River Plate y Boca Juniors, los dos clubes más grandes del fútbol argentino, atraviesan momentos muy delicados: eliminados en octavos de final de la Copa Libertadores, sin fichajes de envergadura y con un desempeño irregular en el torneo doméstico, ambos están muy lejos de su mejor nivel.

Como todas las rivalidades futbolísticas, River y Boca son vasos comunicantes. El éxito de uno impacta en las emociones del otro, pero últimamente ninguno de los dos tiene motivos para muchas alegrías. Desde que empezó el mes de junio, el Millonario suma dos triunfos, tres empates y otras tres derrotas en partidos oficiales, mientras que el Xeneize acumula en el mismo período cuatro victorias, dos empates y tres derrotas.

La derrota este martes en la tanda de penaltis ante el Corinthians (5-6), luego de cosechar sendos empates sin goles en los partidos de ida y de vuelta, fue la gota que colmó el vaso para la dirigencia del Boca, que optó por despedir a Sebastián Battaglia como entrenador y nombrar al técnico del reserva, Hugo Ibarra, como interino. Tras su destitución, marcada, entre otros factores, por las críticas a la falta de refuerzos en esta ventana de fichajes, Battaglia manifestó que la Copa Libertadores “se ha convertido en algo obsesivo” para el ‘Xeneize’, uno de los clubes más laureados de la competición con seis campeonatos en su haber.

El entrenador santafesino, que ocupó el cargo durante 323 días, con un balance de 29 triunfos, 16 empates y 10 derrotas, sumó dos títulos a las abultadas vitrinas del Boca durante su etapa como director técnico: la Copa Argentina en 2021 y la últi. El próximo entrenador xeneize, quien, según medios locales, podría ser Martín Palermo, asumirá las riendas del equipo con el propósito de escalar posiciones en Liga, en la que el Boca aparece como 11 clasificado tras seis jornadas, y asegurar de este modo su clasificación para la próxima edición de la Libertadores.

Las cosas no van demasiado mejor por el barrio de Núñez. Después de una fase de grupos casi perfecta, el River Plate se despidió este miércoles de la Libertadores ante el Vélez, siendo incapaz de convertir un solo gol en la eliminatoria, que terminó con un global de 0-1. Más allá de la polémica por el gol anulado a Matías Suárez, el Millonario fue claramente inferior a su rival en los dos partidos, evidenciando el mal momento de forma que atraviesa el equipo de Marcelo Gallardo.

El técnico, que extendió su contrato con el club hasta el próximo 31 de diciembre, podría terminar su trayectoria como entrenador del River sin nuevos títulos en caso de que no haya un cambio de tendencia en los próximos meses. El River concentrará ahora sus esfuerzos en sumar nuevos fichajes, especialmente tras la despedida este miércoles de su principal referencia ofensiva, Julián Álvarez.