La Fiorentina y el West Ham tienen este miércoles (21.00 horas) una oportunidad de oro en la final de la Conference League para volver a dar una alegría a sus aficionados y celebrar un título varios decenios después en los que, además, sufrieron el varapalo más importante del fútbol: el descenso de categoría.

El Eden Arena de Praga acogerá un duelo entre dos equipos históricos que, después de un tiempo relegados a un papel secundario, quieren saborear un éxito europeo. Sería el primero en la historia de los londinenses y el segundo en el caso de los de Florencia, que levantaron la Recopa de Europa en 1960.

La Fiore, que solo ha ganado una final europea de las cuatro que ha jugado, vuelve a disputar un partido que vale un título continental 33 años después de aquella final de Copa de la UEFA de 1990 que perdió ante el Juventus. Eso sí, con la experiencia reciente de haber disputado la final de la Copa Italia ante el Inter, plantando cara al finalista de la Liga de Campeones.

Y es que está siendo una temporada muy positiva para los jugadores de Vicenzo Italiano, que, pese a que le costó arrancar al inicio de esta temporada, ha ilusionado a toda una ciudad llevando a los viola a dos finales. Todo un logro teniendo en cuenta que su último título se remonta a la Coppa Italia de 2001.

Gran parte de culpa la tienen dos jugadores fundamentales en el esquema del técnico italiano. El brasileño Arthur Cabral, máximo goleador de lo que va de competición con siete goles, un clavo al que se agarra un equipo que, aunque compite bien, encaja con cierta facilidad, y el argentino Nico González, que pondrá a disposición toda su calidad en una zurda que no esconde para golpear desde la larga distancia, lo que le convierte en uno de los efectivos más peligrosos del partido.

Con dos victorias seguidas para cerrar la temporada, a la espera de poder entrar en puestos europeos por una sanción de la UEFA a la Juventus y con la única duda del italiano Gaetano Castrovilli por molestias en la rodilla, el Fiorentina mantendrá su clásico esquema de 4-3-3, con Nico González apareciendo por dentro y dejando el carril libre para Dodo.

En caso de que el partido se atasque, el técnico viola podría utilizar la baza del serbio Luka Jovic en los minutos finales para acumular hombres en el área.

Para el West Ham United, una victoria puede acabar con un desierto de 43 años. Casi medio siglo lleva esperando el aficionado Hammer para ver a su equipo ganar un nuevo título, tras la FA Cup de 1980. Muchas historias han pasado desde entonces: descensos a Segunda, finales de copa perdidas, invasiones de campo para agredir a los jugadores, cambio de dueños, la demolición de Upton Park, salida de leyendas como Mark Noble...

Y como no podía ser diferente, esta final también está cargada de drama. De perder ante el Fiorentina, David Moyes será despedido como técnico del West Ham. Un final abrupto, pero quizás justo, para un entrenador que ha llevado a los londinenses a una final europea cinco décadas después, pero que también ha estado peleando siempre al borde del descenso a pesar de tener una plantilla hecha para acercarse a los puestos de honor.

El de este miércoles puede ser también el último partido para Declan Rice, que es uno de los pivotes más deseados en la Premier League y su marcha a un equipo de mayor caché es un secreto a voces en Inglaterra.

Con la única baja de Ginaluca Scamacca, el West Ham podrá formar con su habitual 4-2-3-1, en el que Soucek acompaña a Rice como doble pivote, con Paquetá como '10' y Bowen y Benrahma en banda. Arriba estará Michail Antonio, que lleva seis goles en esta competición.

En contra del West Ham puede jugar que su último partido con algo en juego data del 18 de mayo, es decir; hace tres semanas. Desde aquella vuelta de semifinales contra el AZ Alkmaar, los londinenses solo han disputado dos encuentros, ya sin nada en juego en la Premier, contra el Leeds United (victoria por 3-1) y contra el Leicester City (derrota por 2-1).

Moyes hizo varias rotaciones para estos partidos, como la entrada de Danny Ings y Pablo Fornals, formidables suplentes para la final, pero mantuvo el núcleo duro del equipo para no perder ritmo de cara al partido de este miércoles.

Fiorentina Terracciano; Dodò, Milenkovic, Igor, Biraghi; Bonaventura, Amrabat, Castrovilli; Nico Gonzalez, Ikoné y Cabral.

West Ham Areola; Kehrer, Aguerd, Zouma, Cresswell; Soucek, Rice; Bowen, Paqueta, Benrahma; y Antonio.

Árbitro Carlos del Cerro Grande (ESP).

Estadio Eden Arena (Praga).

Hora/tv 21.00 horas/Movistar+ Liga de Campeones