Hay algunos objetos que utilizamos a diario y que, sin embargo, no conocemos tan bien como creemos. Su uso forma parte de nuestra rutina y no reparamos en sus detalles; tenemos asumido que son como son y nunca nos preguntamos por qué.

Este es el caso de una prenda indispensable en la vestimenta femenina y uno de los componentes de su ropa interior: la braga

Aunque no se conoce quién la inventó, se sabe que el pueblo persa fue el primero que usó esta prenda de manera generalizada alrededor del año 1.700 a.C., y que por entonces era de uso estrictamente masculino. A partir de ahí, su evolución ha sido constante.

Las primeras bragas concebidas como prenda íntima femenina se remontan al siglo XVIII y tenían mucha tela (llegaban prácticamente hasta los tobillos). Con el paso de los años esta ha ido reduciéndose considerablemente. Tanto en las mercerías como en las tiendas de moda podemos encontrarlas en diferentes modelos (según su hechura van desde la clásica, hasta la braga tanga, la braga brasileña, la braga alta o la braga culotte), así como en distintos tejidos (algodón, encaje, seda u otros materiales sintéticos). 

Las bragas de algodón son la mejor opción para el cuidado íntimo. Freepik

Esta prenda interior femenina tiene una doble función: por una parte, por una cuestión de higiene, evitar que la ropa exterior se manche con posibles secreciones corporales, y por otra, proteger las partes íntimas del contacto con esa ropa.

Pues bien, para poder desempeñar esa doble función, la mayoría de las bragas cuentan con lo que parece una especie de bolsillo, aunque en realidad se trata de un doble forro de algodón. Es importante que sea de algodón, ya que muchas bragas y tangas, sobre todo las de diseños más lenceros, están confeccionadas con materiales poco higiénicos como el encaje, la seda o los tejidos sintéticos, lo que podría causar molestias en las partes íntimas.

Este bolsillo queda a la altura de la zona íntima de la mujer y está cosido solamente por uno de sus lados, lo que garantiza una limpieza más completa a la hora de lavar la prenda. Pero, ¿cuál es la verdadera razón de que esté abierto por un lado? Esto se debe a que si se cerrara por ambos lados la costura resultaría molesta

Dos bragas de encaje con el pequeño 'bolsillo' de algodón. Freepik

Para que la braga pueda garantizar el cuidado de la higiene íntima y de la salud vaginal, es necesario que la prenda tenga esa tela adicional. Su misión es prevenir la irritación producida por el roce al caminar y por una sudoración natural excesiva y evitar el paso de bacterias que puedan alterar la flora vaginal con el consiguiente desarrollo de infecciones.

A partir de ahora, cuando vayas a comprar ropa íntima no te guíes solo por su aspecto, su diseño, su tejido o su color. Si no la eliges de algodón, comprueba que al menos tenga este pequeño bolsillo para garantizar que la higiene y el cuidado de tus partes íntimas sean los más adecuados. 

Cómo cuidar la ropa íntima


- La ropa interior debe estar siempre limpia y seca para evitar infecciones. 

- Mejor si es de algodón, ya que es un material hipoalergénico, suave y fresco.

- Lavar las prendas con jabón neutro y sin fragancias. Evita utilizar suavizantes, detergentes fuertes y perfumes que pueden causar irritaciones, ya que la piel de la zona íntima es muy delicada.

- Lavar la ropa íntima a mano o separada de otras prendas y secarla al sol.

- Mirar las etiquetas de las prendas para saber la temperatura a la que se deben lavar para no estropearlas.