Estacionamientos subterráneos en el corazón de la ciudad. Unas veces, necesarios para el vecindario pero nunca llegaron -más de dos décadas lleva hablándose del parking de Santo Domingo-, mientras que en otros casos fueron impuestos contra el criterio de una parte del vecindario.

Protestas hay muchas y bien sonadas en la historia de Pamplona. Desde finales de los años 70, cuando la ciudadanía pamplonesa comenzó a movilizarse contra un proyecto de estacionamiento en el entorno de la plaza de toros, hasta la protesta mayor de todas: la del aparcamiento de la Plaza del Castillo, a principio de los 2000, un proyecto que cambiaría para siempre la fisonomía del cuarto de estar de la ciudad.

Pero hay otras movilizaciones que bien merecen ser recordadas. En 1989, los vecinos de la plaza de Blanca de Navarra acamparon durante semanas para evitar que las excavadoras arrancaran sus árboles para guardar coches en el subterráneo, y en pleno Casco Viejo, en 1990, una gran parte de vecinos y vecinas se movilizó contra el aparcamiento que el entonces alcalde Alfredo Jaime autorizó en la plaza de San Francisco.

La plaza de San Francisco, vallada por el inicio de las obras en 1992, y protesta vecinal. Javier Bergasa

Txutxin Almingol, un histórico del Casco Viejo y la cara más conocida de la Asociación de Vecinos Alde Zaharra, lo recuerda: “Nuestra protesta era clara. Nosotros decíamos que los coches no debían entrar dentro del Casco Viejo, porque lo que hacían era llenar de tráfico el barrio”. Porque si había necesidad de plazas de parking “proponíamos que fuesen en los exteriores del Casco Viejo” (de hecho, contra el estacionamiento de Rincón de la Aduana, años después, no hubo protestas). Pero “es que, además, este parking tenía una función que no era tanto residencial, sino que estaba también al servicio del hotel”. Por eso "no se entendía" su necesidad.

"Nuestra pelea se centraba en que los coches no entraran dentro del Casco Viejo, y que los parkings se hicieran fuera, como el de Rincón de la Aduana"

TXUTXIN ALMINGOL - Asociación de Vecinos Alde Zaharra.

Defendían un casco viejo sin coches, pero también la conservación de los árboles y de la historia de la plaza. “De hecho, durante las excavaciones del subsuelo aparecieron los restos de la antigua cárcel de la ciudad”, que no se preservaron, y durísima fue también para los vecinos la tala de decenas de árboles. “Porque cuando haces un parking ya no puedes poner encima árboles de gran porte. Se cargaron bastantes y, aún más, la estructura de la plaza, aunque ahora ya nos hemos acostrumbrado a la nueva, pero nunca ha sido la misma”.

Se manifestaron, dieron ruedas de prensa, y el alcalde de UPN, Alfredo Jaime, les negó la mayor: “Nos llegó a llamar terroristas por oponernos al parking”, recuerda Almingol, y lamenta que los equipos de gobierno de UPN no hayan escuchado a los vecinos en este tipo de decisiones. “La nuestra no fue una pelea comparable a la de la Plaza del Castillo, sino una protesta más de barrio”. 

Las primeras movilizaciones, a finales de los 70

La oposición vecinal ante obras de este tipo de infraestructuras ya había surgido a finales de los 70. Entonces, se hablaba de un aparcamiento subterráneo en el entorno de la plaza de toros. La imagen que acompaña este reportaje recoge a cientos de personas en 1977 reivindicando el mantenimiento de los árboles y los jardines, y que, como alternativa, se planteara en Yanguas y Miranda. En 1989 comenzaron las obras y se inauguró a finales de 1990.

Concentración en el año 1977 contra el proyecto de parking subterráneo en la Plaza de Toros. DIARIO DE NOTICIAS

Hay que tener en cuenta que los 70 y los 80 eran años donde empezaba a florecer la concienciación medioambiental y a constituirse los primeros colectivos ecologistas. “El Ayuntamiento vendía la idea de que eran buenos para la ciudad, para el comercio, pero y ¿para el barrio? Por eso, no nos quedaba otra que protestar, porque no se nos tenía en cuenta”, destaca Almingol, quien añade que “yo creo que hoy en día no se haría el parking de la plaza de San Francisco”. Parecido ocurrió con el proyecto, que no cuajó, para la plaza de Santa Ana: “El tiempo ha demostrado que habría sido una locura hacerlo ahí”.

El boletín La Belena, editado por la Asociación de Vecinos del Casco Viejo en la primavera de 1990, recogía las razones de oposición a los parkings, al de San Francisco y a otros como Blanca de Navarra

-El problema urbano real no es el aparcamiento, es el coche.

-El impacto socioambiental del aparcamiento será perjudicial para la calidad de vida de la zona.

-Peligro de las excavaciones.

-Un obstáculo para una deseable política de peatonalización del Casco Viejo.

Ejemplar de la revista del Casco Viejo 'La Belena' de la primavera de 1990, dedicada al parking de San Francisco. CEDIDA

Ahora el tiempo ha demostrado que tenían bastante razón, que las políticas de los gobiernos de toda Europa se han centrado en sacar los coches de los cascos históricos. En la legislatura anterior, el de Pamplona se convirtió en zona ZAC (de acceso controlado), que supuso el primer paso de lo que hoy ha tenido que asumir Navarra Suma, las ZBE (las zonas de bajas emisiones) que exige la directiva europea. Txutxin Almingol lo tiene claro: “El Ayuntamiento de Pamplona, a través de los tiempos, ha sido de los últimos en engancharse a algo que era el futuro, que los cascos históricos fuesen sitios de los que se sacasen los coches”. Ahora, hay proyectos que no salen adelante, como el del paseo de Sarasate: “Yo me atrevería a decir que después del de Plaza del Castillo, la Administración anda con mucho tiento a hacer parkings en el centro de la ciudad”, concluye. 

