El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha ordenado la creación de una empresa rusa para responsabilizarse de la gestión de la central nuclear de Zaporiyia, que tras la pretendida anexión de esta región pasaría a ser una propiedad federal bajo control absoluto de Moscú.

Así consta en un decreto promulgado este miércoles por Putin y que da por válidos los permisos que afectaban a la planta antes del 30 de septiembre, día de firma de los tratados de anexión, hasta que Rusia elabore su propia regulación sobre la que está considerada la mayor central nuclear de Europa.

La orden de Putin, que se aplicaría con efecto inmediato, establece el control de la nueva firma sobre la central hasta el 1 de enero de 2028, según el texto divulgado por el Kremlin.

La compañía rusa Rosenergoatom ha asegurado que Moscú controlará de forma efectiva las instalaciones nucleares después de que el que fuera jefe de la central cuando estaba controlada por Ucrania, Ihor Murashov, haya transmitido a Moscú toda la información necesaria.

Murashov fue detenido por las fuerzas de Rusia el pasado viernes cuando se desplazaba en su vehículo por las inmediaciones de la central nuclear. Ya el lunes, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) confirmó la liberación del director de la planta nuclear.

La agencia ha pedido en reiteradas ocasiones la desmilitarización de la central, controlada desde principios de marzo por Rusia, y ha alertado del riesgo de un accidente por la escalada de combates en las inmediaciones.

La región donde está ubicada, Zaporiyia, es una de las cuatro que Rusia reclama ahora como propias tras organizar unos referéndums carentes de legitimidad, junto a Jersón, Donetsk y Lugansk.