Las fuerzas rusas volvieron a atacar de madrugada la capital ucraniana, donde se escucharon una noche más fuertes explosiones, con más de 40 misiles y drones kamikaze de fabricación iraní que fueron destruidos por las defensas antiaéreas ucranianas.

“Es el décimo quinto ataque desde que comenzó mayo”, explicó la Administración Militar de Kiev en un comunicado en el que se señala que los “terroristas” intentan “destruir objetivos clave para ellos y al mismo tiempo agotar los recursos” de las defensas antiaéreas ucranianas.

Según la Administración Militar de la capital ucraniana, Rusia utilizó en el ataque de anoche drones de fabricación iraní Shahed (un término religioso islámico para designar a los mártires) y, “casi simultáneamente”, misiles de crucero disparados desde la región del Mar Caspio.

“El ataque contra la capital fue combinado, desde varias direcciones”, añade el parte militar, que se felicita por el buen trabajo de las defensas aéreas ucranianas y habla del techo de un edificio residencial dañado como consecuencia de la caída de los cascotes de un proyectil interceptado como daños de esta nueva ronda de drones y misiles.