Laura Escanes y Risto Mejide llevan mucho tiempo triunfando por separado en el terreno profesional. Él como presentador de varios formatos de éxito en televisión y ella en redes sociales como influencer. 

Sin embargo, aunque hasta ahora no se habían animado a emprender un proyecto en común, hace unas semanas lanzaban su primer trabajo juntos, un podcast titulado ‘Cariño, ¿pero qué dices?’, en el que el matrimonio habla de diferentes aspectos de su vida y en cada episodio tratan y debaten un tema diferente.

La pareja, cuyo programa se puede escuchar a través de la plataforma Podimo, ha aprovechado la última entrega de su podcast para hablar de sus miedos y de cómo estos han cambiado tras el nacimiento de su hija Roma, especialmente en el caso de Laura. 

LAURA ESCANES CONFIESA SU MAYOR MIEDO COMO MADRE

Al principio de este proyecto en común, Risto Mejide ya confesó que antes la muerte era uno de sus mayores miedos, un tema que a la influencer no le preocupa demasiado: "¿A la muerte? A mí me importa una mierda morirme. Siempre he pensado que voy a morir joven", sin embargo, hay un temor que la persigue sobre todo desde que nació su hija

"El miedo a que le pase algo a Roma, a Julio, a ti, a mis amigos o a mi familia… Eso me mata", explicaba la catalana durante su charla con su marido. 

Aunque ese no es el único gran miedo que ronda por la cabeza de Laura, y es que aunque ahora piense en lo que pueda pasarle a Roma, no es nada comparado con lo que teme que pueda ocurrir cuando la pequeña se convierta en adolescente. 

Escanes, al igual que muchas otras mujeres y madres, no puede evitar pensar en los posibles peligros a los que se enfrentará su hija cuando crezca y empiece a salir de fiesta.

"Que vaya sola por la calle cuando sea adolescente… Eso es algo que tú no has vivido, pero yo sigo teniendo miedo cuando vuelvo a la una de la mañana y sigo diciéndole a mis amigas que me avisen cuando estén en casa. Y los taxis se esperan en la puerta a que entres en casa y cierres la puerta…", exponía Laura intentando explicar las razones de este temor. 

Un miedo totalmente normal que muchos padres experimentan cada día cuando piensan en sus hijas adolescentes.