Las gafas son una prenda de moda más y con una buena elección podemos reflejar nuestra personalidad y estilo. Seguro que alguna vez te has enamorado de unas gafas y al probártelas has visto que no te quedaban como esperabas. Y es que, a la hora de escoger montura, es primordial tener claro cuál es tu tipo de rostro y qué forma de montura te puede favorecer más.

Además de la forma de la cara, hay que tener en cuenta el equilibrio y la proporción, ya que si escogemos unas gafas demasiado grandes o demasiado pequeñas para nuestro rostro puede que no nos veamos favorecidas con ellas. Por norma general, hay que fijarse en que el ancho de la montura no sobresalga de la parte comprendida entre la frente, la oreja y la mejilla o por el contrario, que no sea mucho más pequeña.

También debemos tener en cuenta el contraste a la hora de minimizar o potenciar una característica concreta de nuestro rostro. Por ejemplo, a los rostros con rasgos y ángulos muy marcados, les va mejor utilizar formas suaves y redondeadas para que contrasten y consigan un conjunto más armónico.

Según nuestro tipo de rostro, estás son las gafas que mejor nos van a quedar:

Rostro ovalado. La cara ovalada suele tener unas proporciones equilibradas, lo que hace que sea el tipo de forma de cara que más se adapta a cualquier clase de gafas. En principio, sirve cualquier tipo de montura salvo en el caso de que tengas la cara alargada porque las monturas demasiado estrechas no te favorecerán.

En el rostro ovalado sientan bien casi todos los tipos de gafas. Freepik.

Rostro triangular. Las personas con este tipo de cara suelen tener pronunciados el mentón y la mandíbula. Por ello, para contrarrestar esto lo mejor es elegir monturas que acentúen la parte superior del rostro, como las que tienen forma redondeada o cuadrada. Es recomendable usar monturas anchas y gruesas como las de aviador o mariposa de colores llamativos, ya que alargan y estilizan la cara.

Las gafas con forma de aviador acentúan la parte superior del rostro. Freepik.

Rostro alargado. El objetivo es acortar la distancia entre la frente y la barbilla. Por ello, las mejores gafas son las monturas rectangulares y de tamaño grande. Si usas una montura muy pequeña y con forma redondeada, el efecto será el contrario y tu rostro parecerá aún más alargado.

Las monturas rectangulares y de tamaño grande son la mejor elección para aquellos que tengan el rostro alargado.

Las monturas rectangulares y de tamaño grande son la mejor elección para aquellos que tengan el rostro alargado. Freepik.

Rostro cuadrado. Esta forma de cara suele caracterizarse por una frente ancha, ojos separados y unos rasgos muy marcados. Por ello, es mejor que optes por una montura redonda u ovalada para aportar suavidad y equilibrio en tu rostro.

Las monturas redondas aportan suavidad y equilibrio al rostro.

Las monturas redondas aportan suavidad y equilibrio al rostro. Freepik.

El tamaño de la nariz

La forma de tu rostro no es el único factor determinante para elegir montura, también hay que tener en cuenta la forma de la nariz, no solo por el aspecto estético, sino por la comodidad.

Nariz grande. Si este es tu caso, las gafas con puente fino aportan proporción al conjunto porque equilibran el tamaño de la nariz sin hacerla destacar más.

Nariz pequeña. Si tienes una nariz más corta, las gafas pequeñas te van a resultar más favorecedoras debido a la proporción, ya que, si fueran demasiado grandes, la nariz pasaría desapercibida.

Nariz poco pronunciada. Cuando el puente nasal es poco pronunciado, el puente de la montura no tiene demasiado espacio en el que posarse, por lo que unas gafas de plaquetas son la mejor opción.