Tener plantas en casa te ayudará a decorar tu hogar, aportará frescura y purificará el ambiente. Los jardines acuáticos son una obra de jardinería que se está poniendo muy de moda y es perfecto para cualquier época del año. Además, se pueden crear dentro de casa y no requieren demasiados cuidados.

Como su propio nombre indica, se trata de un jardín que se compone en su mayoría por agua y flora. Pero la idea no consiste en hacer un estanque con diferentes escenarios, sino en crear pequeños jardines en macetas o recipientes independientes.

Para crear un ecosistema en nuestro jardín acuático podremos contar con elementos orgánicos e inorgánicos, donde se podrán combinar plantas, rocas, troncos, animales… También se pueden añadir elementos decorativos como iluminación, fuentes u otros. Como recipiente, se recomienda usar una fuente de cristal para poder ver la evolución y crecimiento de las plantas.

Estos escenarios naturales son únicos, pueden tener cualquier tamaño y su diseño variará según el gusto de cada uno. Aunque haya que dejar trabajar a la imaginación, no hay que olvidar que los elementos centrales son el agua y las plantas, por lo tanto, los detalles que se agreguen deberán girar entorno a los elementos principales, para no romper ni la armonía ni el ecosistema.

Para comenzar con el jardín acuático, primero se debe elegir si este se ubicará en el interior o exterior de la casa, ya que según las dimensiones de las que dispongas, los recipientes serán de un tamaño u otro.

Después, hay que seleccionar las plantas acuáticas y existen tres especies de plantas para este tipo de jardín. Las emergentes, que fijan sus raíces en la tierra y sus hojas se asoman a la superficie, dejando ver un verde intenso, un ejemplo de esta variedad es el potus. Las sumergidas, que se desarrollan debajo del agua, entre la que encontramos la planta espada o elodea, y las flotadoras, que parece que danzan en el agua y no se arraigan al suelo, como es el caso de las algas azules y el loto sagrado.

La flor de loto es una planta que se puede ver en muchos jardines acuáticos. Freepik

Para que las plantas sobrevivan y el jardín prospere es importante cuidar del agua y del suelo. Debemos usar agua limpia, ya que la sucia puede atraer plagas de insectos. Para mantenerla limpia es recomendable cambiarla una vez por semana o usar diferentes métodos para facilitar su higienización como un purificador de agua o un truco casero que consiste en mezclar arena con grava y agregar carbón vegetal.

En cuanto a la temperatura, lo ideal es tener el agua templada, entre los 15 y 18 grados, para mantener la temperatura podemos disponer de un termómetro en el recipiente. En caso de que seas una persona que pasa mucho tiempo fuera de casa, lo mejor es tener plantas de agua fría, para no preocuparse por mantener la temperatura correcta del agua.

Para crear el suelo, se recomienda usar arena de río y comprarla envasada. Antes de introducirla en los recipientes hay que lavarla cuidadosamente y después agregar una capa de entre 5 y 10 centímetros de espesor.

Al tratarse de un jardín artificial, las plantas no reciben los nutrientes que necesitan para alimentarse, por eso, para conseguir que crezcan basta con enterrar en la arena de nuestro jardín pastillas de abono fertilizante que enriquecerán el suelo.

Siguiendo estas indicaciones ya estás listo para crear un rincón verde y fresco en tu hogar. Los jardines acuáticos pueden incluir todo tipo de elementos decorativos y si cuentas con un espacio amplio se pueden añadir animales como peces, ranas o tortugas para darle más vida al pequeño ecosistema.