidamente, pasando así a una economía circular”.

Esta transformación se acompaña de numerosas ventajas sociales, con la creación de empleo y el desarrollo de iniciativas locales que refuerzan las relaciones entre los diferentes actores sobre un territorio concreto.

CLAVES PARA LA EFICIENCIA

“La economía circular es una nueva manera de producir y de consumir que concierne a todos los actores de nuestra sociedad (ciudadanía, entidades locales, administración foral, empresas, asociaciones...)”, aseguró Muñoz.

“Debemos limitar nuestro consumo, utilizando la menor cantidad de recursos naturales posible”

A su vez, detalló que en lo que concierne a las empresas productoras, las nuevas prácticas deben conducir a una evolución hacia mayor cooperación, solidaridad y anclaje en el territorio, con la utilización mutualizada de los recursos (agua, energía) y de los servicios (transportes, centros de trabajo).

También hay que tener en cuenta el ecodiseño, concibiendo los productos para limitar sus impactos sobre el medio ambiente en todo su ciclo de vida.

Otro aspecto a tener en cuenta es la economía de la funcionalidad, priorizando el uso de los bienes que se ofertan sobre los bienes en sí mismos. En resumen, menos extracción de materias primas.

NUEVAS OPORTUNIDADES

En lo que concierne a nuestro comportamiento como consumidores y consumidoras, Pablo Muñoz ofreció algunas pautas para que la economía circular se pueda poner en práctica a nivel de usuario. El primer punto consiste en consumir menos y priorizar los productos con etiqueta medioambiental. También debemos pensar de manera colaborativa, fomentando el préstamo, el alquiler y el intercambio, fomentar el mantenimiento y la reparación, reciclar correctamente los residuos. “Pero atención: reciclar consume energía (transporte, procesos industriales) y no todos los residuos son reciclables, y cuando lo son no lo son al infinito”, enfatizó. En resumen, menos residuos y más valorización, concretó en su intervención.

EMPRESAS EN CRECIMIENTO

La economía circular puede contribuir a la competitividad de las empresas y al desarrollo económico. La optimización de los recursos utilizados es fuente de actividad económica y nuevos modelos de negocio están saliendo a la luz.

“Esta transformación se acompaña de varias ventajas sociales que refuerzan las relaciones de la sociedad ”

Por eso, “es una oportunidad la iniciativa de la alianza Navarra Zirkular, trabajando directamente con las empresas y en proyectos específicos, aunando y coordinando a tres Departamentos del GN, dos empresas públicas y una asociación empresarial”, mencionó el director general.

Por último, habló de la oportunidad que supone el desarrollo del plan bienal 23-24 de la Agenda de Economía Circular de Navarra 2030  que tiene un gran recorrido, especialmente con esta alianza, ya que el desarrollo de esta Agenda no consiste sólo en la gestión de residuos sino en un modo nuevo de pensar y actuar en los procesos productivos. “Esto no va de asuntos teóricos sino de trabajar directamente en las cadenas de valor y de las simbiosis que se pueden generar”, añadió.

E hizo mención al impulso a la cátedra de Economía Circular “que hemos creado con la UPNA, interviniendo así agentes del conocimiento”, finalizó Pablo Muñoz en el Foro Hiria.