Peio Iraizoz, artista de la piedra y miembro entonces de la Plataforma en defensa de la Plaza del Castillo, es de la misma opinión: “Hoy no se habría hecho, hay más sensibilidad con el patrimonio”, opina. Para él lo que apareció con la excavación “fue el mayor yacimiento arqueológico y más importante que se ha descubierto nunca en Navarra. Y lo destrozaron. Ahí estaba todo el abanico arqueológico, desde el paleolítico, hasta la Edad Media”, explica.

El 23 de julio de 2001, se talaron de madrugada más de 70 árboles para hacer el parking.

El 23 de julio de 2001, se talaron de madrugada más de 70 árboles para hacer el parking. Redaccion DNN

"La de la Plaza del Castillo fue una lucha perdida, pero sensiblizó mucho a la gente. La reacción ciudadana fue histórica y un ejemplo en Europa"

PEIO IRAIZOZ - Artista, miembro de la Plataforma contra el parking de la Plaza del Castillo

Iraizoz lamenta que “se pasó por encima de la voluntad popular, del patrimonio, de la historia... Porque lo que importaba era el negocio”, dice y recuerda los 6 millones de euros de lucro cesante que hubo que pagar a la empresa adjudicataria por un error del Ayuntamiento de UPN (adjudicó el parking por 75 años cuando por ley debió hacerlo por 50. “La de cosas que podría haber hecho la ciudad con ese dinero”. “UPN, con el apoyo del PSN entonces, hizo lo que una pericial de Aranzadi concluyó el denominar expolio”. Señala que la ciudad perdió una oportunidad única: “Pamplona podría haber tenido un museo referencial sobre la historia”.

Iraizoz recuerda que aquel parking “tocó el corazón de la ciudadanía”, y recuerda las movilizaciones como “algo histórico. Yo creo que cumplimos con el deber, y aquello fue un ejemplo en toda Europa”. 25.000 firmas se recogieron para la celebración de un referéndum y durante meses se sucedieron las manifestaciones. “Fue una lucha perdida pero sensibilizó mucho”. 

En los últimos tiempos, en Pamplona hay tres aparcamientos en el punto de mira. El de las Huertas de Santo Domingo, esa vieja demanda vecinal que ningún Ayuntamiento acaba de darle forma; el de Sarasate, que la oposición consiguió paralizar por la grave afección al arbolado; y el de la calle Sangüesa, un proyecto querido por algunos y cuestionado por otros.

1990: Contra el parking de la plaza de San Francisco

En 1990 ya comenzaron las protestas por lo que fue el primer parking subterráneo del Casco Viejo. Con “nocturnidad”, según denunciaban los vecinos, la mañana del 12 de febrero de 1992 amaneció con todos los árboles talados y las farolas, los bancos y la estatua del santo retirada. La plataforma contra el parking y la Asociación de Vecinos había recogido 2.000 firmas de opositores. El parking incluía 284 plazas, 80 para el hotel. Cada una, a 1.600.000 pesetas

Concentración contra el inicio del parking de San Francisco, el 15 de febrero de 1992. DIARIO DE NOTICIAS

Imagen de los árboles talados en la plaza, en febrero de 1992 DIARIO DE NOTICIAS

1977: Contra el de la plaza de toros

Desde finales de los 70 hubo protestas ante un proyecto de estacionamiento subterráneo. En agosto de 1989 comenzaron las obras para 671 plazas (luego llegaron a 725). Fue el primer parking de rotación de Pamplona y se abrió el 11 de diciembre de 1990. 

Una imagen histórica de 1977, con Germán Rodríguez en una protesta contra el parking de la Plaza de Toros. CEDIDA

1989: Contra el de la plaza Blanca de Navarra

Siendo concejal de Urbanismo Alfredo Jaime se aprobó el proyecto del aparcamiento de Blanca de Navarra, con 390 plazas. Los vecinos acamparon entre el 13 de noviembre de 1989 y el 22 de enero de 1990 cuando fueron desalojados y se inició la obra. Su protesta se centraba en que la excavación afectara a sus casas, que por su antigüedad “tienen cimientos poco sólidos y estructuras de madera”. El 24 de enero de 1990, comenzó la tala y la obra. Se inauguró en abril de 1991.

Movilización, a comienzos de 1990, contra el parking de Blanca de Navarra. DIARIO DE NOTICIAS

En 1989, cartel colocado en la plaza Blanca de Navarra. DIARIO DE NOTICIAS

2001: Contra el parking de la Plaza del Castillo

Terminados los Sanfermines, de madrugada, el Ayuntamiento de Barcina procedió a la tala de 75 árboles. Arrancaría uno de los proyectos más polémicos de todos los tiempos, el parking de la Plaza del Castillo. En un mes se recogieron 25.000 firmas solicitando un referéndum, que UPN no atendió. Mientras, las excavaciones sacaban a la luz restos importantísimos de la historia de la ciudad, que tampoco frenaron la obra. Se inauguró con fuegos artificiales el 25 de junio de 2004. Cuenta con más de 900 plazas, de vecinos y rotación.

Miles de personas se manifestaron en el verano de 2002 contra el estacionamiento de la Plaza del Castillo. DIARIO DE NOTICIAS