Para la derecha sociológica, la procesión del Cristo de la Buena Muerte de Málaga es casi un mito: un momento en el que los militares vuelven a ir de la mano de la religión en un acto amparado por todas las autoridades.

Y este año no quiso perdérselo el diputado navarro Sergio Sayas, a quien las cámaras de TVE cazaron como parte de los invitados, entre los que también estaba la ministra de Justicia, Pilar Llop, la consejera de Economía andaluza, Carolina España, o el actor Antonio Banderas.

La procesión del Cristo de la Buena Muerte siempre corre a cargo de militares de la Legión. Hoy, los encargados de portear al Cristo de Mena han sido legionarios del tercio Duque de Alba, acuartelados en Ceuta, y que llegan a Málaga en un barco de la Armada.

Miles de personas han asistido a los actos, que han comenzado sobre las 10:30 horas, cuando el buque de la Armada Contramaestre Casado, de 104 metros de eslora y 14 de manga, ha entrado en el puerto malagueño con más de doscientos legionarios formados en su cubierta.

Una vez completado el atraque en el dique de levante, los legionarios han desembarcado uno a uno a paso ligero por la pasarela del buque hasta quedar formados en el puerto ante las autoridades religiosas, militares y civiles presentes.

El recorrido va desde el puerto hasta la plaza de Fray Alonso de Santo Tomás, donde se ubica la casa hermandad de la Cofradía de Mena.

En la explanada de la hermandad, los legionarios cantan el Novio de la Muerte, himno oficioso del cuerpo que suele estar acompañado por coros por parte del público.