Las frías noches bajo cero en el valle del Roncal desnudan una de las cascadas que en su momento corrían aguas monótonas por su cauce. En la NA-137 entre Burgui e Isaba se encuentra esta maravilla que ofrece la naturaleza año tras año.
Carámbanos en Las Goteras de la NA-137, en Roncal
Jesús Diges / EFE
Las frías noches bajo cero en el valle del Roncal desnudan una de las cascadas que en su momento corrían aguas monótonas por su cauce. En la NA-137 entre Burgui e Isaba se encuentra esta maravilla que ofrece la naturaleza año tras año.
Carámbanos en Las Goteras de la NA-137, en Roncal
Jesús Diges / EFE
Las frías noches bajo cero en el valle del Roncal desnudan una de las cascadas que en su momento corrían aguas monótonas por su cauce. En la NA-137 entre Burgui e Isaba se encuentra esta maravilla que ofrece la naturaleza año tras año.
Carámbanos en Las Goteras de la NA-137, en Roncal
Jesús Diges / EFE
Las frías noches bajo cero en el valle del Roncal desnudan una de las cascadas que en su momento corrían aguas monótonas por su cauce. En la NA-137 entre Burgui e Isaba se encuentra esta maravilla que ofrece la naturaleza año tras año.
Carámbanos en Las Goteras de la NA-137, en Roncal
Jesús Diges / EFE
Las frías noches bajo cero en el valle del Roncal desnudan una de las cascadas que en su momento corrían aguas monótonas por su cauce. En la NA-137 entre Burgui e Isaba se encuentra esta maravilla que ofrece la naturaleza año tras año.
Las frías noches bajo cero en el valle del Roncal desnudan una de las cascadas que en su momento corrían aguas monótonas por su cauce. En la NA-137 entre Burgui e Isaba se encuentra esta maravilla que ofrece la naturaleza año tras año.