El gabinete de Seguridad israelí ha anunciado este domingo una serie de medidas contra los palestinos, en respuesta a una serie de ataques este fin de semana, que incluyen la revocación de beneficios para las familias de atacantes y un plan para deportarles.

Las decisiones del gabinete llegan tras un importante ataque en un asentamiento israelí en Jerusalén este ocupado el viernes por la noche, en el que murieron siete israelíes y que representa el atentado palestino más mortífero desde 2008.

"El gabinete de Seguridad tomó una serie de decisiones para combatir el terrorismo y hacer que los terroristas y quienes los apoyan paguen un precio por ello", anunció en un comunicado la oficina del primer ministro, el conservador Benjamín Netanyahu.

Actuar contra las familias

El gabinete anunció seis medidas, incluyendo "la revocación de los derechos al seguro social y prestaciones adicionales de los familiares de terroristas que apoyen el terrorismo" y la "agilización y ampliación del otorgamiento de licencias de armas de fuego" para civiles.

Además, el comunicado anunció un plan para "legislar la revocación de los documentos de identidad israelíes de las familias de terroristas que apoyan el terrorismo", una iniciativa que ya había sido impulsada por los miembros ultraderechistas del Ejecutivo y que se prevé sea discutida este domingo en la reunión del gabinete de gobierno.

Si bien los detalles de tal propuesta aún no han sido difundidos, la medida aplicaría a aquellos palestinos que viven en el este ocupado de Jerusalén con permisos de residencia israelíes y que se verían obligados a radicarse en Cisjordania ocupada.

Más tropas en los territorios ocupados

Las medidas restantes anunciadas por el gabinete fueron la decisión de demoler lo antes posible la residencia familiar del palestino responsable del ataque del viernes -que murió poco después por disparos de la Policía-, el refuerzo de tropas tanto militares como policiales en distintos sitios y el "fortalecimiento" de asentamientos judíos en Cisjordania.

El ataque del viernes por la noche tuvo lugar a las puertas de una sinagoga en el asentamiento de Neve Yaakov, en Jerusalén este ocupada, y fue seguido por otro ataque con arma de fuego el sábado por la mañana, también en la parte este de la Ciudad Santa y en el que dos israelíes resultaron heridos.

Escalada de ataques

Por otra parte, un palestino abrió fuego anoche contra un restaurante en un asentamiento judío en Cisjordania y otro murió por disparos de colonos mientras intentaba entrar armado a la colonia de Kedumim.

Estos incidentes se producen en un mes de incesante violencia en la zona y en el que ya se registran 32 palestinos muertos y siete del lado israelí.

El repunte de este fin de semana fue desencadenado por una redada militar israelí el jueves en la ciudad de Yenín, en Cisjordania ocupada, que se saldó con la muerte de nueve palestinos -incluidos varios milicianos- y fue seguida por el lanzamiento de cohetes desde la Franja de Gaza.