Son muchos los que a estas alturas del año se encuentran preparando su vacaciones de verano. Posibles destinos, fechas, excursiones, modo de transporte, con quién… En este último aspecto son cada vez más los que se plantean la compañía de su mascota, de su perro. Son uno más de la familia y piensan que no hay razón para separarse en un momento en el que pueden disfrutar de más horas juntos. Tal vez no se quiera dejar a nuestro compañeros a cargo de una persona de confianza ni en una residencia, algo que quizá sí haya que hacer con gatos, hurones, pájaros, reptiles y peces.

De todas formas mientras se madura la idea del viaje hay que reflexionar sobre algunos aspectos antes de tomar la decisión definitiva. Quizá nos ahga ilusión y tengamos ganas, pero existe la posibilidad de que el viaje presente algunos aspecto inesperados que pueden hacer que no sea tan idílico como pensábamos.

Si se va a una ciudad desconocida lo mejor es averiguar dónde están los parques para pasear con el perro. Freepik

De entrada, hay que plantearse si nuestro perro va a disfrutar o puede que sea una experiencia estresante para él. Si el can no ha viajado demasiado, la experiencia de tantas horas en un coche o en otro medio de transportes pueden alterarlo. Al igual que el destino, que además de resultarle desconocido, puede que no sea el más adecuado para el animal por no poder cubrir sus necesidades rutinarias. También la climatología puede ser un problema, el calor , el frío, la humedad pueden causarle problemas. Incluso la edad puede ser un hándicap. Un perro mayor puede no soportar bien las actividades un viaje cultural con paseos intensos o que no se le brinde el descanso necesario. A los problemas de edad pueden unirse otros aspectos como las alergias o la necesidad de un tratamiento regular.

Ojo con las improvisaciones, informarse bien a dónde se va. Especialmente si cuenta con espacios pet friendly para poder compartir experiencias. Y aunque cada vez hay más, todavía no son muchos. Esto es importante a la hora de elegir alojamiento, o de buscar locales donde comer o tomar algo en el interior se pueda hacer en el interior con mascotas. Algo similar puede pasar con la playas, que hay muchas que en la temporada de verano no admiten la presencia de perros, aunque vayan atados. Lo mismo puede ocurrir durante un recorrido por un parque natural, ya que se considera que pueden molestar a la fauna silvestre.

Documentación

También es importante saber la documentación que puede hacer falta llevar, especialmente si nos desplazamos al extranjero. Para esto necesitan un pasaporte que lo identifique y que cuente con su cartilla de vacunación. Esto último es importante porque puede ser necesaria alguna vacuna extra o sea necesario pasar por alguna zona con núcleos de enfermedades que no existan en casa. Incluso según el país del que se vuelva, al regresar a España debe someterse a algún análisis, como el de la rabia.

Dentro del tema sanitario, llevar una mascota supone ampliar el botiquín de viaje con medicamentos y los recursos específicos para perros. Pero probablemente no sea lo único que haya que incorporar al equipaje,su cama, platos para la comida y el agua, la propia comida si necesita algo muy específico. Según el destino, quizá algo de ropa de abrigo o algún impermeable...Y ya puestos, una placa identificativa con dirección y teléfono por si lo perdemos de vista y no lo podemos encontrar.