Melillagate

– Menuda falta de puntería... o de información de sus propias huestes, la de Fernando Grande-Marlaska. El arrinconado por mil frentes ministro español de Interior aseguró el lunes que el escándalo de la compra-venta de votos por correo en Melilla era una minucia. Ni 24 horas después, nos desayunamos con la noticia de una operación policial contra la presunta mafia de subasta de sufragios con un porrón de detenciones. Algunos son jornaleros del hampa, pero otros de los que han pasado la noche en el calabozo no son mindundis de tres al cuarto. Uno de ellos, de nombre Mohamed Ahmed Al Lal, es consejero del gobierno de la ciudad autónoma y va como número tres en las listas de Coalición por la Melilla. Otra de las piezas de tronío capturadas es el yerno del siniestro Mustafá Aberchán, lider de la formación antes citada, y con un abultado currículum de trapicheos. El difunto Jesús Gil ya tuvo probados tratos sucios con él en sus tiempos del sultán de la Costa del Sol.

Errejón se cae del guindo

– Lo divertido con ribetes de inverosimilitud es que Coalición por Melilla, que se define como radicalmente de izquierdas, forma parte de un denominado Acuerdo del Turia, que incluye a Más País (el de Errejón y la doctora Mónica García), Compromís (Baldoví, que te vi), la Chunta aragonesista y hasta el Proyecto Drago del canario rebotado de Podemos Alberto Rodríguez. entre otras fuerzas que se reclaman requeteprogresistas. Para que no falte de nada, los ahora bajo sospecha también se hicieron visibles en la presentación por todo lo alto de Sumar, la plataforma de Yolanda Díaz. Así que a la formación que nominalmente dirige Ione Belarra le ha faltado tiempo para sacar el cinto dialéctico a pasear. “Es muy grave y a mí me preocupa que algunos partidos progresistas hayan pensado que estos son socios aceptables con las previas que ya conocíamos”, se ha quedado a gusto la ministra de Derechos Sociales en su diatriba contra quienes el día anterior había definido como “izquierda cuqui”. Tarde y mal, los aludidos “del Turia” han anunciado “la expulsión preventiva” —se lo juro— del contubernio melillense implicado (presuntamente, vale) en la trapisonda.

¿Alguien más?

– Toca permanecer atentos a las pantallas. Por ahora, solo hay unas siglas claramente señaladas. Sin embargo, en el entorno de los detenidos de “a pie”, los que se dedican al menudeo, la queja más extendida es que los han tomado por cabezas de turco y que la red para la que trabajaban no tenía un cliente único. Los próximos capítulos prometen.