Mesías de la derecha presuntamente moderada en horas bajas: Como me dijo una vez un amigo al que invité a participar en una tertulia y luego las pasó canutas en directo, "desde casa, parecía fácil". Después de quitarse de en medio a Pablo Casado con la colaboración de los mismos cánidos sumisos que le bailaban el agua al palentino, sumó tres o cuatro golpes de suerte y las encuestas se le pusieron de cara. "El efecto Feijóo", llamaron al prodigio que se está demostrando espejismo. Al escuchar sus parraplas cada vez más rajoyanas, bajan en picado sus opciones de dormir algún día en la Moncloa. Y canta La traviata que su única baza sea, como vimos ayer, pegarse como una lapa a Isabel Díaz Ayuso, su nada improbable sucesora.